Canarias tiene un límite: el suelo

Las ocho islas, sobre las que pesa una declaración de emergencia habitacional, vivirán el próximo sábado, 20 de abril, manifestaciones reclamando un uso más local y ecológico (y menos turístico) de su territorio.
Canarias tiene un límite: el suelo
Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas (Gran Canaria) en el siglo XX. Foto: Juan Franco López/Archivo de Fotografía Histórica de Canarias.

Me pregunto: ¿por qué nos causa temor reconocer que existen límites? Actualmente, hemos superado 6 de los 9 límites planetarios que permiten la vida en la Tierra, donde el suelo tiene un papel destacable, ya que uno de estos límites está directamente relacionado con su mal uso, gestión y cambios.

En el caso de las islas Canarias, el suelo es un bien común especialmente frágil y finito para nuestra subsistencia esencial, tanto para la mitigación del cambio climático como para posibilitar una vida digna a las personas y los ecosistemas insulares. Mientras que un 42% de nuestro suelo está dedicado a la conservación de la naturaleza, el otro 58% compite entre propiciar espacios para la vida de los residentes locales y dotar de servicios turísticos a los visitantes.

En esta tensión emergen dos perspectivas opuestas sobre el significado de lo que entendemos por libertad: por un lado, la libertad interpretada como la posibilidad de viajar y descubrir nuevos lugares (turismo); por otro, la libertad concebida como la seguridad de contar con derechos básicos garantizados, los cuales están actualmente amenazados en el archipiélago canario. Algunos de estos derechos son: disponer de una vivienda digna, acceder a un empleo de calidad, preservar el medioambiente, tener acceso al agua y el derecho a emigrar.

En el primer caso, los locales sacrifican derechos fundamentales para mantener los privilegios de los visitantes. En el segundo, los visitantes modifican sus comportamientos y renuncian a ciertos privilegios para asegurar que nadie pierda sus derechos básicos en las islas.

El argumentario preparado por el equipo organizador de la manifestación #CanariasTieneUnLimite (que tendrá lugar el sábado 20 de abril en las 8 islas y en varias ciudades de todo el mundo) presenta una visión actual de las islas, resaltando datos y razones claves para esta convocatoria histórica. En este contexto, la propiedad, gestión y uso del suelo son temas cruciales en el actual diálogo social.

¿Quiénes poseen el suelo de las islas?

A lo largo de la historia de nuestro archipiélago, diversos acontecimientos nos han llevado hacia el escenario actual de injusticia espacial, donde los canarios hemos perdido soberanía territorial y hemos visto cómo el suelo ha sido cedido a dinámicas especulativas. De todos estos acontecimientos, destaco cuatro: (1) la privatización y distribución desigual del suelo entre grandes terratenientes después de la conquista de Canarias en el siglo XV; (2) la eliminación de restricciones a la participación del capital extranjero durante el régimen franquista, facilitando la construcción de hoteles por parte de extranjeros a partir de 1963; (3) la prohibición de que las mujeres adquirieran bienes inmuebles hasta 1977; y (4) la actual incursión de las clases medias europeas en la adquisición de viviendas como segundas residencias o con fines especulativos.

Afortunadamente, comienza a existir cierto consenso social acerca de los límites y la capacidad de carga del territorio. Sin embargo, llama poderosamente la atención que se sigan promoviendo, semana tras semana, macroproyectos e infraestructuras que dotan de recursos y servicios al turismo desde la argumentación de ser “la vaca que da leche”.

Muchos de estos proyectos se encuentran en estado de aprobación en los plenos de los ayuntamientos, declarados de interés insular por los Cabildos sin consulta pública o explicados de forma compleja en un galimatías de terminologías técnicas y burocráticas que dificultan su comprensión. La falta de transparencia resultante limita el acceso de la ciudadanía a información sobre la degradación del territorio que estamos presenciando, lo que a menudo pasa desapercibido.

Un Mapa Crítico para Canarias

Fruto de la necesidad de visibilizar de una forma más clara y transparente la destrucción territorial de las islas, nace la iniciativa ‘Mapa Crítico de Canarias‘, que acerca esta información a la ciudadanía y restituye esta fotografía territorial actual en tres conjuntos de datos:

  1. Macroproyectos: grandes proyectos en estado de ideación, aprobación o construcción. Estos pueden ser hoteles, villas de lujo, infraestructuras o cualquier proyecto que responda a intereses alejados del bienestar y el sentir de la ciudadanía canaria.
  2. Territorios en disputa: conflictos territoriales y batallas ciudadanas que se están librando ahora mismo fruto del descontento y que decidirán el devenir territorial de las islas, como lo son el hotel de la Tejita o el hotel de Cuna del Alma.
  3. Victorias ciudadanas: batallas ganadas gracias a la lucha e implicación de la ciudadanía, que ha conseguido paralizar grandes macroproyectos como el del tendido eléctrico de Unelco sobre Vilaflor (año 2012).

El mapa es interesante porque, además de situar los datos, se muestran las historias que esconden cada uno de los enclaves. Por ejemplo, el islote de Lobos (Fuerteventura) era de propiedad privada de la cadena de hoteles RIU hasta que en el año 2007 el Gobierno de España lo recuperó a cambio de permitirles ocupar con dos hoteles una porción de suelo en la zona protegida de las Dunas de Corralejo.

También se muestra el caso de El Mojón, la mayor reserva de suelo urbanizable que queda en Canarias. Es importante señalar que, hasta la fecha, no tenemos constancia de que se haya planificado la construcción de viviendas protegidas en esta área, zona con especiales problemas de acceso a la vivienda al estar turistificada y con una actual declaración de emergencia habitacional vigente en todo el archipiélago. En su lugar, se destinará el 100% del terreno disponible (equivalente a un tercio de la ciudad en la que se encuentra, Los Cristianos) a crecer en camas alojativas en hoteles y villas de lujo, y para construir nuevas dotaciones destinadas al turismo.

Este mapa es colaborativo y permite que la ciudadanía agregue datos, lo que da lugar a un documento generado por la inteligencia colectiva y el conocimiento de las personas locales.

Ganarle terreno a la especulación

Frente a esta fotografía de destrucción territorial, el #20A exige especular desde un lugar distinto: imaginando un cambio de modelo territorial.

Uno de los puntos fuertes será cómo podemos recuperar suelo y ganarle terreno a la especulación en las islas. Para ello, ya existen nuevas estrategias urbanas que se están implementando en otros territorios con mucho éxito, tales como las Cooperativas de Vivienda en Cesión de Uso, el Conservatorio del Litoral o los Community Land Trust.

Para esto será esencial definir bien los límites con los que estamos dispuestos a convivir. La libertad —la verdaderamente emancipadora— se ejerce posibilitando que cada una de nosotras podamos desarrollarnos dignamente en nuestras islas. 

Y esta es la gran paradoja de nuestro tiempo que parece tan difícil de entender: los límites nos hacen libres.

María Tomé es arquitecta urbanista y socia en la cooperativa Oficina de Innovación Cívica S. Coop.

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  1. LA BOMBA DEL ALQUILER VACACIONAL QUE LE HA EXPLOTADO AL GOBIERNO CANARIO EN LA CARA, Eloy Cuadra.
    …¿no ha sido siempre la cesta de la compra de Canarias la más cara del país?, ¿no hemos sido siempre un archipiélago hipercontaminante, bastante insostenible, con poco o ningún respeto por nuestras costas, por nuestros ecosistemas y por nuestros recursos?, ¿no vinieron siempre los turistas a Canarias a emborracharse, a cagarse, a mearse y a disponer de lo que les diera la gana, ya fueran parques, dunas o acueductos naturales, dejando muy poquito dinero aquí?. Y dos cosas más: ¿no hemos tenido siempre los sueldos más bajos -Clavijo incluso lo promocionaba como un atractivo en su anterior mandato- y la pobreza más alta? Y bien, si todas estas realidades han sido así en Canarias históricamente en las últimas décadas, ¿por qué ahora la gente se harta y dice basta ya, y se pide un cambio de modelo?

    La respuesta es muy sencilla: porque hay algo que sí ha cambiado en esta última década. Porque antes, este modelo turístico que ahora se pretende cambiar, funcionaba de manera no invasiva. Así, sabíamos lo que había, pero el turista llegaba y se concentraba mayoritariamente en zonas turísticas, se alojaba en hoteles o en apartamentos turísticos, principalmente en los sures, y el resto del territorio, las capitales no turísticas, la medianías, la mayoría de nuestros pueblos, seguían manteniendo miles de viviendas en alquiler de larga temporada a precios medianamente asequibles para la población canaria. Y de esta manera, el canario, poco dado a revoluciones ni revueltas, iba viviendo más mal que bien, con sueldos bajos y todo lo demás, pero al menos con un techo donde vivir y poder tirar para adelante con un proyecto de vida sin demasiadas pretensiones. Pero hoy y desde hace ya unos años, esa realidad humilde que mantenía al canario viviendo y aceptando sin protestar ha cambiado considerablemente. Y es que hoy el canario ya no tiene donde vivir, porque Canarias entera se ha convertido en un resort turístico, y no queda ya un pueblo en las Islas que no esté invadido por el modelo del alquiler vacacional, ect. ect.
    https://canarias-semanal.org/art/36031/la-bomba-del-vacacional-que-le-ha-explotado-al-gobierno-en-la-cara

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