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Los cines de verano: una tradición que Grecia redescubre para combatir las temperaturas extremas

Los cines al aire libre forman parte de la cultura griega. Suelen estar repartidos por los diferentes barrios y rodeados de vegetación, lo que proporciona una temperatura agradable. Por eso, la ciudadanía los está redescubriendo como manera de sobrellevar con un buen plan las noches de calor veraniego.
Los cines de verano: una tradición que Grecia redescubre para combatir las temperaturas extremas
Durante la década de los años cincuenta y sesenta había solo en Atenas unos 600 cines al aire libre, de los que ahora quedan 44. Foto: ‘Park your Cinema’

No había llegado oficialmente el verano pero Grecia ya sufría su primera ola de calor, la más temprana desde que hay registros (1890). La semana del 10 de junio de este año, los termómetros helenos ya marcaban más de 40°C en algunas regiones del país. Como el curso escolar aún estaba en marcha y los colegios no están preparados para estas temperaturas, más habituales en julio y agosto, el Gobierno decidió cerrar las escuelas durante un par de días y obligar al funcionariado a trabajar desde casa. También se pidió a las empresas que flexibilizasen los horarios de sus plantillas y la joya de la corona de la capital helena, la Acrópolis, tuvo que cerrar un par de días durante las horas centrales. El Servicio Meteorológico Nacional había advertido a la ciudadanía griega de que no iba a ser un verano fácil; y no, no lo ha sido. Las olas de calor, cada vez más intensas, duraderas y frecuentes, se han ido sucediendo una tras otra acompañadas de los ya habituales incendios que toman el protagonismo cada verano.

Hablar de cambio climático en Grecia es hablar del presente; así que el país se prepara a marchas forzadas para afrontar lo que ya se ha convertido en cotidiano: veranos extremos y más largos y sequías más acentuadas, entre otros. En este contexto de temperaturas extremas, los que más sufren son los de siempre: las clases más humildes, que no pueden permitirse usar el aire acondicionado, que viven en edificios no aislados térmicamente y que, en general, disponen de pocos recursos para afrontar una situación que se repite cada verano. Y en Grecia, el país más golpeado por la crisis económica de 2008, hablar de clase humilde es hablar de la mayoría de la población.

Para esas noches interminables de asfalto y calor, sin embargo, la ciudadanía griega ha encontrado en los cines de verano al aire libre sus mejores aliados. Se trata de una costumbre tradicional y muy extendida en el país, pero especialmente presente en las dos ciudades principales: Atenas y Salónica. De mayo a octubre, decenas de cines al aire libre abren sus puertas para quien busca una alternativa al aire acondicionado y el calor sofocante de los hogares. Estos cines, que forman parte de la cultura del país, suelen estar repartidos por los diferentes barrios y rodeados de vegetación, lo que proporciona una temperatura agradable. En la gran mayoría de ellos se pueden pedir bebidas e incluso algo de comer.

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Foto: Festival de Cine Internacional de Salónica

Actualmente en la zona de Ática hay 82 cines al aire libre y en Atenas, 44. Durante la década de los años sesenta, hubo más de 600 en la capital helena, casi uno en cada cuadra. No en vano, Atenas es considerada la mejor ciudad del mundo para disfrutar del cine al aire libre. En aquellos años, pero también en estos después de una crisis económica que ha dejado a la ciudadanía griega hundida, los cines de verano al aire libre eran una de las opciones más asequibles para aquellas personas que no podían irse de vacaciones y debían quedarse en la ciudad durante los meses de más calor. Actualmente, una selección de películas diversas (con una apuesta clara por los clásicos), dos proyecciones por noche y entradas que oscilan entre los seis y los ocho euros –o incluso gratuitas, en algunos casos– hacen que este sea uno de los planes preferidos por la ciudadanía ateniense durante el verano.

«Los cines al aire libre son un aspecto importante de la cultura griega; y están profundamente arraigados en el tejido social. Ofrecen una forma única de disfrutar del cine durante las cálidas noches de verano, combinando entretenimiento con un ambiente relajado y nostálgico. Estos cines son más que simples lugares para ver películas; son centros sociales vibrantes donde se reúnen amigos y familias, y a menudo disfrutan de comidas y bebidas en un ambiente informal al aire libre», asegura Yorgos Krassakopoulos, director de programación del Festival Internacional de Cine de Salónica. «La tradición de los cines al aire libre en Grecia comenzó a principios del siglo XX y ganó gran popularidad después de la Segunda Guerra Mundial, particularmente durante la ‘Edad de Oro’ del cine griego en las décadas de 1950 y 1960. Esta práctica cultural ha seguido prosperando, y se ha convertido en un pasatiempo de verano muy apreciado por los lugareños y una experiencia atractiva para los turistas», añade  Krassakopoulos.

Una buena manera de escapar del asfalto

Dos de los cines más impresionantes de Atenas son el cine Paris y el cine Thisio. El primero está situado en uno de los enclaves más populares de la ciudad, el histórico barrio de Plaka. Inaugurado como un cine cerrado en 1920, ha sido reabierto recientemente tras cuatro años de reformas, es uno de los más llamativos de la ciudad por sus impresionantes vistas del Partenón. La gestión curatorial corre a cargo de Cinobo y el edificio es propiedad de la Fundación Filantrópica Stelios. El segundo, el cine Thisio —también cercano a la Acrópolis— , empezó su andadura en 1935 y en él también se puede disfrutar de las vistas al Partenón.

«Es una buena manera de pasar las noches de verano. Ves una película al tiempo que puedes cenar o tomarte algo. Es una forma relativamente barata de escapar del asfalto por un rato». Quien habla es George Spentzos, presidente de Spentzos Film, una histórica distribuidora cinematográfica griega gestionada por la familia Spentzos. «Nuestro padre [son tres hermanos quienes gestionan actualmente la empresa] fue piloto en la Segunda Guerra Mundial, de ahí que nuestro logo sea un águila. Cuando dejó de serlo, se convirtió en director de cine; y más tarde, en productor. Nosotros continuamos con esa labor. Nos hemos ocupado de la distribución de películas de 20th Century-Fox, Walt Disney u Orion Pictures, entre otras», explica Spentzos. «En algunas ocasiones también hemos producido, pero ahora solo nos dedicamos a la importación de películas, unas 40 al año, casi todo cine europeo, porque así podemos optar a las subvenciones de la Unión Europea».

El 90% de los cines de verano en Atenas son de titularidad pública, así que funcionan como concesiones. Spentzos Film gestionaba uno de los cines de verano más antiguos de Atenas, el Aigli Zappeion, en el jardín de Zappio, junto al Parlamento y los Jardines Nacionales, uno de los pulmones verdes de Atenas. Este cine al aire libre abrió sus puertas a inicios del siglo XX. La distribuidora ahora gestiona el mítico cine Habana, en el barrio de Chalandri, que abrió sus puertas por primera vez en 1967 (este cine está abierto durante todo el año y en verano las proyecciones se realizan en la azotea).

Una de las iniciativas más populares del verano es Park Your Cinema, un proyecto de colaboración entre el Centro Cultural de la Fundación Stavros Niarchos (SNFCC) y el Festival de Cine de Salónica, cuyo objetivo es continuar acercando el cine al público en un entorno al aire libre. «En Park your Cinema proyectamos una selección cuidadosamente seleccionada de películas que atienden a una amplia audiencia. El programa incluye películas clásicas, contemporáneas, animaciones para familias y otras joyas cinematográficas que ofrecen algo para todos. La selección a menudo refleja tanto la demanda popular como el deseo de presentar al público obras nuevas o menos conocidas», explica Krassakopoulos.

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Foto: Festival de Cine Internacional de Salónica

Melina Merkóuri y el fantasma de la gentrificación

Como no podía ser de otra manera tratándose de una capital europea, estos cines tradicionales han sufrido, y siguen sufriendo en la actualidad las embestidas de la gentrificación feroz. En los últimos años ha habido cambios de propiedad y cierres. Hasta diciembre de 2023, Spentzos Films se ocupaba del cine Ideal, que en 2022 celebró su centenario y que fue el primero que se puso en marcha en Atenas. Situado en la Mansión Schliemann-Mela (Panepistimiuou), el Ideal fue el primero en ofrecer sonido Dolby Stereo en el país y en su momento llegó a tener la pantalla más grande de toda Europa. Cerró sus puertas en diciembre de 2023 y su última proyección fue Pulp Fiction.

El edificio, diseñado por el arquitecto alemán Ernst Ziller y que consta de cuatro plantas, será transformado en un hotel de lujo. La Agencia Nacional de Seguridad Social (EFKA) –propietaria de todo el edificio–, había estado pagando hasta entonces un alquiler basado en un porcentaje de la venta de entradas. A unos metros del Ideal, se alza el hotel Titania, uno de los más lujosos de la ciudad; otrora también cine y ahora convertido en infraestructura para el turismo. Muchos de estos establecimientos estaban gestionados por familias que tuvieron que venderlos por falta de negocio en su momento a causa de la llegada de las televisiones a los hogares, la crisis de 2008 y ahora, el reciente boom de las plataformas de cine de pago.

En este aspecto, no se puede escribir sobre la cultura cinematográfica en Grecia y estos cines sin mencionar a Melina Merkóuri (1920-1994), quien, además de actriz y cantante, fue la primera mujer ministra de Cultura de Grecia (entre 1981 y 1989 y entre 1993 y 1994, bajo los mandatos del PASOK). Nominada a la Palma de Oro en el Festival Internacional de Cannes por Stélla (1955) y al Oscar por su papel en Nunca en domingo (1960), la que fuera una de las más férreas oponentes a la dictadura del régimen de los Coroneles (1967-1974), inició, antes de su muerte, una resolución para proteger estos cines. En 1997, tras su fallecimiento, se aprobó dicha normativa, que tiene como eje la protección de una cincuentena de estos establecimientos. En el barrio de Kypseli, uno de estos cines de verano, recibe el nombre de Stella como homenaje al papel de Merkóuri en la película con el mismo nombre.

«Es gracias a ella que conservamos estos cines de verano. Algunos no se pueden tocar, porque están protegidos por ley. Ante había muchísimos más, pero se han convertido en hoteles, supermercados y similares», apunta George Spentzos. El distribuidor subraya que la pandemia ocasionada por el coronavirus dio la estocada final a esta industria. «Antes de la pandemia los cines en Atenas, en cómputo global, no solo los de verano, vendían unos 12 millones de entradas. Ahora estamos en siete», se lamenta; aunque tiene fe en una recuperación paulatina de la industria.

Hacer que la ciudad sea vivible

Atenas es una de las ciudades europeas con menos superficie verde. Con tan solo un 11% de estos espacios, está muy por debajo de la media europea. Haris Doukas,(PASOK), que asumió la alcaldía hace poco más de medio año, tiene claro que debe transformar la capital helena y prepararla para lo que está por venir: veranos aún más extremos y mucho más largos. Rodeada por siete colinas y habitada por unos tres millones de habitantes, Atenas necesita más refugios climáticos para su ciudadanía, y el socialdemócrata ya ha declarado en diferentes ocasiones que es una de las prioridades de su mandato. Ha prometido que en estos cuatro años frente al consistorio quiere plantar unos 25.000 árboles.

Durante este verano, se han abierto espacios comunitarios acondicionados de nueve de la mañana a nueve de la noche, se ha habilitado una línea telefónica de asesoramiento en temas relativos a la salud y el calor y se han puesto en marcha iniciativas médicas para controlar a las personas mayores —las más vulnerables, junto con las enfermas, a las temperaturas extremas— y asistirlas en caso de necesidad. La municipalidad también ha puesto en marcha la web Cool Athens, en la que se explican las medidas que se van adoptando y la ciudadanía puede descargarse la aplicación móvil Extrema Global, que informa en tiempo real sobre la temperatura y sobre los sitios más frescos en la ciudad, los puntos de agua accesibles o las rutas con más sombras.

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