¿Y con estas lluvias, dónde está el cambio climático?

Las últimas lluvias de marzo han dado pie a quienes niegan el cambio climático a seguir con su mantra como si fuera cierto. Esto dicen los datos.
¿Y con estas lluvias, dónde está el cambio climático?
Una mujer se protege de la lluvia en el centro de Barcelona en una imagen de archivo. Foto: EFE / Alberto Estévez

De Donald Trump a Carlos Mazón, de José Manuel Soto a decenas de internautas. Las últimas lluvias de marzo han dado pie a quienes niegan el cambio climático a seguir con su mantra como si fuera cierto. «El cambio climático consistía en inviernos cálidos y secos, pero hemos tenido el marzo más lluvioso de la historia, dejen de engañar a la gente. Lo del vídeo parece Iguazú, pero es Despeñaperros», señala este mensaje del cantante en la red social X, con cerca de 300.000 reproducciones. Del mismo modo, internautas que comparten narrativas similares aseguran que los datos pluviales desmienten que exista cualquier alteración en los patrones climáticos y de precipitaciones. «Se les cae el chiringuito climático«, aseveran.

España ha registrado el tercer marzo con más precipitaciones desde 1961. En Madrid, por ejemplo, se ha convertido en el mes más lluvioso desde que hay registros, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Este hecho, sin embargo, no refuta la existencia del cambio climático ni contradice las predicciones en el patrón de precipitaciones, que pronostican sequías más intensas y largas y lluvias más torrenciales, según constata la amplia evidencia científica publicada durante las últimas décadas.

El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, precisa que el «cambio climático es un fenómeno global y a largo plazo y por ello no se pueden sacar conclusiones» a partir de un dato aislado. «Si la tendencia es hacia una disminución de las lluvias, un mes lluvioso no la desmiente», deja claro.

Del mismo modo, Ernesto Rodríguez Camino, presidente de la Asociación Meteorológica Española (AME), señala que el cambio climático conlleva «cambios en el patrón de precipitaciones», con más lluvias torrenciales y «sequías más largas y torrenciales». Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), desde la década de 1950 ha aumentado la intensidad y frecuencia de las sequías a escala global y, concretamente, en la cuenca del mediterráneo la crisis climática está causando un aumento de este fenómeno debido a una mayor evapotranspiración. Además, este organismo predice con «alta confianza» que las precipitaciones descenderán en esta región.

La cantidad de lluvia registrada en el Mediterráneo ha sido estable en los últimos 150 años, según un reciente estudio publicado en la revista Nature, que precisa que esta zona «está experimentando un proceso creciente de aridez climática» por el aumento de las temperaturas. 

El cambio climático, en ocho gráficos

Por otro lado, el portavoz de la agencia estatal explica que la ruta común de las borrascas —que circulan de oeste a este y atraviesan el Atlántico por una ruta situada al norte de nuestras latitudes— ha estado bloqueado por «sistemas de altas presiones» instalados en el norte de Europa. Ello «ha propiciado que las borrascas hayan tenido que circular por una ruta menos habitual, que les ha conducido directamente hacia la Península Ibérica», añade.

La relación de este anticiclón con el cambio climático se deberá determinar con «estudios a posteriori», aunque es algo que pasa «con mucha frecuencia» en este periodo del año, señala Rodríguez Camino.

Aun así, un estudio publicado este año apunta a que el rápido calentamiento del Ártico y el aumento de la temperatura oceánica pueden favorecer una mayor persistencia de las situaciones de bloqueo anticiclónico. Además de las predicciones pluviales, Naciones Unidas, la Unión Europea, la NASA y 200 organizaciones científicas mundiales concluyen que estamos experimentando un rápido incremento de las temperaturas sin precedentes debido a la actividad humana.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que 2024 fue el año más cálido del que se tiene constancia y, según el proyecto europeo Copernicus, el año pasado fue la primera vez que la temperatura media global superó en 1,5 ºC a la era preindustrial.  En su informe anual sobre el estado del clima global, los datos muestran claramente los estragos de casi dos siglos de quema de combustibles fósiles. Mientras no se deje de expulsar a la atmósfera gases de efecto invernadero (como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso), el clima seguirá alterándose y los incendios forestales, las olas de calor, las inundaciones, la subida del nivel del mar y otros eventos extremos se volverán más destructivos. Todo ello genera enormes trastornos en las sociedades, las economías y la naturaleza.

A continuación, puedes ver el estado actual del clima en ocho gráficos que desmienten, una vez más, a los negacionistas del cambio climático.

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  1. Hay gente de la ciudad, que no da para más, que cuando llueve les oyes decir «qué asco de día» y en esta bendita primavera lluviosa repiten que ya vale de lluvia, que dónde va a parar, que eso del cambio climático es una farsa.
    Jamás diré yo que ya vale de lluvia. Nací en el medio rural y en el secano y tengo observado que a las abundantes lluvias le sigue un largo periodo de sequía. Además con los intensos calores cada vez más insoportables (que no lo nieguen lxs negacionistas), que ya en febrero te queman por debajo de la ropa, ¡que será en verano!, el agua se evaporará en cuatro días. Así que procuremos no derrochar ni una gota que podría ser que ya incluso antes del verano algunas comunidades entren en emergencia. Y oigo decir por ahí que este verano va a ser más caluroso y seco que ninguno.

  2. Ecologistas en Acción denuncia la burbuja de centros de datos: un modelo insostenible que agrava la crisis climática e hídrica.
    Denuncia que las declaraciones y facilidades anunciadas por gobiernos al oligopolio tecnológico desoye los profundos impactos energéticos, sociales y ambientales de la instalación masiva de estos centros.
    Asimismo exige una planificación acorde con las necesidades reales y los límites del planeta.
    La organización ecologista alerta de que “la burbuja de los centros de datos” ignora los límites planetarios y agrava la crisis climática e hídrica.
    Ecologistas en Acción denuncia que las declaraciones y facilidades anunciadas por gobiernos al oligopolio tecnológico desoye los profundos impactos energéticos, sociales y ambientales de la instalación masiva de estos centros.
    Asimismo exige una planificación acorde con las necesidades reales y los límites del planeta.
    En los últimos meses han proliferado numerosos proyectos de centros de datos por todo el territorio. La posición geográfica de la Península Ibérica, el menor coste del suelo y del suministro eléctrico, junto a las numerosas protestas contra los centros de datos en el centro y norte de europa, han situado al Estado español en el centro de los planes de expansión del oligopolio tecnológico, fondos de inversión y otros actores. Ecologistas en Acción critica que estos proyectos responden únicamente a criterios de rentabilidad para empresas privadas, como Amazon, Google, Meta y Microsoft, que invertirán 300.000 millones en centros de datos e infraestructuras asociadas a la inteligencia artificial (IA) en 2025, sin considerar el interés general ni los impactos ambientales.
    Elevado consumo eléctrico
    En el caso de España, la potencia a finales de este año se situaba entre 300 Mw y 350 Mw, unas instalaciones que se pretenden como mínimo quintuplicar en 2030 ascendiendo a unas cifras entre 1.000 y 1.750 Mw. Esto significaría un consumo anual entre 8,8 Twh y 15,33 Twh, lo que implica entre el 3,4% y el 5,9% del total de energía eléctrica consumida en España. Un consumo que superior al de cualquier comunidad autónoma, a excepción de Andalucía, Catalunya, Madrid y el País Valencià, y que podría retrasar varios años la neutralidad climática….
    Elevado consumo de agua en regiones con estrés hídrico
    Además del consumo energético, los centros de datos demandan grandes cantidades de agua para refrigeración, ubicándose en zonas con estrés hídrico y riesgo de desertificación. La instalación de centros de datos incrementará exponencialmente este consumo, concentrando la demanda en las zonas donde se ubiquen. Además estos centros necesitan aguas depuradas, ya que así tardará más en ocurrir el proceso de proliferación de algas y microorganismos que perjudican los componentes eléctricos, lo que incrementa el coste energético, social y ambiental….
    https://www.ecologistasenaccion.org/335825/ecologistas-en-accion-denuncia-la-burbuja-de-centros-de-datos-un-modelo-insostenible-que-agrava-la-crisis-climatica-e-hidrica/

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