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Alrededor de 150 personas, según los organizadores, ocuparon este domingo 2 de febrero las instalaciones de la central térmica de carbón de Datteln 4, en Alemania. Las organizaciones activistas Ende Gelände y DeCOALonize Europe reivindicaron la acción. Los manifestantes permanecieron en la planta cerca de nueve horas, durante las cuales bloquearon instalaciones de carga y cintas transportadoras. Finalmente fueron desalojados por la policía.
Los activistas celebraron la acción como «un éxito». Daniel Hofinger, portavoz de Ende Gelände declaró que esta no será la última acción de este tipo. «Este es solo el principio. Lucharemos contra Datteln 4 como luchamos para proteger el bosque de Hambach», afirmó Hofinger, en referencia a la ocupación de uno de los bosques más antiguos de Alemania. La ampliación de una mina de la empresa RWE amenaza este ecosistema, cercano a la ciudad de Colonia, en Alemania occidental.
Datteln 4 y capitalismo
Hofinger también señaló al sistema capitalista como principal culpable de la crisis del clima. «Los intereses a corto plazo no pueden ser más importantes que las vidas y el derecho a la tierra de los pueblos indígenas […] que se ven afectados por la minería del carbón. Las personas del Norte global tienen que entender que nuestros sistema económico es incompatible con la justicia climática, y que tenemos que superar el capitalismo«, afirmó el activista.
A ese respecto, la activista Aleksandra Koroleva, de la organización rusa Ecodefense, aseguró que parte del carbón que se quemará en Datteln 4 procede de la región de Kuznetsk, en Siberia. En esa región, según Koroleva, «la gente sufre severos problemas de salud como consecuencia de las minas de carbón a cielo abierto». «Las protestas contra la minería de carbón [en Rusia] son reprimidas violentamente», comentó la activista, criticando a Alemania por sus importaciones de carbón de Rusia. Para Koroleva, estas importaciones suponen «un ridículo para todas las iniciativas políticas de protección del clima».
Una ley poco ambiciosa
En una nota de prensa, Ende Gelände denunció la falta de ambición de la ley de transición energética recientemente aprobada en Alemania. En el texto se establece 2038 como fecha límite para la eliminación del carbón del mix eléctrico alemán. Además, la ley establece cuantiosas compensaciones para las empresas energéticas.
La planta térmica Datteln 4, situada cerca de la ciudad de Dortmund, se encuentra en las últimas fases de construcción, y se espera que se conecte definitivamente a la red este mismo año. Según Uniper, la empresa propietaria, Datteln 4 será «una de las centrales de carbón más modernas del mundo». Uniper ha prometido cerrar otras centrales más antiguas para compensar la entrada en funcionamiento de esta planta. La empresa también se ha comprometido a dejar de quemar carbón, aunque dejando en funcionamiento Datteln 4.
No obstante, los compromisos de Uniper no han convencido a los activistas. Tara Cicchetti, activista de Fridays for Future que participó en la acción, tachó las promesas de la empresa de dejar de quemar carbón de «mentiras». «Dejar de quemar carbón significa cerrar las centrales de carbón. Eso es lo que hemos hecho nosotros», declaró Cicchetti.