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Desde la firma del Acuerdo Climático de París en diciembre de 2015, se ha destinado más de un trillón de dólares en créditos para grandes empresas que operan en sectores de riesgo para los ecosistemas, además de 693.000 millones de dólares en inversiones. Los bancos europeos son responsables del 22,1% de esos créditos (278 billones de dólares) y el 9,4% de la inversión (65 billones). Son las principales conclusiones del informe EU bankrolling ecosystem destruction, publicado por una coalición de ONG lideradas por Greenpeace Internacional.
Más allá de las cifras, el corolario del estudio deja claro que, “mediante el consumo de productos y materias primas procedentes de tierras deforestadas y degradadas, y a través de la financiación de empresas que se benefician de ello, la UE contribuye a la destrucción de bosques y otros ecosistemas, dentro y fuera de sus fronteras”.
Seis multinacionales que destruyen los ecosistemas se han llevado 26.500 millones de dólares
El informe señala que más de cuatro quintas partes (86,6%) del crédito de los bancos europeos a los principales actores en los sectores de riesgo para los ecosistemas vino de instituciones financieras con sede en cuatro países: Francia, los Países Bajos, Alemania y España.
«La totalidad de los grandes bancos europeos, y muchas otras instituciones financieras de la UE, tienen relaciones con muchos de los grupos corporativos más grandes en múltiples sectores con riesgos conocidos para los ecosistemas, incluidos grupos con vínculos reportados con la destrucción de los ecosistemas después de 2020: los vínculos del sector financiero de la UE con los riesgos para los ecosistemas son generalizados y de carácter sistémico”.
Además, el estudio apunta a seis multinacionales que considera “actores clave”, puesto que aparecen frecuentemente citados en investigaciones e informes por sus vínculos directos o en la cadena de suministro con la deforestación reciente, principalmente en América del Sur y el Sureste Asiático, incluso después de diciembre de 2020, la fecha límite establecida por el Reglamento de la UE sobre productos libres de deforestación (EUDR) para el cumplimiento de los productos con sus condiciones libres de deforestación estándar.
Estos grupos (que, en conjunto, se han llevado 26.500 millones de dólares en créditos desde 2016) son Bunge y Cargill (dos de los mayores comerciantes del mundo de gran parte de las materias primas); JBS y Marfrig (dos de los mayores productores de carne), y RGE y Sinar Mas (dos productores procesadores de aceite de palma y madera para pasta de papel).
El Santander es el sexto banco europeo que más crédito da a empresas que ponen en riesgo los ecosistemas
Dentro de los bancos europeos que financian a empresas que ponen en riesgo los ecosistemas, obviamente, también hay instituciones financieras españolas. En concreto, de ellas han salido 29.600 millones de dólares en créditos, y 1.100 en inversiones desde 2016.
Lo que convierte al sector financiero español, según el informe de Greenpeace, en el cuarto mayor proveedor de crédito y el noveno mayor inversor en estos sectores entre los miembros de la UE.
La entidad con sede en España que más crédito proporcionó a este tipo de compañías es, con mucha diferencia, el Santander (21.338 millones de dólares desde 2016). Por detrás está el BBVA (7.679 millones) y La Caixa Group (180 millones).
De hecho, la empresa de Ana Botín es el sexto proveedor de crédito con sede en la UE a grandes grupos empresariales activos en sectores de riesgo. Según el estudio, “el Grupo Santander es el principal banco internacional con vínculos con el sector agropecuario responsable de la quema y deforestación de los bosques en Brasil”.
Entre las empresas cuya actividad pone en riesgo los ecosistemas, que más dinero en forma de crédito han recibido de los bancos españoles, están Nestlé (6.394 millones de dólares desde 2016), Danone (2.842) y Unilever (2.111).
Hay que tener muy poca vergüenza para que la UE , contribuya economicamente, y legislando, a la destrucción de bosques y de otros ecosistemas, dentro y fuera de sus fronteras, junto con la Banca europea, que son los que sacan beneficio, a costa de recursos naturales, que pertenecen a la humanidad y que pretendan y conseguirán , que la factura, la paguemos los ciudadanos con el aumento de impuestos ambientales.
¿Somos o estamos tontos por permitirlo? Ya está bien de tanta tomadura de pelo, y que nos esquilmen nuestros míseros sueldos, para subvencionar a empresas con beneficios.
Que usen sus recursos, como hacemos los ciudadanos , cuando necesitamos algo que comprar, que solo tenemos sueldos de mierda» con perdón «, pero ningun beneficio.
Deberíamos juntarnos todos los ciudadanos europeos y dejar una semana sin comprar nada y negarnos a pagar impuestos.
Y así demostrariamos quien tiene realmente el poder, que se nos va arrebatado poco a poco, sin que la mayoría, se de cuenta, que costó mucho conseguir, y que nuestros políticos europeos, siguiendo los dictados americanos, como perritos falderos, no hacen más que contarnos mentiras, para que creamos en ellos y en este sistema, que vuelve a la época feudal, a base de convertirse y en aumentar la corrupción.
Ya no existe ni ética, ni moral, ni decencia. Permitida la barra libre y el más admirado, es el que más roba.
Pena y vergüenza, debería darnos, nos comportamos como auténticos depredadores y así , no va a ver sociedad que aguante. Aunque a lo peor, es lo que pretenden.
Asco da vivir en este mundo, donde se prioriza , la economía, sobre el bienestar de las personas, porque sin la clase trabajadora, no habría empresas. Sus dueños, solo se dedican a extraer beneficios, que en su medida es lógico, pero no exagerados, a base de hundir la vida del trabajador, que es el que produce, y con ayuda de las leyes aprobadas por los politicos parlamentarios europeos, que dicen que lo hacen , en beneficio de los ciudadanos.
Permitanme que me ria a carcajadas, sino fuese tan penoso. Lo malo es que la mayoría de la gente, se lo cree.
Y así nos va, acabaremos dejando destruir el mundo por nuestro pasotismo y yo no tengo hijos, y el que los tiene y puede mantenerlos, que se autosubvencionen y los que no pueden, que no los tenga, porque algunos vamos muy hartos de pagar siempre y no conseguir nunca nada. El que quiera dinero, primero que lo aporte y como dice el refrán, «el que quiera peces, que moje el culo». Aquí arrimamos todos el hombro, o ya está bien de vivir algunos, parasitando al resto.