Un órgano asesor de la Xunta publica un duro informe contra la macrocelulosa de Altri y Greenalia

El Consello da Cultura Galega concluye que la fábrica generaría una fractura grave en el territorio y que el proyecto no tiene en consideración los valores ni las capacidades de la zona en la que se quiere instalar.
Un órgano asesor de la Xunta publica un duro informe contra la macrocelulosa de Altri y Greenalia
Manifestación en conta de la macrocelulosa de Altri en Palas de Rei (Lugo) Foto: BLOOMBERG

“La decisión de implantar una fábrica de fibras textiles a base de celulosa en Palas de Rei no responde ni a un plan territorial ni a un plan industrial que hayan sido evaluados ambientalmente, sino que se adoptó con una declaración de proyecto industrial estratégico por parte del Consello de la Xunta de Galicia. No consta que [en esa decisión] se hayan tenido en cuenta los valores del territorio ni sus capacidades para soportar esa instalación industrial, ni los impactos que produciría sobre el medioambiente y las comunidades que lo habitan”.

Así de contundente empieza el capítulo de conclusiones del informe que el Consello da Cultura Galega, un órgano consultor y asesor de la Xunta de Galicia, ha publicado sobre el proyecto Gama, bajo el cual Altri y Greenalia buscan instalar una macrocelulosa en el Ayuntamiento de Palas de Rei (Lugo). El informe, de 181 páginas, está firmado por 10 perfiles científico-técnicos expertos en materias tan diversas como salud, sociología o paisaje y se ha publicado a iniciativa del propio Consello. Aunque la Xunta suele pedir la opinión del organismo para este tipo de proyectos, en esta ocasión no lo ha hecho.

Uno a uno, el informe repasa y desmonta los principales argumentos a favor de la instalación industrial, con capacidad para producir 400.000 toneladas de celulosa y 200.000 de lyocell al año. Por ejemplo, el análisis del Consello da Cultura Galega estima que se crearán entre 161 y 281 empleos directos, la mitad de los anunciados en el proyecto y mucho menos de los 2.000 prometidos inicialmente.

Por otra parte, considera que la instalación de la macrocelulosa sí produciría una fractura grave en el territorio, “un espacio social, habitado, en construcción permanente, en el que introduce un elevado grado de incertidumbre sobre su evolución futura”, señala el informe. Todo esto, a cambio de un impacto reducido en la economía gallega, ya que la mayor parte de los beneficios serían para empresas de fuera, añade.

El documento también contradice los cálculos de las empresas Altri y Greenalia acerca de la cantidad de materia prima –eucalipto– necesaria para alcanzar la producción de celulosa necesaria. Concluye, así, que no sería posible abastecer la fábrica sin incrementar la extensión dedicada al cultivo de este árbol en la comunidad (Galicia produce en la actualidad más de 6 millones de metros cúbicos de madera de eucalipto al año). Añade, además, que sería imposible mantener la calidad del agua del río Ulla, tanto por elevado caudal de la captación de agua (46 millones de litros al día) como por la composición y la temperatura del vertido una vez utilizada el agua en la fábrica.

También incluye un apartado específico para las emisiones de gases de efecto invernadero y gases contaminantes, para el impacto ecológico en el entorno (la zona donde está proyectada la fábrica estaba propuesta como ampliación de la Red Natura 2000) y para la destrucción del paisaje y del patrimonio cultural, así como del modelo económico y territorial de la región. “Los estudios realizados para la elaboración de este informe apuntan a la inexistencia de los datos y las investigaciones necesarios para la toma de decisiones de un proyecto de estas características”, concluyen desde el Consello da Cultura Galega.

Una veintena de informes (la mayoría desconocidos)

El informe del Consello da Cultura Galega no es el primero elaborado alrededor de la construcción de la macrocelulosa en Palas de Rei, un asunto que ha puesto en pie a buena parte de la población gallega. Sin embargo, sí es el primero que se hace público de forma transparente. La Xunta ha encargado a diferentes organismos públicos cerca de una veintena de informes técnicos, pero su contenido nunca ha sido publicado en su totalidad y se ha ido conociendo a cuentagotas a través de algunos medios de comunicación. De hecho, la Plataforma Ulloa Viva, que vertebra la lucha vecinal contra el proyecto, se queja de que nadie desde la Administración les informa del avance de los estudios y los procedimientos, a pesar de ser los principales afectados.

Por ejemplo, Europa Press publicaba en agosto que el informe del Instituto de Estudos do Territorio (dependiente de la Consellería de Medio Ambiente) señalaba que la macrocelulosa tendría un impacto paisajístico considerable, pero recomendaba seis acciones correctoras para subsanarlo (como la plantación de barreras vegetales para ocultar la fábrica). Hace pocos días, la misma agencia publicaba también que la Axencia Galega da Industria Forestal había emitido un informe en el que concluía que la producción de eucalipto es suficiente para satisfacer a Altri (algo que ahora desmienten los cálculos del Consello da Cultura Galega).

Desde la Plataforma Ulloa Viva piden a la Xunta de Galicia respeto, «que deje de utilizar las instituciones públicas en beneficio de intereses empresariales y que se acerque al territorio”.  Advierten al Gobierno autonómico de que la actitud mostrada hasta ahora solo contribuirá a aumentar el rechazo social al proyecto de macrocelulosa. “Supondrá que la Xunta siga estando en frente de los vecinos en lugar de a su lado, como haría un gobierno responsable”, recalcan.

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