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A mediados de noviembre, el municipio de Ingenio, en Gran Canaria, incorporó a su flota de vehículos oficiales una forma de movilidad nada habitual para una corporación. Tiene también motor, por lo que podría ser un coche. Tiene dos ruedas, por lo que podría ser una moto. Pero no, en esta ocasión se han decantado por tres bicicletas eléctricas urbanas.
Las bicis, que permiten alcanzar velocidades de hasta 25 km/h y con una autonomía de entre 70 y 90 kilómetros, están disponibles para que el personal municipal realice desplazamientos dentro del entorno urbano, ya sea “hacer una inspección, una supervisión, visitar a algún vecino…”, explica a Climática Josué Domínguez, técnico en la concejalía de Transportes de Ingenio.
Esta idea, explica Domínguez, nació ante la carencia de vehículos en el parque móvil. Si bien en los últimos años han incorporado coches (casi siempre eléctricos), esta vez tomaron la decisión atípica de adquirir bicicletas eléctricas de la marca Scott. “El coste de una bicicleta frente a un vehículo es mucho menor. Las tres nos han costado menos de 6.000 euros”, detalla Óliver Navarro, concejal de Movilidad y Transportes,
Contra mitos y obstáculos
Si bien muchas ciudades y países se están replanteando la forma en que se organizan sus calles y se mueven sus habitantes, en Canarias y sus municipios están, según Josué Domínguez, «a la cola de las tendencias europeas”. En el caso de Ingenio (aunque extensible a otros muchos puntos de las islas), la concejalía de Transportes “solo se había dedicado a mirar hacia el taxi principalmente”, cuenta Óliver Navarro. “Por desgracia, en los ayuntamientos se destina poco dinero a las políticas de movilidad. Iremos sembrando la semilla para que eso cambie poco a poco”, cuenta Domínguez.
La noticia de la compra de bicicletas eléctricas por parte del Ayuntamiento sirve –sostienen– para dar ejemplo de que hay vida más allá de los coches a la hora de ir de un sitio a otro. Pero también para desmontar un mito: que en Ingenio no se pueden usar por la orografía del municipio.
“Cuando surgió la idea de adquirir bicicletas, si bien aposté por ello, al principio era un poco reacio”, cuenta David Tadeo, técnico de Nuevas Tecnologías en el consistorio y una de las personas que hace uso de las bicicletas eléctricas. Asegura que hasta cierto punto se había creído el “mito” de que en una ciudad como Ingenio, con cuestas, “iban a ser un poco complicadas de usar”. Un prejuicio que ha derribado: “Hoy no lo cambiaría por otro sistema de movilidad, por lo menos para moverme en un radio de 5 kilómetros a la redonda”, sostiene.
Aun así, existe un obstáculo muy real que impide que la gente dé el paso de dejar el coche aparcado y pedalear: la falta de carriles bicis, un problema que se extiende a toda Canarias y a la mayor parte del país. En el caso de Ingenio, su Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) –en el cajón hasta hace poco lastrado por la pandemia–, contempla modificaciones de la vía pública para favorecer el uso de la bicicleta. No obstante, “esas obras no se han llevado a cabo, están planteadas a futuro”, cuenta David Tadeo, pieza clave en los últimos años para que el municipio haya dado un paso hacia la movilidad sostenible. Sobre esto, el técnico cuenta que “el hecho de que muchos trabajadores implicados en ese plan de movilidad estemos usando las bicicletas nos va a servir para darnos cuenta de cuáles son las necesidades reales y cuáles deben ser las prioridades”.
Todavía no ha pasado un mes desde que empezaron a usar las bicicletas eléctricas, pero ya ha despertado gran interés en otras concejalías como la de Deportes (quien ya les ha pedido una para su personal) o desde la Policía Local y Protección Civil, explica el técnico de Movilidad Josué Domínguez.
Sobre si ampliarán la flota de bicis, el concejal –que es ciclista y usa una bici eléctrica para ir al trabajo o llevar a su hija al colegio– prefiere esperar a ver las valoraciones pasado un tiempo: “Hay que seguir mejorando las que tenemos antes de adquirir más”, añade. Una de esas mejoras, dice, será la de colocar alforjas para que también se pueda transportar cualquier cosa.
Otra de las novedades que quieren implementar para lograr hacer del municipio un entorno más amable para las bicicletas es la instalación de una red de aparcamientos de bicis seguros. Para ello, se han acogido a unas ayudas del Gobierno de Canarias. Y es que como explican a Climática los tres representantes del Ayuntamiento, de nada sirve tener bicicletas y carriles si luego no hay aparcamientos en las tiendas o establecimientos.