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Comienza el juicio por maltrato animal en la granja porcina «de los horrores» de Murcia

Igualdad Animal ejerce como acusación popular y reclama tres años de prisión para los propietarios de la granja Hermanos Carrasco. El programa 'Salvados' destapó junto a la ONG el estado "deplorable" de los animales en la explotación que suministraba a El Pozo.
Comienza el juicio por maltrato animal en la granja porcina «de los horrores» de Murcia
En 2018 Jordi Évole y su equipo entraron junto a investigadores de Igualdad Animal en la granja de cerdos murciana y abrieron un debate público sobre la industria cárnica. Foto: Igualdad Animal

El Juzgado de lo Penal número 1 de Lorca (Murcia) acoge este miércoles el juicio contra los responsables de la granja porcina Hermanos Carrasco, en Alhama de Murcia, para quienes la Fiscalía solicita 18 meses de prisión por maltrato animal.

La Fundación Igualdad Animal, que ejerce la acusación popular, imputa a los propietarios de la granja 14 delitos de maltrato animal y reclama para ellos tres años de prisión y nueve de inhabilitación. El estado de la granja se dio a conocer en el programa de televisión Salvados de La Sexta con Jordi Évole como presentador, en febrero de 2018, y en el que se mostraron animales enfermos y mutilados conviviendo con otros muertos.

«Es el mayor escándalo de maltrato animal en granjas de la historia de España», ha asegurado hoy a las puertas del juzgado su cofundador, Javier Moreno. Ha atendido a los medios de comunicación rodeado por activistas con fotografías de los cerdos de la granja a la que entraron sin permiso junto al cámara que grabó las imágenes, que también testificará en el juicio.

Moreno ha explicado que la granja suministraba carne a la empresa local El Pozo y es «la peor» que ha visto en su vida. «Lo que vimos allí es indescriptible: animales con hernias tan grandes que no podían ni moverse, canibalismo, cerdos muertos, otros con úlceras en las patas, animales en condiciones sanitarias deplorables».

El portavoz de la ONG ha definido estas instalaciones como «la granja de los horrores» y se ha mostrado satisfecho de que sus responsables vayan a ser juzgados años después de que las imágenes alcanzaran gran difusión en televisión y redes sociales de internet. Este programa desencadenó un escándalo internacional que afectó al sector de la ganadería intensiva y a empresas cárnicas como El Pozo, que primero negó su relación con ella y después la reconoció y la interrumpió.

«Vimos animales abandonados a agonizar mientras otros se los comían y animales muertos en estado de putrefacción que eran mantenidos en el mismo espacio que los cerdos vivos y viviendo sobres sus propios excrementos. Todo indicaba que estos animales no habían recibido nunca atención veterinaria», aseguran desde la entidad.

La mutilación es una práctica habitual en las granjas

Moreno ha destacado que abrieron un «debate sin precedentes» sobre el maltrato animal de la industria cárnica en España y evidenciaron que las inspecciones a las granjas en el país «son mínimas y se avisan hasta con 72 horas de antelación».

Ha remarcado que en las granjas intensivas de porcino nacionales las condiciones de los animales suelen ser «deplorables» y estos están «hacinados» y ha denunciado «practicas rutinarias y completamente legales, como la mutilación». «A los cerdos se les cortan los testículos y los dientes sin anestesia, las madres pasan su vida encerradas en jaulas y los animales no ven la luz del sol», ha señalado.

La ONG también señala que cuatro días antes de la emisión del programa, Interporc (la patronal de la industria porcina) envío una carta a Isabel García Tejerina, Ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en aquel momento, en la que solicitaba «que desde su ministerio se muestre apoyo público al mismo para advertir a los medios y a la opinión pública de la verdadera labor y de los valores y compromiso con el medio ambiente y la sociedad del sector porcino español”. 

Tras una década de denuncias públicas, Igualdad Animal considera que su mensaje contra el maltrato está calando en la sociedad española y su confundador ha pedido que se mantenga «sobre la mesa» el impacto de la industria ganadera no solo sobre los animales, sino también sobre el medio ambiente ante el cambio climático.

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