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El Grupo Lusiaves, gigante del sector avícola en Portugal, ha iniciado el proceso de despido de cuatro empleados tras las imágenes publicadas por la asociación ARDE donde se veía a varias personas golpear de forma indiscriminada a los pollos de una de las granjas que posee la empresa.
La compañía fue conocedora de las imágenes a través de Climática, que se las hizo llegar para conocer su punto de vista acerca de lo sucedido. Desde entonces, Grupo Lusiaves “inició una investigación interna” para determinar la veracidad de las imágenes e identificar a los responsables de la masacre animal, han explicado a este medio.
Si bien reconocen que muchas partes del vídeo pertenecen a su granja Quinta de Matinhos, ubicada en la localidad de Marinha das Ondas (Figueira da Foz, Coimbra), insisten en que otras “no corresponden íntegramente a la explotación” señalada. Seguidamente, tras revisar la grabación, interrogaron a varias personas que trabajaban en la granja en cuestión los días 6 y 7 de noviembre de 2024, cuando se registraron las imágenes de maltrato a los pollos.

En un primer momento, Lusiaves tomó la decisión de suspender sus funciones a cuatro trabajadores, pero ayer jueves, tal y como confirman a Climática, “se han emitido las correspondientes notificaciones de culpabilidad, proponiendo la sanción de despido justificado para cuatro empleados debido a la gravedad de la situación detectada”. De acuerdo con la legislación portuguesa vigente, las personas despedidas tienen un plazo legal de 10 días hábiles para impugnar.
La empresa avícola achaca lo sucedido a un caso aislado que no representa “la cultura de la empresa ni la actitud de sus más de 4.500 empleados” y afirman que, “tras un exhaustivo proceso de investigación en otras explotaciones del municipio, en ninguna de ellas se han producido actos contrarios al bienestar animal”.
El Grupo Lusiaves es el encargado de suministrar a los supermercados Mercadona la referencia de los productos congelados “cuartos traseros de pollo”, en el caso de la península, y de “solomillos de pollo”, en el de las islas Canarias.
Después de que se conocieran los hechos, desde la asociación ARDE reportaron que en varios establecimientos de la cadena de Juan Roig de distintos puntos de España ha desaparecido el producto, aunque no en todos. También ocurre en algunos que la referencia se mantiene pero con otro proveedor distinto a Lusiaves, como ha podido comprobar Climática. Con el objetivo de verificar si se trata de casos puntuales o una decisión de la dirección, este medio se ha puesto en contacto con Mercadona, quien tras varios correos electrónicos sin respuesta, dice que no van a realizar más comentarios al respecto, “tan solo reiterar que desde Mercadona rechazamos cualquier práctica de abuso y maltrato”.


En las imágenes que lo iniciaron todo, grabadas por un informante que ha colaborado con la asociación animalista, se ve cómo operarios dejan a centenares de aves sin cargar durante el traslado de la granja al matadero, y otros empleados deciden deshacerse de low pollos de manera extremadamente cruel: durante horas, los golpean con varas hasta que mueren o quedan con grandes traumatismos.
Uno de los aspectos más llamativos de este caso es que Grupo Lusiaves posee el certificado internacional Welfair, que busca garantizar buenas prácticas en bienestar animal respetuosas y sostenibles. El sello está gestionado por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) –perteneciente a la Generalitat de Catalunya– en colaboración con el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER-Tecnalia).
Al igual que Lusiaves, Welfair fue conocedora de este caso por Climática. Al día siguiente de recibir el vídeo, el organismo mandó a un equipo a la granja implicada para realizar una auditoría sorpresa. Tras la inspección, fuentes de Welfair confirman que «parte de las imágenes» se corresponden con la granja Quinta de Matinhos. En estos momentos, no han tomado ninguna decisión al respecto porque continúan con el proceso de investigación. Desde la organización han reclamado a Lusiaves información adicional ya que no pudieron hacer una auditoría completa al encontrar solo pollos recién nacidos, los cuales no permiten llevar a cabo una correcta evaluación.
Al respecto, Grupo Lusiaves ratifica que ha sido “objeto de múltiples auditorías sorpresa por parte de organismos públicos competentes y entidades certificadoras, sin que se detectara ningún incumplimiento de las normas de bienestar animal”.
No creo que a Mercadona, dado el corazón de pedernal del dueño, le importe demasiado el maltrato dado a los pollos.
Un individuo que echa lejía en los excedentes del día para que ningún necesitado los pueda aprovechar.
Que despide a un empleado porque lo pillaron comiéndose una hamburguesa.
Que no se quiso avenir a razones cuando el SAT pretendía con la divulgación de los carros con artículos de primera necesidad, cogidos de varios supermercados, que todos se enteraran de que en Andalucía se estaba pasando hambre.
Miembro del Opus Dei, una secta ultra y negra que además de cobijar a grandes capitalistas, es maestra en practicar ataques psíquicos, astrales y energéticos y que practica el vampirismo de energías.
La quinta fortuna de España.
Un tiburón capitalista al que no para de engordar la clase obrera.
De vez en cuando creo que dona, a bombo y platillo, no vaya a ser que pase desapercibido, una apreciable cantidad de dinero para alguna causa justa. Lo propio de los millonarios filántropos, de cada cien que te sacan de vez en cuando devuelven veinte.