Masiva manifestación en Galicia: «El agua es nuestro futuro. Ni Altri ni mina»

38 autobuses y 600 barcos se han sumado a la protesta por tierra y mar, en la que han participado miles de personas.
Masiva manifestación en Galicia: «El agua es nuestro futuro. Ni Altri ni mina»
Una pancarta de la manifestación. Foto: Plataforma en Defensa da Ría de Arousa – Pedra

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Unas 50.000 personas, según la Plataforma en Defensa de la Ría de Arousa (PDRA) –20.000, según la Policía Local–, se han manifestado este sábado en A Pobra (A Coruña) contra el plan de la empresa lusa Altri en Palas (Lugo).

38 autobuses y 600 barcos, dos de ellos extranjeros, se han sumado a la protesta por tierra y mar en el Barbanza, tanto contra la celulosa que la compañía portuguesa pretende construir en Galicia como contra la reapertura de la mina de cobre en el núcleo coruñés de Touro.

El agua es nuestro futuro. Ni Altri ni mina. Defendamos nuestro modo de vida. Este ha sido el lema de la pancarta que ha encabezado la movilización terrestre. En el agua, con el eco de las sirenas de las embarcaciones, se ha escuchado el grito: «Ni Altri ni mina. Viva el río Ulla y viva la ría de Arousa».

El presidente de la PDRA, Xaquín Rubido, ha destacado la unidad del movimiento social que se opone a un modelo «altamente salvaje de industrialización». «Vamos a parar estos dos proyectos altamente contaminantes», ha garantizado, y ha dicho de ellos que son una «ruina» para Galicia y un «atraco» a los gallegos. Además, ha pedido la dimisión de las responsables de Medio Ambiente y de Economía en la Xunta y del titular de Mar. «La dignidad que le falta al gobierno de Rueda para defender a este país la tenemos los que estamos aquí», ha espetado.

Plataforma en Defensa da Ría de Arousa - Pedra
  1. Día Mundial del Agua, un recurso en extinción… que cotiza en Bolsa
    Cada año el 22 de marzo, el mundo celebra el Día Mundial del Agua, proclamado por la ONU en 1992 en la Conferencia sobre Medio Ambiente celebrada en Rio de Janeiro, una fecha elegida para concienciar sobre la importancia crítica del agua dulce y promover una gestión responsable de este recurso esencial, el tema elegido para este año es sobre la «Conservación de los glaciares».
    Por más que les pese a los negacionistas de todo orbe o a «los nuevos científicos de las redes sociales” el agua y el cambio climático están inextricablemente vinculados. Los fenómenos meteorológicos extremos están provocando que el agua sea más escasa, más impredecible, más contaminada o las tres cosas a la vez.
    La gestión sostenible del agua es fundamental para fortalecer la resiliencia de las sociedades y los ecosistemas, así como para reducir las emisiones de carbono.
    Es innegable que verano tras verano las sequías y los incendios forestales están desestabilizando comunidades y provocando disturbios civiles y migraciones en muchas zonas. La destrucción de la vegetación y la cubierta arbórea agrava la erosión del suelo y reduce la recarga de aguas subterráneas, lo que aumenta la escasez de agua y la inseguridad alimentaria.
    El agua que se nos presenta como un bien indispensable para la vida en la Tierra, pasó a ser considerada como una simple mercancía ya en 1992, a la vuelta de la Conferencia de Rio, ya que desde entonces para la Organización Mundial del Comercio esta es “una mercancía, un bien privado”, es decir una mercancía más para la especulación.
    Al igual que el petróleo, el oro o el trigo este recurso natural entro a cotizar en la Bolsa de Valores de Wall Street en 2020/2021 vinculado al índice Nasdaq Veles California Water (NQH20) transformado en un índice de valor de los precios futuros del agua de California.
    Para ser concretos lo que ha salido a bolsa son los derechos de uso del agua.
    El negocio con este bien imprescindible creció exponencialmente, en el año 2000, la revista Fortune, publicaba que el mismo movía 400.000 millones de dólares al año. Hoy, apenas un puñado de multinacionales (las francesas Veolia y Suez son las más importantes) controlan los principales recursos hídricos a escala mundial. Por su parte organismos como el Banco Mundial, o el Banco Interamericano de Desarrollo BID siempre al servicio de las grandes transnacionales, condiciona la concesión de créditos a países emergentes a que privaticen los servicios de abastecimiento de agua.
    Mientras, tanto las consecuencias para la mayoría de la población han sido brutales, como lo destaca el “Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2020: Agua y Cambio Climático”, señalando que en el mundo hay actualmente 2.200 millones de personas privadas de acceso al agua potable y otros 4.200 millones que carecen de sistemas de saneamiento seguros.
    Con la cotización del agua en los mercados los capitalistas han dado un paso adelante cualitativo en la apropiación y control de este recurso básico para la vida que tendrá efectos todavía más dramáticos para millones de seres humanos. Y aunque como siempre algunos traten de minimizar el hecho, el agua se ha convertido en un indiscutible commodity.
    Aunque el índice está basado en los precios de las cuencas fluviales de California, este valor podrá ser usado como referente para el resto del mundo en los mercados del agua.
    El negocio es redondo y está asegurado. El agua es un recurso básico para la vida y su uso en el planeta se ha multiplicado por seis en los últimos 100 años, según el informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos.
    El negocio del capitalismo con el cambio climático
    Una de las características que define al sistema capitalista es su capacidad para hacer grandes negocios con las grandes catástrofes, la mayoría de las cuales son provocadas por ellos mismos. Uno de los ejemplos más claros son las guerras; terribles acontecimientos para millones de seres humanos, pero a la vez tremendamente lucrativas para un puñado de millonarios.
    El cambio climático que claramente está padeciendo el planeta ya está provocando consecuencias desastrosas para la vida en la Tierra, y una de ellas es la cada vez mayor escasez de agua. Este problema no tiene nada que ver con un “castigo divino” sino que es una consecuencia más de la explotación salvaje y descontrolada que sobre la naturaleza ejerce el capitalismo, un sistema económico orientado a satisfacer los intereses de una minoría sin importar las consecuencias que pueda tener para el resto de la humanidad.
    Y siendo consecuentes con la lógica de su sistema, los capitalistas se preparan para seguir haciendo negocio con las catástrofes que ellos mismos generan.
    En los próximos años dos tercios del planeta podría experimentar carestía de agua y millones de seres humanos verse obligados a desplazarse. Y con absoluta certeza las sequías, el cambio climático y el crecimiento demográfico van a seguir elevando el precio del “líquido elemento”
    Que los capitalistas hagan que un bien tan esencial para la vida como es el agua cotice en bolsa define perfectamente la barbarie de su sistema económico y social. Mientras las consecuencias del cambio climático empiezan a ser muy evidentes, mientras millones de personas no tienen acceso al agua potable, toman medidas para hacer todavía más negocio de la catástrofe que ellos han provocado.
    Están destrozando el planeta en el que vivimos con un modelo de producción absolutamente depredador. El cambio climático y todas las terribles consecuencias que está provocando y provocará a la humanidad es únicamente producto del capitalismo y su lógica del máximo beneficio.
    La obscena abundancia de una élite minoritaria se levanta sobre la miseria de millones de seres humanos. Hay riqueza, recursos y tecnología suficientes en el mundo para que todos podamos vivir dignamente, el problema es que se encuentra en muy pocas manos y al servicio de sus intereses. El sistema capitalista es insustentable en su búsqueda insaciable de una acumulación sin fin de capital tendiente a una producción que debe expandirse continuamente para obtener ganancias.
    Frente a la crisis ambiental el problema central no es la división entre quienes contaminan y quienes no lo hacen sino en la mayoría social que están pagando los costos de la crisis y los capitalistas que la generaron. Sin dudas que para salvar el Planeta hay que destruir al capitalismo…
    https://loquesomos.org/dia-mundial-del-agua-un-recurso-en-extincion-que-cotiza-en-bolsa/

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