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Los metales objetivo de la minería submarina son clave en la producción de oxígeno en el fondo del mar

Mientras la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos está reunida para decidir si autorizan la explotación de las profundidades del océano, una investigación revela que los pequeños conglomerados de metales producen voltaje suficiente como para dividir el agua en oxígeno e hidrógeno, un proceso que nunca había sido observado a miles de metros de profundidad.
Los metales objetivo de la minería submarina son clave en la producción de oxígeno en el fondo del mar
Un holoturo ('Elasipodida') translúcido de color naranja rosado con el tracto intestinal visible. Foto: NOAA Okeanos Explorer Program.

A más de 4.000 metros de profundidad, en el océano, el frío y la oscuridad lo envuelven todo. Allí, en las planicies plagadas de los nódulos polimetálicos que la industria minera ve esenciales para la enésima revolución tecnológica, no llega la luz del sol y, por lo tanto, no hay organismos capaces de hacer la fotosíntesis. Sin embargo, hay algo que está produciendo oxígeno. Un estudio recién publicado en Nature Geoscience sostiene que ahí abajo hay en marcha un proceso similar a la electrólisis, el cual parece estar íntimamente ligado con los nódulos polimetálicos que ahora se quieren recoger y explotar.

Durante miles de millones de años, la vida en la Tierra prosperó sin oxígeno. Sin embargo, tras la aparición de los primeros organismos fotosintéticos hace 2.400 millones de años, el planeta se llenó de una nueva molécula mucho más energética, lo que dio pie a una explosión de vida sin precedentes que nos llevó, con sus altos y sus bajos, a donde estamos hoy. En la actualidad, la fotosíntesis sigue siendo la forma principal de generar oxígeno en la Tierra y se conocen pocas formas de producirlo sin la intervención de la luz solar. Una de ellas es la llamada electrolisis de agua marina, un proceso que implica el uso de electricidad.

Por eso, cuando los investigadores que firman el estudio encontraron picos en los niveles de oxígeno en las profundidades del océano, donde no llega la luz, se quedaron sorprendidos. El hallazgo se produjo precisamente mientras estudiaban el entorno para una de las concesiones de prospección otorgadas por la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) en la llamada zona de Clarion-Clipperton, en la que la industria de la minería submarina tiene puestas muchas esperanzas. Tras percibir que los niveles de oxígeno no seguían patrones graduales, sino que subían o bajaban rápidamente en cuestión de días, decidieron investigarlo.

Hasta su estudio, la opinión más extendida entre los científicos sostenía que el oxígeno llega al fondo del océano por las corrientes que arrastran aguas superficiales, donde sí hay fotosíntesis. Sin embargo, los investigadores apuntan ahora que los nódulos polimetálicos pueden producir suficiente voltaje como para dividir las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno, es decir, llevar a cabo la electrólisis del agua de mar. Este fenómeno nunca había sido observado antes en las profundidades del océano.

“El hecho de que se pueda producir oxígeno lejos de la superficie tiene muchas implicaciones en la distribución de la vida animal, no solo en los océanos de la Tierra, sino también más allá de nuestro planeta. El oxígeno proporciona energía suficiente para que sobrevivan organismos grandes como los animales, por lo que un proceso que produzca oxígeno sin luz solar podría permitir que haya formas de vida más grandes en las aguas profundas y oscuras de otros mundos», señala Jeff Marlow, investigador de la Universidad de Boston y coautor del artículo.

El hallazgo supone también más argumentos a favor de los que piden que se retrase el inicio de las actividades mineras en las profundidades debido, sobre todo, al gran desconocimiento que existe sobre esa parte del planeta, los seres que la habitan y los procesos que se desarrollan allí. “Esta investigación señala cuánto nos queda por descubrir y aprender sobre las profundidades marinas y plantea más preguntas sobre cómo la minería podría afectar a este entorno”, añade Sofia Tsenikli, de la coalición científica Deep-Sea Mining Global Campaign, una de las plataformas que más presiona a favor de la moratoria de la minería submarina.

De acuerdo con la coalición, el estudio no solo prueba que alrededor de los nódulos hay un proceso de producción de oxígeno en marcha, sino también que se desconoce por completo cómo la eliminación estos nódulos por parte de las operaciones mineras y los penachos de sedimentos asociados a la recolección de estos recursos podrían influir en la producción de oxígeno del fondo marino y cuáles podrían ser los impactos en la vida y el resto de procesos submarinos, como el ciclo del carbono.

Los nódulos polimetálicos, pequeños conglomerados de metales como manganeso, hierro, cobre o níquel que se forman a lo largo de miles de años, son uno de los objetivos prioritarios de las primeras empresas que quieren empezar a explotar los recursos mineros submarinos, como The Metals Company. La empresa canadiense es la que más avanzada tiene su operación y espera conseguir permiso para explotar comercialmente los fondos marinos en las próximas semanas. De hecho, la ISA se encuentra reunida desde el pasado 15 de julio y hasta el 2 de agosto para, entre otras cosas, debatir la posibilidad de autorizar la actividad minera o establecer una moratoria.

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