Etiquetas:
20.000 personas según la Policía y más de 50.000 según la organización. Palma de Mallorca se ha echado a la calle una vez más, esta vez este domingo 21 de julio, en pleno verano, para manifestarse contra la saturación turística que vive la ciudad en particular y el archipiélago balear en general. Se trata de la segunda concentración en apenas dos meses (la anterior fue el 25 de mayo), fruto del hartazgo de vecinos y vecinas que sufren las consecuencias del actual modelo turístico voraz.
Bajo el lema ‘Cambiemos el rumbo, pongamos límites al turismo‘, los manifestantes han puesto el foco sobre diferentes ámbitos: precariedad laboral de los trabajadores y trabajadoras del sector, subida de los precios de la vivienda, saturación de la ciudad y las playas, depredación del territorio….
La concentración, convocada por la plataforma Menys Turisme, Més Vida, es la primera de las movilizaciones que recorreran las cuatro islas que componen el archipiélago balear durante el verano. En esta ocasión, la manifestación comenzó a las 19h y atravesó las principales calles de la ciudad en plena temporada turística, una hecho inédito.
En 2023, a España llegaron más de 85 millones de visitantes, superando así las cifras de 2019, que ya habían sido históricas. De ellos, casi un 17% llegaron a las islas Baleares a pesar de ser la comunidad autónoma con menor extensión de todo el Estado, tensando de esta forma la relación con las poblaciones locales.
En total, más de 100 entidades, colectivos y movimientos sociales de Mallorca tomaron las calles este pasado domingo. La reividicación es compartida por la mayor parte de partidos políticos del archipiélago, incluido el Partido Popular, actualmente en el Gobierno de la región, que ha puesto en marcha un foro político y social para abordar el problema. A pesar de ello, el acuerdo de Gobierno con Vox, ahora roto, prometía impulsar el sector turístico «como principal industria» de la región y luchar «contra la turismofobia, planteando una hoja de ruta clara no sometida a vaivenes coyunturales ni partidistas, que apueste por el medio y largo plazo, sobre la base de la sostenibilidad económica, social y medioambiental».