El programa medioambiental del PSOE: continuismo, más renovables y adaptación climática

El partido socialista presenta un programa con propuestas para la transición ecológica y energética en línea continuista y sacando pecho de la gestión del ministerio de Teresa Ribera, uno de los más activos durante la última legislatura.
El programa medioambiental del PSOE: continuismo, más renovables y adaptación climática
El presidente del Gobierno e España, Pedro Sánchez, en el acto de presentación del programa electoral del PSOE. Foto: PSOE

Sigue corriendo el reloj de la campaña electoral. Mientras los principales candidatos se ponen el traje de faena y muestran algunas de sus cartas, nosotros seguimos analizando las propuestas de cada uno. 

Tras ver en detalle el programa del PP, ahora toca estudiar en clave medioambiental y climática el programa del PSOE para el 23J y entender cuáles son las prioridades del partido que ha liderado la coalición de gobierno durante los últimos cuatro años.

Medioambiente y cambio climático en el programa electoral del PSOE

Sobre el papel, el cambio climático, la transición ecológica y la protección de la biodiversidad son cuestiones transversales en el programa político del PSOE. A lo largo de sus 263 páginas, dedica 34 menciones al cambio climático (por las 6 que tenía el del PP), 24 a las energías renovables (por 4 del PP), 12 a la biodiversidad (por 5 del PP), 16 a descarbonizar, 74 a la movilidad y dos a las nucleares. 

Eso sí, no hay ni una referencia a los combustibles fósiles, cuya quema es la principal causa del cambio climático de origen humano. En eso (y en los regadíos y la ampliación de los aeropuertos), el programa del PSOE coincide con el de los populares

En las propuestas socialistas, el cambio climático y el medioambiente aparecen de forma transversal en temas como energía, vivienda, gestión de recursos o agua. Además, el PSOE dedica todo un bloque de los siete de su programa a la «agenda verde«. No se trata de un plan integral para hacer frente a la crisis climática, pero se le acerca, con políticas de mitigación detalladas y pasos hacia una estrategia de adaptación, sobre todo, en cuestiones de agua y sequía.

En líneas generales, el programa medioambiental del PSOE ofrece una línea continuista con respecto a lo que se ha hecho desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico durante los últimos cuatro años, bajo la batuta de la vicepresidenta tercera Teresa Ribera. Aun así, existen una serie de claves que es necesario observar de cerca.

Más renovables

Todo apunta a que 2023 será un año clave en la transición energética de España. Según las estimaciones de Red Eléctrica, las energías renovables alcanzarán el 50% de la generación eléctrica anual este mismo año. Durante la última legislatura, el aumento de la potencia renovable instalada ha sido considerable: 4,9 gigavatios (GW) en 2020, 4,6 GW en 2021 y 5,9 GW en 2022. El 59,2% de la potencia total instalada en España ya es renovable.

En su programa, el PSOE promete la redacción de una nueva ley para identificar las áreas idóneas para el desarrollo de renovables, garantizando el respeto al medioambiente. Busca responder así a las organizaciones rurales y ecologistas que han señalado al Gobierno por impulsar una transición energética desordenada y poco justa.

Además, las propuestas socialistas recogen continuar con el desmantelamiento de las térmicas de carbón y de las centrales nucleares, la consolidación de las comunidades energéticas y aprovechar el boom renovable para reindustrializar el país, aumentando la capacidad de producción de bienes a lo largo de toda la cadena de valor de las renovables.

Sí al tren, sí al coche, sí al avión

Dentro del capítulo de movilidad y transporte, el PSOE promete retomar la redacción de la Ley de Movilidad Sostenible para consolidar la movilidad como un derecho de la ciudadanía, así como la creación de un fondo estatal para fomentar la inversión en movilidad sostenible, con el transporte público como protagonista. También propone la gratuidad de los trayectos urbanos para menores de 24 años y ayudas para comprar bicis eléctricas.

Más allá de esas acciones generales, a la hora de hacer propuestas concretas para cada medio de transporte, el PSOE promete más de todo.

  • Tren. Más servicios ferroviarios de cercanías, recuperación de los trenes nocturnos internacionales con Portugal, mejora de la conexión de alta velocidad (con especial hincapié en el AVE a Asturias, Almería y Extremadura), finalización de los corredores Mediterráneo y Atlántico (eso sí, de cara a 2030) y más peso del tren en el transporte de mercancías. 
  • Carreteras. Fortalecer el transporte de mercancías por carretera (al mismo tiempo que se fortalece el ferroviario), crear ayudas para que el sector del transporte adquiera vehículos de cero emisiones y proteger la red de carreteras.
  • Ciudades y áreas metropolitanas. Más carriles BUS-VAO, más carriles bici y más sendas peatonales. Pero nada de otras medidas importantes para reducir el peso del transporte privado en las ciudades, como los aparcamientos disuasorios.
  • Transporte marítimo y aéreo, sin grandes cambios más allá de avanzar en los combustibles alternativos y la neutralidad de carbono. El programa también promete más dinero para aumentar la capacidad de los aeropuertos de Barajas, El Prat y Tenerife. Según un estudio de Ecologistas en Acción publicado esta semana, el macroproyecto de ampliación de Madrid aumentaría en un 35% las emisiones de CO2.

Ambición climática sin compromisos concretos

La última actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) propone reducir un 32% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a 1990 y que el 81% de la generación eléctrica sea renovable para 2030. Aunque es algo más ambicioso que el anterior, está lejos de alcanzar la reducción de emisiones del 55% que marca el objetivo de la Unión Europea.

El programa del PSOE promete, de forma vaga, más ambición climática a nivel internacional y revisión al alza de los compromisos climáticos de España, pero sin cifras concretas. También promete tener en cuenta las recomendaciones de la asamblea ciudadana para el clima en la acción de Gobierno, algo que podía haberse hecho (pero no se hizo) durante la legislatura anterior.

Agua, conservación y adaptación al cambio climático

Casi el 74% del territorio español está en riesgo de desertificación. Las catástrofes naturales y los eventos meteorológicos extremos (muchos potenciados por el cambio climático) dejan miles de millones de euros en daños y miles de pérdidas en vidas humanas cada año. El aumento del nivel del mar afecta (y afectará aún más en el futuro) al litoral español, en el que se concentra la mayoría de la población y de la actividad económica.

Las políticas de adaptación a la nueva realidad climática, para que los efectos del cambio climático no se traduzcan en pérdidas sociales, de salud o de calidad de vida, deberían ser un asunto central de cualquier gobierno que surja de las urnas el 23 de julio. El programa del PSOE no presenta ningún plan ambicioso en este sentido, aunque sí algunas medidas más o menos concretas.

  • Desarrollo de planes de protección de la costa y el mar para garantizar la seguridad de las ciudades litorales y la pesca.
  • Nuevos planes de prevención de la sequía y de gestión del riesgo de inundaciones. 
  • Revisión de los criterios de diseño de las infraestructuras hidráulicas y, sobre todo, de las presas. Todo apunta a que se seguirán demoliendo azudes y pequeñas represas que no están en uso y dañan la salud de los ríos.
  • Protección de espacios de especial interés ambiental, proveedores de servicios ecosistémicos importantes. Menciona también actuaciones prioritarias en Doñana, el Mar Menor, la albufera de Valencia, el delta del Ebro y las Tablas de Daimiel.

Dentro de la conservación, el programa recoge que se aumentará la protección del océano y los ecosistemas marinos con el objetivo de proteger los medios de vida sostenibles, la estabilidad climática, el bienestar humano y la salud global.

En cuanto al agua, más allá de los planes de sequía, el PSOE promete también reformar la Ley de Aguas para blindar el derecho ciudadano de acceso al agua y duplicar la capacidad de desaladoras y de reutilización, pero también aumentar y modernizar los regadíos. Los socialistas sacan pecho de la gestión de los últimos cuatro años, durante los cuales se comprometieron 2.130 millones de euros en nuevos regadíos.

La realidad, claro, muestra una imagen diferente: España es el cuarto país de la Unión Europea que soporta mayores niveles de estrés hídrico, según el World Resources Institute, y el segundo con mayor superficie agrícola calificada como regable. El 80% del consumo de agua se dedica a regar, pero los recursos hídricos disponibles hoy son un 12% menores que en 1980.

Por último, en lo referente a la compensación por daños climáticos, el PSOE se compromete a revisar los mecanismos para agilizar las ayudas para paliar los daños causados por catástrofes naturales.

Las ciudades y el rural: objetivo rehabilitar viviendas

La agenda urbana del programa socialista sigue la senda dibujada durante la última legislatura y busca garantizar el derecho a vivir en ciudades saludables y libres de contaminación. ¿Y cómo? Con zonas de bajas emisiones, peatonalización, renaturalización, más refugios climáticos y más corredores verdes. Otra de las prioridades, como ya quedó claro en el capítulo de movilidad, es reforzar el transporte público. 

Entre las propuestas para el mundo rural, el programa habla, de forma poco concreta, de crear planes de movilidad sostenible a demanda y de fomentar proyectos de bioeconomía y de transformación del territorio, con hincapié en la transición energética.

Además, tanto en las ciudades como en los pueblos, el programa del PSOE recalca la necesidad de rehabilitar 9,7 millones de viviendas para abordar problemas de accesibilidad y de baja eficiencia energética, así como para promover la instalación de energías renovables.

En este sentido, los socialistas prometen impulsar el desarrollo de la Ley 9/2022 de Calidad de la Arquitectura y la estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética. El objetivo es rehabilitar más de 500.000 viviendas durante la próxima legislatura.

En definitiva, el PSOE presenta un programa de corte continuista en lo ambiental, sacando pecho de la gestión del ministerio de Teresa Ribera, uno de los más activos durante la última legislatura. El impulso de la transición energética y la economía verde seguirá siendo prioritario, pero las propuestas pierden peso a la hora de concretar medidas para una transición realmente ecológica y justa.

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