¿Reducir las emisiones un 6% y ahorrar 435.000 millones anuales en salud? Es posible siguiendo el modelo de Copenhague (y otras ciudades)

El mayor estudio hasta la fecha sobre transporte activo sugiere a los gobiernos locales aumentar la densidad urbana y rediseñar las calles para que ir en bici y caminar sea más seguro y cómodo.
¿Reducir las emisiones un 6% y ahorrar 435.000 millones anuales en salud? Es posible siguiendo el modelo de Copenhague (y otras ciudades)
Copenhague, Dinamarca. Foto: Kristoffer Trolle.

Hacer las calles más accesibles y seguras para el transporte activo (caminar e ir en bicicleta) reduciría drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y ahorraría miles de millones de dólares a la salud pública. Así lo concluye un estudio basado en el análisis de viajes anónimos en 2023 de 11.587 ciudades de 121 países y seis continentes, lo que representa alrededor del 41% de la población mundial.

En concreto, los resultados muestran que el aumento de la densidad urbana y el rediseño de las calles para que los desplazamientos activos sean más seguros y cómodos son los factores que mejor predicen las altas tasas de desplazamientos a pie y en bicicleta. Si todas las ciudades ampliaran su red de carriles bici y rediseñaran sus calles como en Copenhague (Dinamarca), los desplazamientos a pie y en bicicleta aumentarían en 663.000 millones de kilómetros al año, lo que se traduciría en una reducción estimada del 6% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y 435.000 millones de dólares al año en beneficios para la salud pública.

En cuanto a la primera de las recomendaciones (aumentar la densidad urbana), los autores aconsejan flexibilizar los límites de altura de los edificios, los requisitos de estacionamiento y otras regulaciones del uso del suelo. En este sentido, el estudio concluye que la densidad es más importante en los países más ricos, y que en lugares con menores ingresos, caminar y andar en bicicleta pueden estar impulsados menos por la forma urbana y más por limitaciones financieras y preocupaciones relacionadas con la seguridad.

Respecto a la segunda recomendación (rediseñar las calles), los investigadores señalan que las aspectos del diseño urbano —aceras, cruces seguros y medidas de calmado de tráfico como intersecciones elevadas— también son importantes para la movilidad activa. «La calidad de la infraestructura también es clave: los carriles bici protegidos por bordillos o vehículos estacionados pueden atraer a ciclistas de todas las edades y niveles de habilidad, mientras que las redes exprés para bicicletas, como las de Montreal, ofrecen estándares de diseño más altos en rutas clave», señala el estudio.

Realizado por investigadores del Instituto de Transporte de la UCLA y Google, se trata del mayor estudio comparativo jamás hecho sobre transporte activo, con 14 veces más ciudades que el siguiente estudio más amplio. Es el primero que proporciona un análisis de datos coherente a nivel mundial en una amplia gama de tamaños de ciudades, niveles de renta y zonas geográficas. Hasta ahora, la falta de datos de muchos países, en particular de Estados Unidos, ha limitado la capacidad de elaborar políticas para promover el transporte activo en otras partes del mundo, apuntan los autores.

Pero promover caminar y montar en bicicleta no solo comporta muchos beneficios para la salud física y mental, sino que también ayudaría a reducir el número de atropellos, especialmente en lugares como India o Estados Unidos, donde las tasas de mortalidad de peatones son altas o están aumentando rápidamente, apuntan los autores.

Un clima extremo no es excusa

«En este estudio, demostramos que estas decisiones de planificación aparentemente locales, tomadas en miles de ciudades de todo el mundo, pueden impulsar colectivamente cambios importantes en los resultados climáticos globales», explica Adam Millard-Ball, autor principal del estudio. Para poder llevar a cabo la investigación, se han utilizado los datos del Environmental Insights Explorer de Google, que utiliza datos agregados y anónimos del historial de localización de los usuarios que han optado por utilizarlo.

También destacan que las altas cuotas de modos de transporte activos son el resultado de decisiones políticas y de infraestructuras como carriles bici separados y cruces peatonales seguros, y para restringir el uso del coche mediante la gestión del aparcamiento y otras políticas, subraya el estudio, publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.

Para hacer este análisis, los autores emplearon modelos jerárquicos bayesianos (en el que se incorporan múltiples niveles de variabilidad) y descubrieron que el aumento de la densidad de población de las ciudades estaba directamente relacionado con el aumento de los desplazamientos a pie, y que cada kilómetro adicional de carril bici se asociaba con aproximadamente 13.400 kilómetros adicionales de desplazamientos en bicicleta.

Ajena al estudio, Marta Olazalabal, investigadora del BC3 y autora del informe que prepara el IPCC sobre ciudades, subraya en declaraciones al SMC España que «el cambio de modelo de movilidad en las ciudades no solo tiene beneficios para la reducción de emisiones y la mejora de la calidad del aire, sino también indirectamente para la mejora de la adaptación urbana al cambio climático mediante la reducción de la superficie asfaltada y no permeable y mediante la reducción de fuentes de calor como los vehículos».

El estudio también reveló que las ciudades menos escarpadas presentaban una mayor proporción de desplazamientos en bicicleta, y que los precios más altos de la gasolina favorecían tanto los desplazamientos en bicicleta como a pie.

Además, el estudio concluyó que los intensos climas de invierno y verano de algunas ciudades no son gran obstáculo para caminar e ir en bici durante la mayor parte del año, y que hacerlo tiene importantes beneficios en la salud de las personas, tanto física como mental (usar la bicicleta reduce la mortalidad por todas las causas entre un 10 y un 11%).

Para los autores, los resultados ponen de relieve que no hay un modelo único de planificación urbana y que todas las ciudades podrían implementar estrategias adecuadas para aumentar los desplazamientos activos y sustituir los vehículos de motor por transportes activos.

Para ayudar a traducir los resultados de la investigación en estrategias prácticas para lograr ciudades más seguras, el equipo de investigación también ha publicado una guía para dirigentes municipales y planificadores del transporte. En él se resumen las principales conclusiones del estudio en recomendaciones basadas en datos, junto con estudios de casos de ocho ciudades de todo el mundo que han tenido éxito: Buenos Aires (Argentina), Hoboken (EE. UU.), Konstanz (Alemania), Londres (Reino Unido), Montreal (Canadá), Nairobi (Kenia), Osaka (Japón). Precisamente, el equipo de investigadores insisten en que, si bien «Copenhague y Ámsterdam pueden resultar modelos atractivos», el resto de ciudades «también pueden buscar inspiración en una gama más amplia de modelos a seguir».

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  1. Puede ser que Copenhague sea la excepción; pero Dinamarca deja mucho que desear…
    Greenpeace Danmark nos pide que apoyemos esta petición:
    Durante décadas, Dinamarca ha infringido las normas medioambientales básicas de la UE: nuestro mar está asfixiado por el nitrógeno, ningún otro país tiene una protección de la naturaleza más pobre que Dinamarca y no cumplimos ni siquiera con las normas básicas de bienestar animal. La Comisión Europea ha levantado el dedo índice varias veces, pero los gobiernos daneses han logrado una y otra vez posponer la acción.
    En los 20 años que llevamos teniendo los requisitos de la UE para que Dinamarca garantice un buen estado en nuestro medio ambiente acuático, la agricultura no ha reducido su contaminación con nitrógeno.
    Cuando abras el grifo mañana, ¿podrás seguir bebiendo agua? Dinamarca se encuentra en una encrucijada importante: tenemos la oportunidad de crear una agricultura que proteja nuestra salud, la naturaleza y el clima. Una agricultura donde cultivemos alimentos saludables con respeto por la naturaleza, las personas, el clima y los animales.
    https://www.greenpeace.org/denmark/vaer-med/en-fremtid-med-et-groent-landbrug-i-balance/?utm_medium=referral&utm_source=revist+page&utm_campaign=dk_fr_big-ag-nordic&utm_content=dk_lg_revisit+d

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