Etiquetas:
En 2021, una sentencia histórica obligó a Shell a recortar sus emisiones en un 45% en los siguientes diez años respecto a 2019. La segunda petrolera por ingresos del mundo recurrió entonces la decisión. Y ahora, tres años después, el Tribunal de Apelación neerlandés ha anulado esa cifra. Aun así, lanza un aviso a todas las compañías de combustibles fósiles: tienen una responsabilidad en materia de derechos humanos en la reducción de sus emisiones.
“Si bien el tribunal ha desestimado ahora la sentencia, también ofrece un estímulo para futuros litigios climáticos. Refuerza el principio de que las empresas deben tomar medidas significativas para reducir las emisiones y destaca el creciente enfoque legal en la responsabilidad corporativa frente al cambio climático», explica Joana Setzer, profesora asociada del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente.
En realidad, lo que venía pidiendo Amigos de la Tierra, que presentó la demanda junto con otras seis organizaciones y con el apoyo de más de 17.000 ciudadanos y ciudadanas neerlandeses, era un cambio en la política de Shell. Y fue entonces, en 2021, la primera vez que un tribunal obligaba a una multinacional a asumir su responsabilidad en la crisis climática y reducir sus emisiones.
«El fallo de hoy hará que los inversores sean más cautelosos a la hora de invertir en empresas de combustibles fósiles. No sólo es probable que el fallo sea apelado ante el Tribunal Supremo, sino que también es probable que otras empresas de combustibles fósiles puedan esperar demandas similares», sostiene el activista Thomas Meinert Larsen.
Una veintena de casos en investigación
Actualmente –recuerda– hay más de 20 casos en los que se están examinando las responsabilidades de las empresas en materia de derechos humanos en relación con el cambio climático. Shell, en concreto, emite nueve veces más dióxido de carbono que todo Países Bajos y se encuentra entre las diez empresas que más contribuye al cambio climático a nivel global.
«Esta es una victoria vacía para Shell. Porque aunque el tribunal no pudo imponerle el recorte del 45% por falta de consenso sobre las vías de reducción, sí concluyó que Shell tiene la obligación de reducir sus emisiones. Tan pronto como se desarrollen vías de reducción más específicas, Shell se cansará», afirma Jasper Teulings, asesor estratégico de la Red de Litigios Climáticos.
«El tribunal también afirmó que los planes de Shell para desarrollar nuevo petróleo y gas son irreconciliables con sus obligaciones. Es probable que los litigios contra estos proyectos tengan éxito. Shell solo ha ganado tiempo. Aunque, desafortunadamente, no tenemos ese tiempo”, concluye.
Los daños del petróleo y el gas no existen en el vacío, sino que se basan en las estructuras del capitalismo racial y la economía extractiva. Creemos que simplemente hay demasiados «expertos» detrás de los escritorios en Washington D.C., y lo que necesitamos es un ecosistema de base lleno de líderes que se organicen en sus hogares, lugares de trabajo, comunidades y en las calles. Creemos que organizarse no se trata solo de hacer que la gente vote y que la acción directa no es simplemente una táctica. Más bien, se trata de estrategias fundamentales para construir un liderazgo de base, aumentar la solidaridad y la ayuda mutua, y forjar nuevas relaciones sociales. Estas habilidades son las cosas críticas que necesitamos cuando nos enfrentamos al creciente autoritarismo, fascismo y las crecientes crisis climáticas. Y construyen un poder de abajo hacia arriba que puede hacer más que ganar elecciones o políticas: construyen un mundo nuevo.
Oil & Gas Action Network