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Santiago de Cali, capital del Pacífico colombiano, se ha impuesto a Bogotá y ha sido seleccionada por el presidente Gustavo Petro como ciudad anfitriona de la Conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16), que se celebrará entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre de este año. «Nos inclinamos por la región más biodiversa de Colombia, el Pacífico colombiano», declaró ayer el jefe de Estado.
Colombia se enorgullece de albergar esta cumbre, «el evento más importante a nivel internacional que se haya realizado en el país en su historia». Colombia «fue escogida por la autoridad moral» en materia de biodiversidad, aseguró Petro, quien agregó que el reto «no es nada fácil», no solo por la disponibilidad en infraestructura, sino por «cómo ese lugar puede ser coherente con la misma conferencia».
Los políticos destacaron la idea de que se trata de un evento de país que quiere fomentar la paz con la naturaleza. “Esta es una oportunidad, además, para cicatrizar heridas, para que se selle un pacto social, poner los ojos del mundo en el Pacífico, en sus regiones y los conflictos. Este es el tiempo de la protección de la vida, de la paz con la naturaleza”, añadió el presidente.
“Queremos que esta sea la COP de la gente, de quienes viven y prosperan en la biodiversidad, donde se promulgue la Paz con la Naturaleza, y sea uno de los pilares de la crisis climática«, señaló Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
“Nunca antes vamos a tener tantos jefes de Estado, cancilleres, ministros de Ambiente, pero asimismo comunidades, porque esta va a ser la COP de la gente, de las bases, pero también va a ser la COP que una al país” aseguró Luis Gilberto Murillo, ministro de Relaciones Exteriores.
Más de 190 delegaciones llegarán a Cali, Colombia para hacer acuerdos centrados en la protección de la biodiversidad #COP16.
— Susana Muhamad (@susanamuhamad) February 20, 2024
Esta será la COP de la gente, de quienes viven y le apuestan al desarrollo sostenible.
Eso es #PazConLaNaturaleza #ColombiaEsCOP16🌎⚡ pic.twitter.com/wk5bPK0dZU
Cali, conocida como la ‘Sucursal del Cielo’, representa la diversidad del Pacífico y el 30% de sus habitantes se reconocen como afros o indígenas. La región está conformada en un 40% por territorios autónomos de las comunidades étnicas.
El Pacífico colombiano, además, cuenta con más de 200 áreas protegidas, 11 Parques Nacionales Naturales que conforman 51.388 kilómetros cuadrados de biodiversidad y que son el hábitat de 1.297 especies de fauna, así como de 14.000 especies de plantas, según datos oficiales.
Los retos de la COP16
A diferencia de las cumbres climáticas, que son anuales, la Conferencia de las Partes sobre la Biodiversidad auspiciada por la ONU se celebra cada dos años. La COP16 reunirá a más de 190 países, organizaciones, grupos de jóvenes, sociedad civil, académicos y público en general que negociarán y discutirán sobre la importancia que tiene la protección y restauración de la naturaleza a través de 23 metas para 2030 y cuatro objetivos para 2050.
La cumbre más reciente se celebró en diciembre de 2022 en Canadá y en ella se acordó el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, la nueva hoja de ruta para detener y revertir la pérdida de biodiversidad a nivel global. Entre sus objetivos clave se encuentra la conservación mediante sistemas de áreas protegidas del 30% de la tierra y el 30% del océano para 2030, reducir el impacto de las especies invasoras, desminuir el uso de pesticidas, gestionar la agricultura de forma sostenible y dar prioridad a la participación de los pueblos indígenas y las comunidades locales de diferentes formas.
En la COP16 se hará una primera evaluación del trabajo hecho por los países para cumplir con el acuerdo. «Su objetivo es abordar la pérdida de biodiversidad, restaurar los ecosistemas, repartir los beneficios de forma justa y equitativa y proteger los derechos de los Pueblos Indígenas. La cumbre también incluye reuniones sobre bioseguridad y reparto justo y equitativo de los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos«, detalló el Gobierno colombiano.
El pasado otoño la grave sequía en la Amazonía creó un estado de emergencia. Entre otras cosas, cientos de miles de personas fueron amenazadas por falta de alimentos y agua potable, y más de 120 delfines fueron encontrados muertos en el lago Tefé.
La terrible sequía ha continuado en los meses de invierno, que por lo demás están en el corazón de la temporada de lluvias en la parte sur de la cuenca del río Amazonas. La sequía está dejando sin acceso a varios suministros de alimentos y atención médica, lo que ha provocado cortes de electricidad y ha obligado a racionar el agua en algunas zonas.
La investigación muestra que el calentamiento global inducido por el hombre juega un papel significativamente más importante en la intensificación de la sequía en 2023 que el fenómeno natural de El Niño.
Si continúa así, el Amazonas se acercará aún más al punto de inflexión, advierten los científicos, donde la hermosa selva tropical se convierte en sabana seca.
El calentamiento global ha intensificado tanto la sequía que ha sido calificada como una sequía «excepcional», y la peor sequía jamás medida.
Las observaciones indican que la propia falta de lluvia hizo que una sequía como la de 2023 fuera un evento tan raro que solo tiene un 1 por ciento de posibilidades de ocurrir cada año.
Y las simulaciones muestran que una sequía tan grave como esta en un mundo sin calentamiento global ocurriría en promedio 10 veces menos a menudo.
La combinación de varios impactos antropogénicos (incendios, deforestación y cambio climático) significa, con toda probabilidad, que el punto de inflexión de la Amazonía está más cerca de lo que se pensaba. Además de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el aumento de la temperatura, la Amazonía necesita que se restauren las áreas despejadas y destruidas.
Personas, animales y frágiles ecosistemas se hallan en peligro de extinción
-Noticias Greenpeace Danmark-
Los cazadores-recolectores nukak de Colombia, que solo mantienen contacto regular con personas ajenas a su pueblo desde finales de la década de 1980, han sido violentamente expulsados de su hogar en la selva y quieren regresar a ella.
Su territorio ha sido invadido por cultivos de coca y haciendas agroganaderas que lo deforestan, así como por grupos armados y otros invasores. Por si fuera poco, parte de su tierra ancestral está sembrada de minas antipersona.
Esta invasión de su territorio ha forzado a la mayoría de los nukak a marcharse, y desde hace décadas malviven en las afueras de localidades próximas en condiciones terribles: la suma de cuadros severos de desnutrición y enfermedades como la malaria han matado a casi la mitad de su población, la infancia es víctima de la explotación sexual y la drogadicción cada vez está más extendida.
Es crucial que puedan regresar a su territorio y prosperar de nuevo como un pueblo autosuficiente pero, dados los peligros, necesitan el apoyo de las autoridades. Cuanto más vean los gobernantes que el mundo está pendiente de lo que ocurre, mayores serán las posibilidades de que se rectifique esta injusticia atroz.
APor favor, apoya la petición
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