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Cuanto más nos falta algo, más lo apreciamos. Nos encontramos en época de sequía y en un momento de tomar medidas más drásticas para intentar aliviar la sed que sufre el planeta. En Catalunya, ello se traduce a un límite de 200 litros por habitante al día. Y, por tanto, a racionar mejor el agua que se usa diariamente.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el consumo medio en los hogares españoles fue en 2020 de 133 litros por habitante y día. Del total, dos litros son para beber agua, mientras que el resto se reparte en un 36% para higiene personal, un 32% para el inodoro y un 27% para las tareas en la cocina.
A continuación, proponemos algunas acciones que van más allá de cerrar el grifo al lavarse los dientes y mientras se friegan los platos. Son cambios en nuestro día a día que, aunque pequeños, no son solo efectivos para ahorrar agua en tiempos de escasez, sino también para ahorrar dinero.
No te esfuerces en lavar los platos a mano
Puede parecer contrario a la intuición, pero resulta que lavar los platos a mano, con el grifo abierto, consume mucha más agua que usar el lavavajillas: 18 litros cada cuatro cubiertos frente a unos 40 litros por uso de la máquina lavaplatos. Así que, si tienes el privilegio de tener uno, utilízalo, pero solo cuando puedas llenarlo al máximo. En caso contrario, si prefieres o solo tienes una pila para fregar, puedes dividir los platos en una pila para enjabonar y otra para aclarar para no usar tanta agua.
Lavar la ropa a montones
Lo mismo pasa con la lavadora: el mejor consejo es apilar la ropa sucia hasta tener una carga completa para reducir el consumo de agua, así como elegir un ciclo de lavado corto y frío siempre que sea posible. Según los datos que se manejan por la web, el consumo de una lavadora es de unos 100 litros por lavado.
La mayor cantidad de agua se va por el inodoro
Sí, el inodoro es la parte de la casa que consume más agua. Cada vez que tiramos de la cisterna, se pierden entre 8 y 10 litros. Pero hay más de una manera de cambiar eso: la primera es instalar cisternas de doble carga, es decir, la de dos botones que permiten vaciar solo la mitad en caso de aguas menores.
Si no queremos gastar dinero en implementar este cambio, también existe una solución casera: poner una o dos botellas llenas de agua (o piedras o canicas) dentro de la cisterna para desplazar el agua de la cisterna e impedir que se use de más en cada descarga.
Además, siempre es bueno recordar que el inodoro no es una basura: nada de tirar plásticos, toallitas, bastoncillos de los oídos o cualquier cosa que no sea papel higiénico.
No a bañarse, sí a ducharse
Hay gente que le ve el atractivo a estar en remojo durante un tiempo. Malas noticias: un solo baño gasta 15 veces más agua que una ducha, de unos 150 litros, pasamos a los 50.
Asimismo, hay gente que usa el tiempo en la ducha como momento de reflexión o canto. Pero pensar se puede hacer en seco y los conciertos se pueden convertir en hits. Merece la pena acortar todo lo posible el tiempo bajo el agua. Cinco minutos bastan. Y, si además utilizas un cabezal eficiente, o reductores de presión, puedes ahorrar todavía más.
Además, el ahorro no empieza cuando metes la cabeza bajo el agua: antes de eso, si las duchas frías no son lo tuyo, puedes no malgastar esos litros mientras esperas a que salga caliente con solo usar un cubo o recipiente. El agua almacenada puedes utilizarla más adelante para regar las plantas o para limpiar.
Cuándo regar el jardín… si tienes jardín
Si tienes césped, no lo riegues cuando haga viento. ¿Por qué? Pues porque el viento provoca demasiada evaporación. Además, según Oxfam Intermón, la hora también es importante: se debería intentar regar el jardín a primera hora de la mañana o de la tarde, ya que, con los rayos de sol, un 30% del agua de riego se evapora.
Y, si tienes jardín, puede que también tengas piscina. Procura tenerla cubierta siempre que no la uses. Las piscinas pueden perder un centímetro o más de agua cada semana por evaporación debido a factores como la temperatura o la humedad.
Atención a las fugas
A veces son imperceptibles, pero las pequeñas fugas de un grifo o una cisterna, aunque sean unas pocas gotas por minuto, pueden producir pérdidas de alrededor de 30 litros diarios. Si sospechas de alguna fuga pero no la puedes ver, sigue este consejo del Ministerio de Transición Ecológica: «Anota la cifra que marca el contador de agua antes de acostarte y vuelve a leerlo a la mañana siguiente antes de que se realice algún consumo. Si la cifra del contador ha cambiado, es posible que tengamos alguna fuga».
El agua también forma parte de nuestra dieta
También importa lo que comemos. Todos los alimentos tienen una huella hídrica, pero algunos son mucho mayores que otros. Comer menos carne de vacuno, por ejemplo, supone uno de los gastos más grandes de agua.
Por último, cabe recordar que, a pesar de lo que comunmente se pueda pensar, la mayor parte del agua no se gasta en los hogares, sino en la agricultura. Eso no significa que no debamos ser más conscientes en cómo hacemos uso de uno de nuestros bienes más preciados.
Mammmma mía!!! Esto que explicáis aquí es tan básico que indigna que no se haga hace años!!!!! Somos una sociedad de consentid@s y mal educad@s!!!!
El agua ese bien más preciado y necesario que el oro…
Cuando te laves los dientes coge agua en un vaso y con esa cantidad tendrás más que suficiente.cantidad tendrás más que suficiente!!!
Cuando te duches pon una palangana debajo tuyo y así el agua que quede la puedes usar para el inodoro.
Si no tienes lavavajillas llena dos barreños con agua limpia y en uno enjabona y en el otro aclara!!!
Cuando bebas agua comprada no se te ocurra tirar la que te sobró. Úsala para regar las plantas. Eso va también para los restaurantes que tiran el agua de la botella que le sobró al cliente….
En fin. Que como somos un@s neci@s tenemos que vernos en situaciones extremas para tomar medidas. Que civilización más absurda y pija.
‘La sequía no es sólo falta de lluvia, también es mala gestión’
Colectivos ecologistas, sociales y vecinales lamentamos la falta de responsabilidad y valentía de las Administraciones y pedimos reducir la demanda de agua con medidas estructurales urgentes.
Coincidiendo con la declaración de emergencia por sequía en el Sistema Ter-Llobregat, organizaciones vecinales, sociales y ambientales, agrupadas bajo la campaña “ De dónde no hay, no mana ”, hemos subido hoy a Montjuïc para mostrar una panorámica de la ciudad, la segunda mayor de España en población, y recordar así a toda la ciudadanía que depende de la gestión del agua. Con un mensaje en el que se lee “Cambio climático + Mala gestión = sequía” recordemos que seis millones de personas se verán afectadas por esta declaración de emergencia, y por más restricciones, en adelante.
Mala gestión por parte del Gobierno y exceso de partidismo en el Parlament
Mala gestión por parte del mundo municipal
Mala gestión en la planificación hidráulica
Mala gestión del modelo agrícola y ganadero
Apuesta por la gestión y reducción de la demanda
En junio de 2023, entregamos al presidente de la Generalitat, consejero de Acción Climática y director de la Agencia Catalana del Agua un documento con 43 propuestas concretas para hacer frente a la sequía y proteger el agua como bien público, bien común y derecho humano.
Las organizaciones impulsoras de la campaña ¿ De dónde no hay, no mana , pedimos cambiar el paradigma actual de la gestión del agua basado en suministrar agua a todos los sectores que la demandan, como si fuera infinita, y apostar de forma decidida por una reducción progresiva empezando por los sectores que más consumen.