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En 2023 se registraron 117.965 vuelos privados a 45 destinos de Europa, lo que se traduce en unas emisiones de 520.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Niza, Ginebra y Palma de Mallorca fueron los tres principales destinos del tráfico de jets privados, seguidos de Ibiza y Málaga. Esto sitúa a España como el segundo destino de vacaciones europeo más popular para los jets privados, con tres ciudades entre las cinco que más vuelos de este tipo reciben en la época estival, según un nuevo análisis elaborado por el centro de pensamiento T3 Transportation para Greenpeace.
Tras conocer estos datos, la organización ecologista reclama «la prohibición inmediata de los jets privados y que los gobiernos consideren un impuesto a la riqueza para los multimillonarios en Europa, con el fin de financiar bienes públicos como viviendas asequibles y transporte público».
El estudio arroja que en los destinos vacacionales europeos, las llegadas de aviones privados aumentaron «un 250% en julio en comparación con enero, lo que indica que la mayoría de estos vuelos eran con fines recreativos».
En concreto, la mayoría de los vuelos «ocurrieron en el Mediterráneo durante el verano y se trasladaron a la región alpina en los meses más fríos», agregó la ONG, que precisó que el 93,2% de estos vuelos fueron intraeuropeos y el 11,9% recorrió distancias inferiores a 251 kilómetros, que podrían haberse realizado «fácilmente mediante opciones más sostenibles como trenes o ferries».
En la lista de los 45 destinos favoritos para los jets privados figuran otros nueve españoles: Barcelona (en el puesto 9), Menorca (28), Las Palmas de Gran Canaria (38), Lanzarote (43) y los dos aeropuertos de Tenerife (Norte y Sur, en el puesto 38 y 45, respectivamente). Entre todos ellos suman un total de 27.122 jets privados que aterrizaron en aeropuertos españoles en 2023, es decir, el 23% de todos los analizados y el equivalente a 134.000 toneladas de CO2, una cantidad comparable a las emisiones anuales de alrededor de 89.300 coches con motor de combustión. Esto convierte a España en el segundo destino de vacaciones europeo más popular de Europa para los jets privados, solo superado por Francia, con 27.767 llegadas.
El análisis revela que la ruta internacional más frecuentada por jets privados hacia un destino vacacional español fue la que conecta Niza (Francia) e Ibiza, con un total de 317 vuelos. Le siguieron las rutas entre Niza y Palma de Mallorca, con 260 vuelos, y entre París e Ibiza, con 248 vuelos. A su vez, la mayoría de los vuelos internacionales con jets privados y destino España salieron de Francia (3.563 despegues), seguida del Reino Unido (3.500 vuelos) y Alemania (2.698 vuelos).
Y en cuanto a las salidas, los cinco aeropuertos españoles desde donde partieron más jets privados fueron el de Adolfo Suárez Madrid-Barajas (1.922 salidas), el de Ibiza (1.894), el de Palma de Mallorca (1.693), el de Barcelona-El Prat (1.457) y el de Málaga (1.346).
"Este lujo no sólo agrava el daño medioambiental, sino que lo pagamos todas y profundiza la desigualdad. Los ricos que se pasean en sus jets deben responsabilizarse por el perjuicio a la sociedad", apunta Cristina Arjona, responsable de la campaña de Movilidad de Greenpeace.
Uno solo de esos vuelos emite de media 4,46 toneladas de CO2, mientras que una persona europea es responsable de 5,37 toneladas al año, lo que a juicio de Greenpeace subraya "cómo los ultrarricos contribuyen de manera desproporcionada a la crisis climática". Asimismo, hay que señalar que el estudio sólo incluye las emisiones generadas por los vuelos de ida, sin contar los vuelos de regreso.