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Hipertensión, demencia y diabetes: los peligros de vivir cerca de un aeropuerto

Un estudio de Transport & Environment analiza los efectos en la salud causados por la exposición a la contaminación del aire de la población que vive alrededor de los 32 principales aeropuertos de Europa. La publicación estima que un combustible más limpio podría reducir hasta un 70% los impactos sanitarios asociados.
Hipertensión, demencia y diabetes: los peligros de vivir cerca de un aeropuerto
Un avión aterriza en el aeropuerto del Prat de Llobregat, en Barcelona. Foto: PACO FREIRE/SOPA IMAGES.

La contaminación del aire es el mayor riesgo medioambiental para la salud en el mundo. Y los aviones, una gran fuente de contaminación. Si juntamos estos dos datos, surge una pregunta importante: ¿Vivir cerca de un aeropuerto puede hacerte enfermar?

Esa es justamente la duda que quiere despejar la primera estimación sobre los efectos sobre la salud causados por las partículas ultrafinas (UFP por sus siglas en inglés) que producen los aviones en Europa, llevada a cabo por Transport & Environment (T&E).

El estudio publicado este jueves extrapola los datos recogidos por el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de los Países Bajos (RIVM) de la zona del aeropuerto Schiphol de Ámsterdam a los 32 aeropuertos más transitados de Europa, entre ellos los de Madrid, Barcelona, Málaga y Palma de Mallorca.

De esta manera, evalúa la posible correlación entre la exposición a la contaminación por partículas finas ―las emisiones de la aviación contienen una gran cantidad de estas partículas, que pueden penetrar profundamente en el cuerpo― y la hipertensión arterial, la demencia y la diabetes.

«¿Vivir cerca de un aeropuerto puede hacerte enfermar? Lamentablemente sí. Los políticos han ignorado esta crisis sanitaria oculta, priorizando el crecimiento del sector de la aviación y los viajes de negocios sobre la salud de su propia población, a menudo la más empobrecida y vulnerable», lamenta Pablo Muñoz Nieto, de Ecologistas en Acción.

España, a la cabeza en hipertensión y demencia

En total, 51,5 millones de personas viven a menos de 20 kilómetros de los 32 aeropuertos en cuestión. El análisis estima que un total de 280.000 casos de hipertensión arterial, 330.000 casos de diabetes y 18.000 casos de demencia pueden estar relacionados con las emisiones de UFP entre estas personas.

De ellas, 3,8 millones viven a menos de cinco kilómetros, siendo los más afectadas. «Se calcula que el riesgo de padecer diabetes y demencia es al menos un 20% mayor para las personas que viven a menos de cinco kilómetros de los aeropuertos analizados, mientras que el riesgo de hipertensión arterial aumenta un 7%», concluye el estudio.

«Aunque no se cubre en este estudio específicamente, el personal del aeropuerto es uno de los colectivos más expuestos a estas emisiones, lo que constituye un riesgo no cuantificado pero grave para su salud», se destaca. También se observa una correlación entre las personas que viven cerca de un aeropuerto y los ingresos más bajos en muchas ciudades.

En España, los casos de hipertensión que pueden estar relacionados con la contaminación del aire son 52.205, mientras que los casos de diabetes son 64.918, y los de demencia, 5.339. «Unos guarismos que la sitúan a la cabeza de todos los países estudiados en lo que se refiere a hipertensión y demencia», asegura el análisis.

Entre las diez zonas estudiadas más pobladas, se encuentran Madrid y Barcelona. Cerca del aeropuerto Adolfo Suárez-barajas viven 207.000 personas (a menos de 5 km), mientras que cerca del aeropuerto de El Prat habitan 159.000. En total, en España hay ocho millones de personas —alrededor del 16% de la población total— que viven en un radio de 20 km de los cuatro aeropuertos más transitados del país. Un estudio de Ecologistas en Acción denunciaba recientemente que dos tercios de la población española respiró en 2023 aire contaminado por encima de los nuevos límites marcados por Europa.

El cambio de combustible como solución

La solución más drástica sería dejar de volar. La más realista, según T&E, es reducir el número de vuelos y mejorar la calidad del combustible utilizado por las aeronaves para mitigar el problema.

El hidrotratamiento es un proceso que puede reducir el azufre y los aromáticos del combustible que se usa para los aviones. El estudio estima que esto puede reducir hasta un 70% el número de emisiones de UFP, y que reduciría también en un 70% los impactos sanitarios asociados. La organización también apuesta por los combustibles sostenibles de aviación (SAF), que se producen a partir de materias primas que capturan carbono de la atmósfera.

No obstante, «solo representaban el 0,2% del combustible para aviones en 2023, y su producción tardará en aumentar: más de la mitad del combustible de aviación en Europa podría seguir siendo fósil hasta bien entrada la década de 2040».

Más allá de los combustibles limpios, T&E propone otras medidas para mejorar la calidad del aire: limitar el aumento exponencial del tráfico aéreo; instalar puntos de medición en los aeropuertos y sus alrededores en los Estados miembros para cuantificar mejor los niveles de concentración de UFP; y crear una norma comunitaria para el combustible de aviación con una reducción progresiva del contenido de aromáticos y azufre que prepare el ecosistema para un SAF (combustible sostenible de aviación) sin estos dos elementos.

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COMENTARIOS

  1. AEROPUERTOS Y PUERTOS CONFLICTIVOS, que tambien haylos:

    [Ciberacción] Firma el manifiesto contra la instalación de macrodepósitos de combustible en el puerto de Alicante.
    La amenaza de instalación de 18 macrodepósitos de combustible (700.000 toneladas) en el Puerto urbano de Alicante es irracional, insostenible y contrario a los intereses generales, al modelo económico, a los valores medioambientales y a la seguridad de nuestra ciudad.
    El Puerto de Alicante es, insistimos, un puerto urbano, situado en el eje central de la ciudad, lindante y próximo a barrios muy poblados como San Gabriel, Gran Vía Sur, Benalúa, Ensanche y Centro Histórico, y en el que por tanto no caben actividades peligrosas ni contaminantes que puedan suponer un grave peligro para la población o alto riesgo de contaminación para las personas y el medio ambiente.
    Se encuentra además situado entre dos espacios naturales protegidos incluidos en la Red Natura 2000 de la Unión Europea, por su condición de Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA): el LIC marino del Cabo de la Huerta y el LIC Y ZEPA marino de Tabarca, que se extiende desde el entorno de la desembocadura del Barranco de las Ovejas hasta la isla de Tabarca. La numerosa normativa legal en materia medioambiental hace inviable la autorización de este tipo de instalaciones peligrosas y contaminantes, puesto que su objetivo es impedir la contaminación procedente de las mismas y que podría afectar también a las playas urbanas de El Postiguet, San Gabriel, Albufereta, Almadraba, Urbanova y San Juan.
    El Consejo de la APA aprobó el 25 de julio de 2019 la modificación de la concesión en el muelle 17 en favor del proyecto promovido por la empresa XC Business 90 SL. Esto se llevó a cabo sin tener en cuenta ni ajustarse a derecho respecto a circunstancias como:
    El descarado e irregular fraccionamiento del proyecto en dos fases para evitar los mayores controles exigibles, una primera con 6 macrodepósitos que almacenarían 100.000 toneladas de combustible y una segunda con otros 12, hasta un total de 700.000 toneladas….
    https://www.ecologistasenaccion.org/319209/ciberaccion-firma-el-manifiesto-contra-la-instalacion-de-macrodepositos-de-combustible-en-el-puerto-de-alicante/

  2. 7.000 km de turisme en bici.
    Es diu Kurt Zaugg, viu a Oey, al cantó de Berna (Suïssa), té 69 anys, està recorrent Europa en bici.
    Viatja amb un remolquet i les tradicionals alforges, que junt amb la bici sumen uns 100 kg de càrrega; però la bici és elèctrica i al remolc duu uns panells solars flexibles i plegats que carreguen la bateria, amb el qual tanca el cicle energètic i la bici resulta sostenible, ecològica.
    Aquesta primavera Kurt ha viatjat per Suïssa, Itàlia, Països Balcànics, Alemanya, Suècia, Noruega, França, Espanya i Portugal, recorrent en total més de 7.000 km. Si els haguera fet en cotxe hauria llançat a l’atmosfera 1.100 kg de CO2, el principal gas d’efecte hivernacle, responsable del calfament del clima i de l’augment dels fenòmens climàtics extrems, com la sequera actual.
    En una reunió improvisada ens conta que és agricultor ecològic i que duu els seus productes al mercat local amb la bicicleta, de manera que durant els darrers set anys i mig calcula que ha recorregut en bici al voltant de 111.000 km, evitant llançar a l’atmosfera unes 17 tones de CO2.
    Del seu viatge per Espanya diu que ha gaudit molt amb els paisatges tan diversos i agraïx que la gran majoria dels conductors d’autos l’hagen respectat, sense pressionar-lo per a avançar-lo i mantenint les distàncies de seguretat, perquè generalment ha circulat per carreteres locals i comarcals ja que hi ha pocs carrils-bici i vies verdes, que a més no solen anar directes als pobles del seu itinerari. Kurt confessa que la bici li dóna felicitat i salut, i com no es tracta de patir sinó de gaudir del viatge ha anat pernoctant en pensions, hotels i cases d’amics.
    Ens conta també que la bici s’utilitza molt a Suïssa, encara que és molt muntanyosa, i l’estranya vore tan poques a les nostres ciutats planes i de clima suau. I comentem que en aquest, com en altres temes, anem endarrerits respecte a Europa.
    I Pedro Domínguez, portaveu de La Ribera en Bici-Ecologistes en Acció, reitera que la bici és el vehicle ideal als nostres pobles però que encara falta molta conscienciació per a neutralitzar l’omnipresent publicitat automobilística i també falten mesures per a alliberar carrers i vies per a vianants i ciclistes, amb el qual guanyarem en salut i qualitat de vida, tal i com estan fent en les ciutats més avançades. A més proposa una Escola de Bicis per a ensenyar a anar en bici i moure’s pel poble a joves i altres. I per suposat no demana als riberencs que facen 7.000 km en bici en tres mesos, però sí que utilitzen menys els autos, només l’imprescindible, i més els peus, la bici i el transport públic, pel bé de tots.

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