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Katherine Calvin, científica jefa de la NASA: «Tener que hablar sobre ciencia a gente de fuera de la comunidad científica puede ser un reto»

La alto cargo de la agencia aeroespacial estadounidense ha colaborado en la redacción de tres informes del IPCC. Hablamos con ella sobre su papel en la NASA y en el panel de expertos de la ONU, así como de los proyectos espaciales en relación al cambio climático previstos para este año.
Katherine Calvin, científica jefa de la NASA: «Tener que hablar sobre ciencia a gente de fuera de la comunidad científica puede ser un reto»
Katherine Calvin durante el plenario de aprobación del informe de síntesis del IPCC. Foto: IISD/ENB

¿Qué se siente al ostentar uno de los cargos más importantes para nuestro futuro? ¿Y qué se siente al ostentar dos dentro de la agencia aeroespacial más conocida que existe? Katherine Calvin se aventuró a ser no solo científica jefa de la NASA, sino también asesora principal sobre el clima hace poco más de un año, en enero de 2022. A medida que el calentamiento global aumenta y sus consecuencias son más evidentes, la doctora en Gestión, Ciencia e Ingeniería por la Universidad de Stanford y licenciada en Informática y Matemáticas por la Universidad de Maryland tiene cada vez más trabajo: debe asesorar, debe comunicar qué planes y proyectos lleva a cabo la NASA, y debe hacer entender al resto de la población cómo le afecta el cambio climático.

Aun así, también saca tiempo para contribuir a la redacción de los informes del IPCC. En este Sexto Ciclo de Evaluación, ha sido autora principal coordinadora en uno de los capítulos del informe especial sobre el cambio climático y la tierra, autora principal del informe del Grupo de Trabajo III sobre la mitigación del cambio climático, y facilitadora y autora del Informe de síntesis presentado esta semana.

Calvin lleva años dedicándose a los estudios de la Tierra, a comprender sus cambios y cómo podemos adaptarnos a ellos. Antes de empezar en la NASA, formó parte del Instituto Conjunto de Investigación del Cambio Global (JGCRI) del Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, en College Park (Maryland), durante casi catorce años. Ya de vuelta a Estados Unidos tras una semana en Suiza negociando con los delegados de los gobiernos el reciente informe del organismo de la ONU, atiende a Climática por videollamada para hablar sobre los retos que tenemos (y tiene ella en particular) por delante, y de la misión más importante que coordina: dejar un mundo más habitable.

El informe de síntesis pone fin a muchos años dedicados al IPCC. ¿Cómo se siente al respecto?

Ha sido una gran experiencia. En este ciclo he participado en tres informes diferentes: he coordinado la redacción del informe especial sobre el cambio climático en la tierra, he sido autora principal del Grupo de Trabajo III, y he formado parte del equipo principal de redacción del informe de síntesis. Valoro mucho la experiencia del IPCC. Se aprenden muchas cosas sobre la climatología, se conoce a mucha gente, y se reflexiona sobre cómo utilizar los datos científicos de la literatura científica y presentarlos de forma que sirvan de base para la toma de decisiones y la elaboración de políticas en todo el mundo.

Es autora del IPCC y trabaja en la NASA. Posiblemente sean dos de los puestos más importantes en relación con la ciencia climática en estos momentos. ¿Cómo ha conseguido compaginar ambas tareas?

Bueno, he tenido mucha suerte. Hay un montón de científicos de la NASA que participan en el IPCC y creo que todos valoramos mucho esa experiencia. Yo he conseguido poder hacer las dos cosas y he aprendido mucho de ambas. En la NASA aprendo mucho sobre ciencia específica y sobre cómo contribuimos a comprender la Tierra y cómo está cambiando, y en el IPCC puedo ampliar eso y aprender sobre toda la ciencia que ocurre en otras partes del mundo.

¿Cómo es su día a día como científica jefa de la NASA?

Cada día es diferente, cosa que me encanta. Me dedico a diferentes áreas científicas y también a diferentes tipos de compromisos. Hablo con la gente de la ciencia de la NASA, tengo reuniones con compañeros del ámbito en las que me informan sobre su ciencia y me explican lo que está pasando, en ocasiones voy a conferencias, trabajo en informes como los del IPCC u otros dentro de la agencia, me coordino con muchas otras agencias gubernamentales estadounidenses y hablamos de cómo lo que estamos haciendo todos puede encajar… No hay dos días iguales y eso me gusta mucho.

¿Y está logrando los objetivos que se propuso cuando tomó posesión de sus nuevos cargos?

De momento, sí. Estoy aprendiendo mucho sobre ciencia, la estoy comunicando y, con suerte, estoy contribuyendo a hacer avanzar la ciencia de la NASA y a que la gente entienda qué información está disponible para ayudarles a comprender mejor el cambio climático en el lugar donde viven.

¿Cómo ha incorporado los hallazgos y conocimientos de la NASA al informe del IPCC? ¿Cuál ha sido su aportación?

El objetivo del IPCC es evaluar toda la literatura científica y lo hacemos de forma neutral. Hay muchos documentos procedentes de la NASA (como observaciones, modelos, estudios de impacto…) que se recogen en los informes del IPCC. También ha habido otros autores de la NASA, no solo yo, que han ayudado a plasmar eso. Así pues, el conjunto de datos que evalúa el IPCC incluye tanto la ciencia realizada en mi agencia como la realizada en todo el mundo. Y el objetivo del IPCC es reunir todo eso para ofrecer una imagen más completa sobre el cambio climático.

¿Se ha sentido más respetada y escuchada en el IPCC desde que es científica jefa en la NASA?

Creo que todos los autores del IPCC son respetados y escuchados. Cada uno aportamos una perspectiva única, nuestra especialidad. Yo tengo la mía, otros autores tienen diferentes áreas de especialización. Lo que me gusta realmente es la oportunidad de reunir todo eso y aprender unos de otros.

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La Dra. Katherine Calvin (tercera empezando por la izquierda) junto a otros autores del informe de síntesis en el estrado. Foto: Earth Negotiations Bulletin.

En el Sexto Informe de Evaluación usted participó en el capítulo dedicado a las vías de mitigación a largo plazo. ¿Por dónde se debería empezar?

Empezamos por donde estamos ahora. El clima ha cambiado alrededor de 1,1 ºC más que la media de finales del siglo XIX. Esto se debe inequívocamente a la actividad humana, principalmente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Con esos cambios climáticos estamos viendo impactos en todo el mundo. Y afectan a las personas y a los ecosistemas de todo el mundo.

Lo que este informe también muestra es que muchos de esos impactos van a intensificarse a medida que el clima continúe calentándose. Y habla de opciones potenciales que se pueden realizar ahora para ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o adaptarse al clima cambiante que ya estamos experimentando y que seguiremos experimentando en el futuro.

En el nuevo informe del IPCC tienen mucha importancia las pérdidas y daños de los territorios más vulnerables. En la NASA, usted tiene un equipo de catástrofes que trabaja con las agencias de respuesta local y los gobiernos locales antes, durante y después de las ellas. ¿Es difícil trabajar con determinados gobiernos y comunidades, ya sea por el negacionismo climático o por factores técnicos, por ejemplo?

Proporcionamos información que puede ayudar a la gente de todo el mundo a fundamentar las decisiones que toman. En el caso de las catástrofes, proporcionamos esta información casi en tiempo real, y contamos con una serie de proyectos y expertos para trabajar con las partes interesadas locales sobre cómo utilizar esa información.

Tenemos un proyecto llamado SERVIR, en colaboración con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que trabaja con personas de África, Asia y América Latina para utilizar la información obtenida por satélite y aplicarla a los problemas a los que se enfrentan. Creemos que nuestro papel es proporcionar esta información libre y abiertamente para que la gente tenga lo que necesita a la hora de tomar decisiones en sus comunidades.

«Cuando miro las imágenes de los satélites de la NASA no dejo de impresionarme por el aspecto de nuestro planeta»

El informe también hace mucho hincapié en la cooperación internacional, en compartir conocimientos, tecnologías… ¿Falta solidaridad climática?

No puedo hablar de eso directamente. Me centro más en la ciencia y en los cambios futuros, pero puedo decir que parte del proceso del IPCC consiste en reunir a científicos y gobiernos de todo el mundo para elaborar un informe que refleje el estado de la ciencia, lo que sabemos sobre el cambio climático y hacia dónde podríamos ir en el futuro en términos climáticos.

En su anterior entrevista en Climática nos dijo que aún no había visto la película No mires arriba. ¿Ha tenido ocasión de verla ya? Ahora se acaba de estrenar en Apple TV+ la serie sobre cambio climático Un futuro desafiante. Poco a poco hay más producciones con el calentamiento global como tema…

Sí, ya la he visto y tengo un par de reflexiones. Una de las cosas importantes que hay que recordar sobre el cambio climático es que ya está cambiando, ya lo estamos experimentando, y sabemos que continuará en el futuro. El grado de calentamiento dependerá de las emisiones futuras.

Como parte de la NASA, cuando vi esa película también pensé mucho en la defensa planetaria y en aspectos como la oficina de coordinación de defensa planetaria, que es una oficina real en nuestra agencia encargada de observar asteroides y cometas. El año pasado, de hecho, tuvimos una misión en la que modificamos la órbita de un asteroide: DART impactó un planetoide en septiembre y fue la primera prueba real de cómo se puede cambiar la órbita de un bólido.

A nivel más personal, me identifiqué con lo que se siente al ser un científico hablando con los medios de comunicación; el momento de tener que explicar tu ciencia a la gente de fuera de la comunidad científica puede ser un reto. Yo, al menos, tiendo a recurrir a palabras técnicas. Cuando los focos se centran en ti… recurres al lenguaje que conoces.

Las herramientas de la NASA permiten seguir al segundo cómo está cambiando el planeta como consecuencia del calentamiento global. ¿Le impacta ver las imágenes y los datos de los satélites?

Como científicos, creo que entendemos los cambios, entendemos qué los está provocando, y por eso sabemos que esos cambios ocurren. Una de las cosas que más me gustan de las imágenes satélite es que podemos ver cómo ha cambiado todo con el tiempo.

Por ejemplo, tenemos una serie de satélites llamada Landsat y acabamos de celebrar su 50 aniversario, así que tenemos 50 años de datos que muestran el uso del suelo y la cubierta vegetal. Y, si se observa la serie completa, se puede ver cuánto han mejorado las tecnologías y los cambios a lo largo del tiempo: la expansión de las zonas urbanas, las inclinaciones de los bosques en algunas partes del mundo. Cuando se ve una serie completa de 50 años es diferente a mirar una instantánea.

Y otra de las cosas que aporta la NASA es que simplemente muestra cómo se ve el planeta Tierra desde arriba: esa hermosa canica azul en la que se pueden ver los océanos y las nubes y la vegetación… La posibilidad de ver eso desde el espacio creo que es algo único, así que cuando miro las imágenes de los satélites de la NASA no dejo de impresionarme por el aspecto de nuestro planeta.

«Tenemos muchas instalaciones que se encuentran en regiones costeras y son vulnerables a la subida del nivel del mar, las erosiones costeras y los huracanes»

Usted también es asesora principal sobre asuntos climáticos en el Gobierno de Estados Unidos. Recientemente, el presidente Joe Biden aprobó el proyecto Willow para extraer petróleo en Alaska. ¿La NASA ha aconsejado a la Administración que no lo apruebe?

Soy asesora de la administración de la NASA y le transmitimos información sobre el clima tanto al administrador como a los dirigentes de la NASA. No puedo comentar directamente políticas concretas, mi papel es el de asesora científica.

La influencia de la industria de los combustibles fósiles también llega al IPCC y al resto de la comunidad científica, con estudios pagados o trabajadores de las petroleras participando en la redacción de estos informes, por ejemplo. ¿Cómo se combate todo esto desde su posición?

Desde mi punto de vista, el papel de un científico –y el de un autor del IPCC– es evaluar la literatura científica de forma imparcial y analizar todo lo que sabemos sobre el clima y comunicarlo de forma clara y concisa para así intentar que esos mensajes lleguen a la gente. Entender esa ciencia y comunicarla es lo que considero mi papel.

¿Sabe cuál es el impacto climático de la NASA y su actividad? ¿Quizás está justificado por su trabajo? ¿Lo ha tenido en cuenta desde su incorporación?

La NASA tiene un plan de acción climática que se publicó en 2021, antes de que yo empezara en este puesto, y que trata de la sostenibilidad de la agencia en su conjunto. Tenemos muchas instalaciones que se encuentran en regiones costeras y son vulnerables a la subida del nivel del mar, las erosiones costeras y los huracanes. Así que pensar en cómo podemos garantizar que podemos seguir cumpliendo nuestras misiones frente a un clima cambiante es parte de ese plan.

Hablando de planes, ¿qué proyectos tienen previsto lanzar este año en relación con el cambio climático?

Tenemos previsto lanzar en primavera un satélite llamado TEMPO, que vigilará la contaminación atmosférica en Norteamérica. Se trata de un satélite geoestacionario, lo que significa que vigilará continuamente la región y que podrá proporcionar más información de alta frecuencia temporal sobre la contaminación atmosférica. También tenemos una misión llamada TROPICS que nos ayudará a comprender mejor los huracanes. Ese también me hace mucha ilusión.

¿Y qué hay del Observatorio del Sistema Terrestre que estaba planeando hace un año? ¿Se está haciendo realidad?

Sí, estamos trabajando en ello. Se trata de un conjunto de satélites que están diseñados para trabajar juntos y proporcionar una imagen holística en 3D de la Tierra, de modo que comprenderemos los diferentes procesos desde la vegetación, el cambio de masas, la atmósfera…

¿Es la NASA y su puesto actual su máxima aspiración? ¿Sueña con otra cosa? ¿Presidenta del IPCC, tal vez?

Intento centrarme en el papel que tengo ahora. Estoy disfrutando mucho de dónde estoy. Cuando era más joven no sabía que existía este trabajo y aquí estoy. Es muy emocionante y cada día es divertido. Así que ya veremos a dónde llego más adelante.

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COMENTARIOS

  1. A veces sólo se trata de tener un mínimo de sentido común aunque uno no entiende de ciencia.
    Esta mujeres seguramente no tienen formación científica; pero sí dignidad y sentido común:
    KlimaSeniorinnen, mujeres mayores de 64 años, que, junto con cuatro solicitantes individuales de edad avanzada, han acudido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para exigir a nuestro gobierno, Suiza, más protección climática para salvaguardar nuestros derechos humanos a la vida y la salud.
    El 29 de marzo, el caso KlimaSeniorinnen será escuchado en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Allí presentaremos por qué Suiza está violando nuestros derechos humanos a través de una protección climática insuficiente.
    La crisis climática no es un problema del futuro. Ya está aquí y amenaza a personas de todo el mundo. En Europa, nos afecta especialmente a las mujeres mayores. Como resultado del aumento de los extremos de calor, cada vez más personas mayores mueren antes, y nosotras las mujeres mayores en particular. También estamos cayendo gravemente enfermos, por ejemplo, con trastornos cardiovasculares y de otro tipo, que amenazan la calidad de nuestras vidas.
    Nosotras, KlimaSeniorinnen, consideramos inaceptable que nuestro estado viole los derechos fundamentales de nosotras las ciudadanas y continúe alimentando la crisis climática.
    Decimos que los Estados que no toman las medidas necesarias para limitar el calentamiento global a un máximo de 1,5 grados centígrados están violando nuestros derechos humanos.
    Estamos demandando porque nuestros derechos humanos deben ser protegidos ahora para que haya alguna supervivencia en el futuro.
    Nosotras, las mujeres que no hemos sido escuchadas en todas estas décadas, estamos alzando nuestras voces y buscando justicia climática.
    Añade tu nombre en solidaridad:
    https://www.greenpeace.org/international/act/support-klimaseniorinnen/?utm_campaign=climate-justice&utm_medium=email&_hsmi=70001534&_hsenc=p2ANqtz-_uJ82_d2kUDlD8fsPRJtiMq2K2q_5xS0s6ziUN9XFlh

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