La Pablo Renovable, así nació el barrio solar más grande de España

Más de 512 hogares de la urbanización Pablo Iglesias, en Rivas-Vaciamadrid, se han unido para pasarse al autoconsumo colectivo tras la instalación de casi 1.900 placas solares.
La Pablo Renovable, así nació el barrio solar más grande de España
Foto: placas solares instaladas en el tejado de La Pablo Renovable, en Rivas Vaciamadrid.

Este texto se publicó originalmente en Magazine 2024 y se ha actualizado con información nueva. Puedes adquirir tu ejemplar aquí.

La urbanización Pablo Iglesias, en Rivas-Vaciamadrid, se encuentra a pocos metros de la salida a la autovía que lleva a la capital. PSOE y UGT bautizaron con el nombre de su fundador esta iniciativa para construir vivienda social de calidad a las afueras de Madrid bajo las directrices del urbanismo progresista. Décadas después, un proyecto de autoconsumo solar compartido, La Pablo Renovable, ha actualizado la idea de sus promotores. El objetivo es abaratar la factura de la luz y reducir la huella de carbono de 512 de las 939 viviendas que hay. El impacto de fondo, sin embargo, es todavía más valioso: en este conglomerado de viviendas se ha creado una comunidad de verdad, más allá de los papeles.

Este proyecto, de apostar por el autoconsumo compartido y de convertirse en un referente en a nivel español y continental, surgió en junio de 2021 como surgen las mejores cosas: «Una reunión de amigos a la hora del vermú».

  1. El Movimiento Ibérico Antinuclear denuncia las falsedades de una resolución en favor de las empresas nucleares
    La campaña del PP, VOX y UPN para alargar la vida de nucleares envejecidas menosprecia el incremento de riesgo de estas centrales.
    La resolución aprobada el miércoles 12 de febrero incluye bajadas de impuestos para subvencionar la energía nuclear.
    El Movimiento Ibérico Antinuclear, del que forma parte Ecologistas en Acción, exige que los representantes políticos defiendan a la ciudadanía y no los intereses de las empresas.
    La proposición no de ley contra el calendario de cierre de las centrales nucleares ha sido aprobada por una diferencia de siete votos en sesión parlamentaria y se basa en asunciones falsas sobre la realidad del parque nuclear del país. Para el Movimiento Ibérico Antinuclear, del que forma parte Ecologistas en Acción, la exigencia de que se prolongue el funcionamiento de las centrales más allá de los 40 años para los que fueron diseñadas menosprecia el incremento de riesgo de operar con sistemas envejecidos. Por muy detalladas que sean las inspecciones y actualizaciones de equipos, sistemas críticos como el núcleo del reactor o la contención no pueden renovarse. Los dos reactores de Almaraz, Ascó I y Cofrentes ya han superado ese límite, y Ascó II lo hará a mediados del próximo año.
    En todo caso, la extensión de vida demanda inversiones millonarias de las empresas propietarias para cumplir con los condicionantes de las autorizaciones. Si acordaron voluntariamente un plan de cierre en 2019 fue considerando su balance de beneficios, y decidieron que no compensaba. Aunque no hay información sobre el alcance de estos costes en España, se sabe que la prolongación por 10 años de dos reactores belgas de potencia equiparable a Almaraz, Doel 4 y Tihange 3, costará hasta 2.500 millones de euros. Sin olvidar el caso de la renovación de Garoña (menos de la mitad de potente que Almaraz) por otros 10 años, que implicaba la inversión de más de 200 millones de euros.
    El papel de PP, Vox y UPN en el parlamento ha sido el de servidores de las empresas para forzar una reducción de las tasas e impuestos que corresponden a actividad nuclear. El problema no es que sean demasiado altos, sino que la electricidad nuclear no es competitiva y pretende que el Estado la subvencione con bajadas de impuestos. ERC y Junts con su abstención defienden una postura cínica que antepone los intereses empresariales a los de la ciudadanía. El cierre nuclear es necesario para conseguir una transición energética que vaya más allá de las palabras, que sea justa y participativa, que respete la biodiversidad y que sea solidaria….

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