Repsol, entre las 50 empresas que más responsabilidad histórica tienen en el calentamiento global

Solo 26 empresas han generado un tercio de emisiones fósiles emitidas a la atmósfera desde 1854 hasta 2023, según la base de datos Carbon Majors. La petrolera española se sitúa en el puesto 49.
Repsol, entre las 50 empresas que más responsabilidad histórica tienen en el calentamiento global
Estación de servicio en Madrid que oferta combustible renovable. Foto: REPSOL.

El planeta está viviendo un cambio climático sin precedentes, que tiene responsables claros. Tan solo 36 empresas concentran más de la mitad de las emisiones fósiles expulsadas a la atmósfera, según se desprende de la base de datos Carbon Majors en su edición de 2023. En total, 169 empresas fueron responsables de 33,9 gigatoneladas de CO2 equivalente (GtCO2e), lo que supone un aumento del 0,7% respecto a 2022. La mayoría (93) aumentaron sus emisiones respecto al año anterior, mientras que 73 redujeron sus emisiones y 3 mantuvieron el mismo nivel.

Si echamos la vista atrás, únicamente 26 compañías han generado un tercio de las 1.388 gigatoneladas de dióxido de carbono (GtCO2e) emitidas a la atmósfera desde 1854 hasta 2023. Analizando el listado completo, compuesto por 172 empresas (180, si tenemos en cuenta a países a los que les computan las emisiones de compañías fósiles de su territorio), la petrolera española Repsol figura en el puesto 49 con 4.677 megatoneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2e), lo que equivale al 0,21% de todas las emisiones generadas por las empresas estudiadas.

El ranking histórico teniendo en cuenta solo empresas (ya sean públicas o privadas) lo lidera la petrolera estatal Saudi Aramco con 70.670 MtCO2e, seguida de las estadounidense Chevron y ExxonMobil. Completan el top 10 Gazprom, National Iranian Oil Company, BP, Shell, Pemex, CHN Energy y ConocoPhillips. Incluyendo a países, el mayor emisor histórico es, con diferencia, la Unión Soviética, con 135.113 MtCO2e entre 1900 y 1991. En el puesto 2 estarían las emisiones de carbón de China entre 1945 y 2004.

Carbon Majors, lanzada por primera vez en 2013, es una base de datos de producción histórica de 180 de los mayores productores mundiales de petróleo, gas, carbón y cemento, que representan a 169 entidades activas y 11 inactivas. Desde 2024, el think tank londinense InfluenceMap, en colaboración con Climate Accountability Institute, aloja y actualiza anualmente toda esa información en carbonmajors.org.

Empresas estatales: las mayores responsables

Las 68 empresas de propiedad estatal del listado representaron el 52% de las emisiones globales de CO2 de combustibles fósiles y cemento en 2023, alcanzando los 22,5 GtCO2e. En comparación, las 99 empresas de propiedad privada emitieron 10,2 GtCO2e (23%), mientras que dos Estados estuvieron vinculados a 1,1 GtCO2e (3%).

El 22% restante, que no está incluido en la base de datos Carbon Majors, son empresas más pequeñas, empresas privadas y otras de las que no se dispone de datos. Además, de las 20 compañías que más emisiones generaron en 2023, 16 son de propiedad pública. De esas, 8 son de China, y se les atribuye un 17,3% de las emisiones globales ese año.

Las cinco empresas privadas que más contribuyeron a la crisis climática en 2023 con sus emisiones fueron ExxonMobil, Chevron, Shell, TotalEnergies y BP, responsables de 2,2 GtCO2e, un 4,9% de las emisiones globales de CO2 fósil. Sin embargo, estas cifras palidecen en comparación con las 7,4 GtCO2e (17,4%) atribuidas a cinco entidades estatales: Saudi Aramco, Coal India, CHN Energy, National Iranian Oil Co. y Jinneng Group. La presencia de tres compañías de carbón entre estas cinco subraya el peso que tiene aún este combustible, sobre todo en Asia.

La petrolera dirigida por Josu Jon Imaz y presidida por Antonio Brufau ocupa el puesto 89. Repsol, según Carbon Majors, emitió en 2023 unas 93 megatoneladas de dióxido de carbono equivalente.

Tendencias regionales y resistencia a la regulación climática

El carbón fue la mayor fuente de emisiones en 2023, representando el 41,1% del total y aumentando un 1,9% respecto a 2022. Le siguió el cemento, con un incremento del 6,5%, lo que indica una expansión de la producción. En contraste, el gas fósil redujo sus emisiones en un 3,7%, y el petróleo se mantuvo estable con un leve incremento del 0,3%.

A nivel regional, las emisiones de carbón y gas natural disminuyeron en África, mientras que las del petróleo aumentaron. En Australia se registraron reducciones en todos los sectores, al igual que en Europa salvo por las del cemento, que subieron. Las empresas asiáticas incrementaron sus emisiones en todos los combustibles. En Norteamérica, el carbón disminuyó, pero las del cemento, el petróleo y el gas fósil siguieron en aumento. En Oriente Medio, aumentaron las emisiones del gas, mientras que las del petróleo disminuyeron.

Además de su impacto directo en el medioambiente, desde Carbon Majors señalan que muchas de estas empresas están activamente involucradas en la obstrucción de la regulación climática. La base de datos LobbyMap de InfluenceMap, que clasifica a más de 500 empresas y 250 asociaciones industriales según su influencia en la política climática, revela que las entidades estatales son particularmente resistentes a la regulación. Siete de las diez compañías estatales con mayores emisiones fueron evaluadas y ninguna obtuvo una puntuación superior a C- (en una escala que va de A+ a F). Cinco de ellas recibieron calificaciones de D o inferiores, lo que indica un comportamiento altamente retardista.

En los últimos años, Carbon Majors ha desempeñado un papel fundamental a la hora de exigir responsabilidades a los productores de combustibles fósiles por sus efectos sobre el clima en contextos académicos, normativos y jurídicos. Entre los ejemplos de litigios climáticos se incluye la investigación de la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas sobre la responsabilidad de las empresas en las violaciones de los derechos humanos relacionadas con el clima, así como múltiples demandas en Estados Unidos contra los principales emisores, por ejemplo, en Baltimore, Oregon, y San Francisco y Oakland). Asimismo, la base de datos es una herramienta propuesta para evaluar la responsabilidad de las empresas en virtud de las leyes del superfondo cliimático de Nueva York y Vermont, que obligan a los grandes emisores a financiar la reparación de los daños climáticos.

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  1. Como líder de petróleo y gas de Greenpeace África, la semana pasada tuve el privilegio de llevar el nombre de más de medio millón de personas a los responsables de la toma de decisiones en Ciudad del Cabo de más de 15 países que estaban considerando si tomar medidas para hacer que los contaminadores paguen.
    Durante la última década, el clima extremo ha costado 2 billones de dólares en daños globales, dejando un rastro de destrucción, devastando comunidades y aumentando los costos para todos. (El clima extremo costó 2 billones de dólares a nivel mundial durante la última década, según un informe] La crisis climática se está desarrollando ante nuestros ojos (hace solo unos días, los incendios forestales arrasaron el Parque Nacional de la Montaña de la Mesa de Ciudad del Cabo), pero las corporaciones de petróleo y gas como Shell y TotalEnergies siguen enfocadas en llenar los bolsillos de sus accionistas.
    Pero juntos, 570.918 de nosotros transmitimos un mensaje claro y urgente a la coalición de gobiernos de todo el mundo: hay que hacer que las empresas de petróleo y gas paguen por el daño que han causado.
    Nuestra petición masiva, impulsada por la gente, envió una fuerte señal de que el público exige una verdadera rendición de cuentas de las corporaciones de petróleo y gas que están destruyendo nuestro planeta.
    No es una cuestión de asequibilidad: las ganancias de las corporaciones de petróleo y gas son tan enormes que fácilmente hay suficiente dinero que se puede recaudar a través de impuestos a los contaminadores para pagar el daño que han causado. Si Chevron y Exxon tuvieran que pagar más de 1 millón de dólares por hogar perdido en los recientes incendios forestales de Los Ángeles, todavía les quedarían miles de millones de dólares.
    En este momento, los líderes mundiales tienen la oportunidad de responsabilizar a los contaminadores. Están considerando diferentes medidas, como impuestos sobre las ganancias de las empresas de combustibles fósiles y sobre la extracción de combustibles fósiles. Pero aquí está el truco: aún no se han comprometido a nada. Existe un riesgo real de que los gobiernos pierdan los nervios y dejen que las empresas de combustibles fósiles salgan impunes.
    Pero juntos, 570.918 de nosotros transmitimos un mensaje claro y urgente a la coalición de gobiernos de todo el mundo: hay que hacer que las empresas de petróleo y gas paguen por el daño que han causado.
    Es por eso que debemos mantener la presión : si los líderes mundiales implementan nuevos impuestos y multas audaces a las corporaciones de petróleo y gas, estos fondos se pueden usar para ayudar a las comunidades de todo el mundo a recuperarse de los desastres climáticos e invertir en soluciones climáticas reales.
    Ayude a enviar a los líderes mundiales un mensaje claro: ¡hagan pagar a los contaminadores!

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