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La biodiversidad de los dos archipiélagos ha recibido un batacazo. Después de saber que el lince ibérico se ha recuperado y deja de estar en peligro de extinción, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), organismo de referencia en este campo, ha alertado que el lagarto gigante de Gran Canaria, la lisa de Gran Canaria y la lagartija de las Pitiusas, originaria de Ibiza y Formentera, están en creciente peligro de extinción debido a la acción predadora en esas islas de especies invasoras. Todas ellas son endémicas de sus islas, es decir, que son únicas y no se encuentran en ningún otro lugar.
En el caso de las especies de reptiles de Gran Canaria, están disminuyendo considerablemente debido a las serpientes invasoras. El lagarto gigante de Gran Canaria (Gallotia stehlini), el más grande de Canarias, ha pasado de Preocupación Menor a En Peligro Crítico, mientras que la lisa de Gran Canaria (Chalcides sexlineatus) ha pasado de Preocupación Menor a En Peligro. Estos animales endémicos son presas de los gatos salvajes, si bien su gran amenaza en los últimos año está siendo la culebra californiana (Lampropeltis californiae), introducida en la isla en 1998. Las poblaciones del lagarto gigante de Gran Canaria y de la lisa de Gran Canaria han disminuido más de la mitad desde 2014.
Por contra, ha mejorado ligeramente el estatus del lagarto gigante de La Gomera (Gallotia bravoana) pasando de «en peligro crítico» a «en peligro» gracias a los programas de cría en cautividad y la reintroducción. También endémica de la isla, esta especie estuvo en el pasado al borde de la desaparición a causa de los gatos, las ratas y la caza humana durante varios siglos. Aun así, el organismo recuerda que sigue estando muy amenazado por los gatos asilvestrados y los desprendimientos de tierra, que probablemente serán más frecuentes con el cambio climático.
En cuanto a la lagartija de las Pitiusas (Podarcis pityusensis), su estatus ha caído también varios niveles desde «casi amenazada» a «en peligro», después de que su población también se redujera a la mitad en 2010, en su caso por la actividad predadora de otro reptil invasor, la culebra de herradura, oriunda de la península ibérica.
Por primera vez, se han superado en la Lista Roja de Especies Amenazadas las 10.000 especies en peligro crítico, el máximo nivel de amenaza: en la versión de 2024 son 10.031 (entre ellas 235 de mamíferos, 232 de aves, 430 de reptiles, 799 de anfibios, 867 de peces, 435 de insectos, 745 de moluscos y 5.915 de plantas), cuando en 1996 eran sólo 1.820.
«La biodiversidad enfrenta crecientes presiones por factores como el cambio climático, el comercio ilegal o la extensión de especies invasoras, pero hay posibles soluciones. Con una acción sostenida, colaborativa y basada en la ciencia podemos evitar que las especies se extingan», señala Grethel Aguilar, directora general de UICN.
Otras especies en peligro
La actualización de la famosa Lista Roja de Especies Amenazadas también ha traído malas noticias para el elefante de Borneo (Elephas Maximus Borneensis), una subespecie de la que se estima que hay un millar de ejemplares en estado salvaje, considerados «en peligro» (el segundo mayor nivel de amenaza antes de su extinción en estado salvaje).
Según la organización, la población del elefante de Borneo, el de tamaño más pequeño de la especie, ha ido descendiendo en los últimos 75 años, primero por la excesiva tala de bosques en esa isla que comparten Indonesia, Malasia y Brunei, pero más tarde también por la expansión de la población humana en el antiguo hábitat del animal.
La caza del animal por habitantes locales (a veces como represalia por destruir cultivos), la expansión de cultivos agrícolas como el aceite de palma, el tráfico ilegal de marfil o la construcción de carreteras son algunos de los factores que han contribuido a la reducción de la especie.
Sin olvidar el reino vegetal, UICN advierte con su nueva lista que los cactus copiapoa, endémicos del chileno desierto de Atacama y muy populares internacionalmente como ornamento doméstico, corren cada vez mayor peligro de extinción debido al mercado ilegal de estas plantas. La nueva versión de la Lista Roja indica que un 82% de las especies de estos cactus están en peligro de desaparecer, cuando en 2013 ese porcentaje era menor, del 55%.
Esta también subraya que la construcción de carreteras y viviendas en la zona donde estas plantas son oriundas, una de las más áridas del mundo, ha provocado que sean más accesibles para los que comercian ilegalmente con ellas, destruyendo además parte de su hábitat.
De las más de 45.000 especies amenazadas según la lista, 863 tienen su hábitat en España (el país europeo con mayor número), mientras que en Latinoamérica destacan naciones de gran biodiversidad como México (2.614 especies), Brasil (2.475), Colombia (1.739), Ecuador (2.741), Perú (1.167) o Venezuela (945).