Etiquetas:
El Juzgado de lo Penal 1 de Almería ha absuelto a las 28 personas que fueron acusadas, según la propiedad del hotel, de causar daños en la fachada de El Algarrobico en una acción de Greenpeace, con una enorme pintada donde se leía ‘Hotel ilegal’ que tuvo lugar en mayo de 2014 en el municipio de Carboneras.
«Celebramos que todas las personas hayan sido absueltas. Esta nueva sentencia confirma que El Algarrobico tendría que haber pasado a la historia hace mucho tiempo, los responsables deberían pagar por los daños y restaurar el ecosistema», ha asegurado a raíz de este pronunciamiento judicial Eva Saldaña, directora de Greenpeace España, en un comunicado.
Según Saldaña, ejercer el derecho a la protesta ante los «atentados al territorio» es una herramienta imprescindible para provocar cambios y así seguiremos haciendo: «No nos van a callar».
La acusación ejercida por la propiedad del hotel solicitaba una pena de 24 meses de multa, a razón de una cuota de seis euros diarios, un total de 1.080 euros para cada una de las personas acusadas, y una pena de prisión de un año para cada una por un supuesto delito de desobediencia. Además, pedía 186.703 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños causados en el hotel.
La Fiscalía entendía, al igual que la defensa, que no se había cometido delito dado que no había sido posible identificar a las personas que habían pintado la fachada del hotel, que las personas acusadas habían sido vistas en la playa, pero no dentro del mismo y, en definitiva, que no se podía atribuir responsabilidad a las acusadas.
La sentencia, en la que prevalece la presunción de inocencia, recoge que no resulta probado que ninguna de las personas acusadas accedieran por la fuerza y tras romper el candado de la puerta al interior del hotel El Algarrobico ni que pintaran de negro la fachada del mismo, ha informado Greenpeace.
Señala, además, que tampoco se ha acreditado que los acusados desatendieran la orden de los agentes de la Guardia Civil personados en el lugar debidamente uniformados para que abandonaran el inmueble.
A la espera de ver si la empresa propietaria, Azata, interpone recurso de apelación contra la sentencia, según Greenpeace se cierra un capítulo más en la lucha de esta organización por el derribo del hotel ilegal de El Algarrobico.
Según los ecologistas, esta nueva sentencia se suma a las más de cuarenta resoluciones que le dan la razón a Greenpeace y que han declarado que la construcción del hotel fue ‘ilegal’.
El hotel construido por Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico, en el parque natural Cabo de Gata, ha sido en las últimas dos décadas protagonista de una lucha ecologista para lograr su derribo, un hito que todavía sigue sin fecha.
«Símbolo de la destrucción de la costa, el hotel de la playa de El Algarrobico es uno de los mayores escándalos urbanísticos del litoral. Las distintas Administraciones implicadas y, especialmente el Ayuntamiento de Carboneras y la Junta de Andalucía, han permitido que este monstruoso hotel, de 21 plantas y 411 habitaciones, se construyese sobre uno de los escasos espacios sin urbanizar de la costa mediterránea occidental», destacan desde Greenpeace.
Sólo faltaría que les hubieran penalizado por decir la verdad.
Aunque no sería de extrañar en estos tiempos de cuasi dictadura en los que la palabra comunista ha pasado a ser un insulto y a los activistas medio ambientales, precisamente LOS IMPRESCINDIBLES, se les acusa de terroristas.
«Como sabes, Futuro Vegetal es un movimiento climático de desobediencia civil no violenta. Como resultado de nuestras protestas, con las que tratamos de poner el foco en la mitigación de las peores consecuencias de crisis climática, estamos recibiendo una represión institucional sin precedentes en el Estado español. Además de las continuas vulneraciones de derechos, como el derecho a la libertad de expresión, el derecho a la libertad de prensa, así como la represión económica en forma de multas y la criminalización por parte de la Fiscalía General del Estado, que nos incluyó en el apartado de Terrorismo Nacional de su informe de 2022, la Brigada de Información de la Policía Nacional está liderando una campaña de persecución contra estas activistas climáticas, infiltrando agentes en nuestro movimiento (), deteniéndonos en nuestros domicilios y denunciándonos por pertenencia a «organización criminal».
Esta criminalización de la protesta no violenta en defensa de un planeta habitable no solo afecta a nuestro movimiento social, sino que supone una vulneración de derechos para toda la población, como remarcan varias expertas en derecho penal que nos ayudaron a redactar el manifiesto, o el actual Relator Especial de las Naciones Unidas para las Defensoras del Medio Ambiente en este reciente informe.
Necesitamos visibilizar esta injusticia y parar los pies a la sistemática vulneración de derechos humanos y criminalización de la protesta, antes de que protestar se convierta en delito.
Por ello, nos gustaría contar con tu apoyo para visibilizar esta injusticia. Así es como te proponemos colaborar con la campaña antirrepresiva que hemos diseñado:
Tomar una foto de ti sosteniendo un cartel con el escrito: Yo también soy Futuro Vegetal.
Haremos un vídeo para redes sociales recopilando fotografías de personas solidarias. El texto completo del vídeo será:
“Las activistas de Futuro Vegetal enfrentan penas de hasta 8 años de cárcel por sus protestas contra la Crisis Climática. Mientras que cada día es más urgente pasar a la acción para mitigar los efectos sociales y ambientales de la crisis que estamos viviendo, la policía les acusa de componer una organización criminal. Defender un planeta habitable frente al interés de las grandes corporaciones no es delito. Protestar no es delito. Yo también soy Futuro Vegetal.”
https://futurovegetal.org/firma-contra-la-represion/