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Las principales organizaciones marinas españolas, unidas para proteger el Mediterráneo

Representantes de quince entidades ecologistas han presentado un acuerdo para lograr la protección de un 30% del Mediterráneo español para el año 2030.
Las principales organizaciones marinas españolas, unidas para proteger el Mediterráneo
Foto: Las organizaciones reunidas este miércoles 6 de marzo con la vicepresidenta tercera y ministra Teresa Ribera para presentar su propuesta.

El 30 se ha convertido para el mar Mediterráneo en una cifra clave. Lo fue cuando la Unión Europea se comprometió a proteger al menos el 30% de los mares para 2030 en la Estrategia de Biodiversidad europea. También cuando se acordó el Tratado Global para los Océanos en la cumbre sobre biodiversidad de 2022. Y lo vuelve a ser ahora que las principales organizaciones ecologistas de España, 15 en total, se han unido en una iniciativa para que España alcance las metas de protección comprometidas en el Mediterráneo español.

ANSE, ClientEarth, Ecologistas en Acción, Fundación Marilles, GEN-GOB, GOB Mallorca, GOB Menorca, Greenpeace, OceanCare, Oceana, Save the Med, SEO/BirdLife, Tursiops, Vell Marí y WWF se han sentado este miércoles en una mesa en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para presentar el Acuerdo marino entre organizaciones ambientales para la protección de un 30% del Mediterráneo español.

La propuesta apunta la importancia de elaborar e implementar planes de gestión efectivos y subraya la necesidad de designar nuevas zonas protegidas y asignar los recursos necesarios para identificar nuevos enclaves de biodiversidad adicionales más allá del 30% en caso de ser oportuno.

«Con más de 17.000 especies marinas (el 18% de las conocidas en todo el mundo), el Mediterráneo es una de las zonas con más biodiversidad del planeta«, recuerdan las entidades en un comunicado. «Pero también es una de las más amenazadas. Las temperaturas medias de toda la cuenca ya están 1,5 °C por encima del nivel preindustrial y el declive de sus ecosistemas, como las praderas de plantas marinas, ya es una realidad», señalan.

A esto se le suman los impactos del turismo en masa, los cruceros, el crecimiento urbanístico del litoral y la sobreexplotación por pesca, que ponen en peligro un mar del que dependen muchas especies y cerca de 150 millones de personas.

Un plan de acción de aquí a 2030

Por ahora, en España existe un 21% de superficie marina designada a la conservación ―un total de 9,3 millones de hectáreas― después de que el Ministerio para la Transición Ecológica aprobase en enero de este año la inclusión de seis nuevos espacios marinos protegidos en la lista Red Natura 2000. Con la ambición por bandera, la alianza de organizaciones detalla en su acuerdo una batería de acciones para que España logre sumar nueve puntos porcentuales de aquí a seis años.

Entre los objetivos que proponen está el del desarrollo, publicación e implementación de los planes de recuperación de especies vulnerables o en peligro de extinción; minimizar el impacto de las capturas accidentales en artes de pesca, la pesca de arrastre y la pesca fantasma; y adoptar medidas para reducir el ruido submarino producido por el tráfico marino y otras actividades civiles y militares.

Pero todo ello no se puede hacer sin dinero. Por ello, las organizaciones además piden una dotación adecuada de recursos económicos. «Esto implica no solo la inversión inicial en la creación de estas áreas, sino también el compromiso continuo de fondos para actividades de gestión, vigilancia, seguimiento y gobernanza. Por ello, una acción esencial es aumentar el porcentaje de inversión de los Presupuestos Generales del Estado en conservación y protección del medio marino», detalla el acuerdo. Tampoco se puede lograr, defienden, sin «la divulgación sobre espacios marinos protegidos entre la población para concienciar e implicar en su protección».

«Este acuerdo demuestra que es urgente actuar de una manera planificada y coordinada para conservar nuestro mar Mediterráneo y su gran biodiversidad. Esto significa no solo declarar nuevos espacios marinos protegidos, sino también, y sobre todo, destinar los recursos necesarios para que esta protección sea real y efectiva«, concluye Pablo Rodríguez Ros, coordinador de esta iniciativa.

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