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Decenas de colectivos de toda la península ibérica se reúnen este fin de semana en Covas do Barroso (Portugal) para abordar los impactos sociales y ambientales de la minería. El encuentro, que se celebra desde este viernes 17 hasta el domingo 19 en el municipio de Boticas, está organizado por Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción y la asociación Unidos em Defesa de Covas do Barroso, con la colaboración del Observatorio Ibérico de la Minería.
Durante tres días, más de medio centenar de representantes de plataformas y movimientos vecinales de España y Portugal pondrán en común sus experiencias y estrategias frente a proyectos mineros que amenazan sus territorios. También asistirán organizaciones ecologistas de distintos países europeos y miembros de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), invitada para compartir su experiencia en la lucha contra el extractivismo en América Latina.
Covas do Barroso, declarada Patrimonio Agrícola Mundial por la FAO, se ha convertido en un símbolo de resistencia ante el auge de la minería de litio en Europa. En esta aldea, una empresa británica pretende abrir la que sería la mayor mina de litio a cielo abierto del continente. La región de Barroso está afectada por dos de los tres proyectos mineros que Portugal ha designado como “estratégicos” dentro de la nueva política europea de materias primas críticas.
Las entidades organizadoras denuncian que esta designación, impulsada por la Comisión Europea, otorga prioridad a la extracción de minerales en nombre de la “transición verde”, pese a los impactos ambientales y sociales ya documentados. En el Estado español, seis proyectos mineros —entre ellos Las Navas, La Parrilla o Las Cruces— han sido declarados estratégicos y acumulan denuncias y sanciones por contaminación, uso ilegal de aguas o falta de autorización ambiental.
Además de debates y talleres sobre alternativas al extractivismo, el encuentro servirá para presentar los avances del Observatorio Ibérico de la Minería, que ya ha documentado más de un centenar de casos de malas prácticas en el sector, y del foro internacional “Pueblos contra el Extractivismo”, una red global de organizaciones que comparten experiencias de resistencia.




