En San Blas, a la cigüeña… ya no verás

El cambio climático no deja títere con cabeza. Ni a los refranes respeta. Con algo de ironía (que nunca viene mal, a pesar de la magnitud del problema), el investigador del área de Estudio y Seguimiento de Aves de SEO Birdlife Blas Molina analiza en La Uni Climática V la adaptación de las aves al cambio climático.

Y empieza con una importante apreciación: que, aunque se hable de cambio climático, es más correcto hacerlo de un “cambio global con varios motores principales –que están alterando la biodiversidad en la tierra–, como el traslado e introducción voluntaria o involuntaria de especies y variedades exóticas o la sobreexplotación de los recursos y la contaminación”.

El experto asienta su ponencia sobre varias patas: los cambios morfológicos, la distribución geográfica, la dinámica de las poblaciones, la diversidad de las especies, y, sobre todo, los cambios en el comportamiento en el ciclo anual de cada especie en su fenología (que es la disciplina que estudia la relación entre el clima y las fechas en la que se producen los diferentes fenómenos biológicos).

Sobre este último aspecto, Molina explica que el cambio climático afecta a la invernada y a la migración. “Se ha visto que comienzan a cantar o las puestas son más tempranas, y también hay variaciones en las fechas de llegada y partida”, comenta. Pone ejemplos: la disminución de la invernada de especies como el ganso común o el porrón moñudo, que están “relacionadas con las zonas cubiertas por hielo o nieve en Europa”, subraya. Y también está el caso del ganso común, que, durante el mes de enero, utilizaba la Península Ibérica fundamentalmente como uno de sus principales cuarteles de invernada.

Sin embargo, “en los últimos años ha disminuido de forma importante el número de ejemplares. Y, en las zonas donde cría, como en los países escandinavos, se quedan ejemplares o incluso se ha adelantado la llegada a casi finales del invierno. Esto se debe a que estas zonas tienen una menor cantidad de suelo helado”.

Otra muestra es la cigüeña, que ya no verás por San Blas, afirma Molina haciendo referencia al refrán, porque ha cambiado ese patrón. “San Blas es el 3 de febrero y, en esas fechas, en muchos casos, sobre todo en las zonas meridionales y con mejores condiciones de temperatura, ya están en los nidos e incluso han realizado las puestas”.

Si quieres disfrutar de la ponencia íntegra de Blas Molina en La Uni Climática V, matricúlate antes del 31 de agosto y disfruta de una suscripción gratuita de dos meses a Filmin.