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España se enfrenta a 141 «riesgos climáticos» que afectan a la salud, la economía y la biodiversidad, según las conclusiones de un documento científico y técnico cuyo contenido ha adelantado este lunes la vicepresidenta Sara Aagesen. De todos esos riesgos analizados, 51 se consideran clave, y dentro de estos, 3 están catalogados como reversibles, 31 como «parcialmente» reversibles y 17 como irreversibles.
El documento, coordinado por la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) y titulado Evaluación de riesgos e impactos derivados del cambio climático en España (ERICC-2025), aún no está publicado en su totalidad, si bien hay una página web donde se puede consultar por partes.
Este informe, catalogado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico como un «hito» en la planificación de la adaptación, servirá de base técnica para el segundo Programa de Trabajo del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) 2026-2030.
Riesgos de baja reversibilidad detectados
Entre los 17 riesgos de baja reversibilidad identificados, destacan la pérdida de biodiversidad, la degradación de ecosistemas y suelos, la salinización de acuíferos costeros, la pérdida de superficie terrestre por erosión y subida del nivel del mar, y la destrucción de patrimonio cultural y natural.
Esos impactos podrían tener consecuencias irreversibles sobre el territorio a no ser que se adopten medidas preventivas en el corto plazo, según advierte el texto.
Además, la ERICC 2025 detecta más de 1.700 interrelaciones entre riesgos, lo que prueba que los impactos del cambio climático «actúan en red y pueden amplificarse si no se gestionan de forma coordinada».
Otro dato que revela el documento apunta a que las temperaturas podrían experimentar, en los peores escenarios, un aumento medio de 2 a 3 grados en España para mediados de siglo y de hasta 5 a 6 grados a finales de este, lo que limitaría gravemente la ventana de oportunidades para la adaptación.
Por otro lado, el nivel del mar podría aumentar entre 50 y 60 centímetros para 2100, lo que afectaría gravemente a las zonas costeras, mientras que el peligro de incendios forestales podría incrementarse hasta un 30% en la cuenca mediterránea, con temporadas más largas y eventos de mayor intensidad.
Sectores identificados
En total, se han analizado los riesgos y oportunidades del cambio climático para 14 sectores socioeconómicos y sistemas naturales considerados estratégicos en España. Estos son: salud, agua, biodiversidad, bosques, agricultura, costas, energía, ciudades, turismo, industria, transporte, patrimonio cultural, sistema financiero y cohesión social.
A continuación, se resume algunas de las conclusiones para cada sector:
Salud
- El cambio climático afecta directamente a la salud física y mental, especialmente durante eventos extremos como olas de calor, inundaciones o incendios.
- El calor extremo es el principal peligro climático para la salud humana, agravando enfermedades y provocando miles de muertes cada año.
- Entre 2015 y 2024, más de 24.000 muertes en España se atribuyeron al exceso de calor, según el sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo).
- Los riesgos climáticos para la salud están interrelacionados: calor y contaminación atmosférica son fenómenos sinérgicos y no pueden evaluarse por separado.
- Las personas mayores de 65 años y quienes trabajan al aire libre son los grupos más vulnerables al impacto del calor extremo.
Agua y recursos hídricos
- Los impactos climáticos en el sector del agua ya alcanzan niveles severos y provocan pérdidas económicas y humanas crecientes.
- Las sequías extremas amenazan la disponibilidad y la calidad de los recursos hídricos.
- Se prevé una reducción de hasta el 40% de la precipitación bajo escenarios de altas emisiones.
- La intensificación de las precipitaciones extremas incrementa el riesgo de inundaciones, principalmente en áreas mediterráneas y del sur peninsular.
- La adaptación afronta grandes desafíos por la interdependencia con otros factores no climáticos como la sobreexplotación y contaminación hídrica derivadas del desarrollo urbano, agropecuario e industrial.
Patrimonio natural, biodiversidad y áreas protegidas
- España es uno de los países europeos que alberga una mayor biodiversidad, la cual se ve amenazada por los efectos del cambio climático.
- El cambio climático altera ciclos biológicos y ecosistemas, modificando la distribución de especies y dificultando la conservación de hábitats.
- Fenómenos como el aumento de temperaturas, la variación de los patrones de precipitación, y la mayor incidencia y severidad de los incendios forestales amenazan seriamente nuestro patrimonio natural.
- El cambio climático intensifica problemas preexistentes como los derivados de la fragmentación de hábitats o la sobreexplotación de recursos.
- La pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos pueden generar impactos en cascada sobre múltiples sectores socioeconómicos.
Forestal, desertificación, caza y pesca continental
- Un 74% del territorio nacional es vulnerable a la desertificación.
- La aridificación del clima puede alterar la composición y estructura de las masas forestales, reducir su productividad e incluso comprometer su persistencia.
- El cambio climático intensifica las condiciones propicias para la ignición y propagación de incendios forestales.
- Factores socioeconómicos como la estructura de la propiedad forestal y la despoblación rural influyen en la vulnerabilidad del sistema forestal.
Agricultura, ganadería, pesca, acuicultura y alimentación
- Su fuerte dependencia del clima, los recursos hídricos y del estado del suelo los convierte en altamente vulnerables frente a los efectos del cambio climático.
- A esta vulnerabilidad se suman factores no climáticos, como la despoblación rural, la falta de relevo generacional y el declive de los modelos agrícolas y ganaderos extensivos.
- Los riesgos asociados a la agricultura, ganadería y pesca pueden generar impactos en cascada sobre la seguridad alimentaria, la seguridad hídrica y la economía rural.
- Otros riesgos destacados son la pérdida de producción ganadera, así como de la productividad pesquera por cambios en la distribución de especies debido a la modificación de las variables climáticas oceánicas.
Costas y medio marino
- Con cerca de 8.000 km de costa, España está expuesta al aumento del nivel medio del mar, la intensificación de temporales y la erosión costera.
- El litoral español ya está sufriendo impactos como la pérdida de superficie emergida, la salinización de acuíferos y suelos agrícolas, y la degradación de hábitats costeros de alto valor ecológico.
- Las zonas costeras presentan una elevada vulnerabilidad social y económica frente al cambio climático, ya que más del 40 % de la población reside en zonas costeras, muchas de ellas densamente urbanizadas.
- La concentración de infraestructuras y actividad económica en la franja costera, junto con su tendencia de crecimiento, intensificará los riesgos futuros.
- Los impactos climáticos en el litoral y en los ecosistemas costeros y marinos generan impactos en cascada sobre múltiples sectores, como la pesca, el turismo y la agricultura.
Ciudad, urbanismo y edificación
- En España, el 88% de la población reside en zonas urbanas, lo que plantea desafíos de adaptación ante la intensificación de los peligros climáticos.
- La torrencialidad de las lluvias aumentará a corto plazo e incrementará el riesgo de inundaciones y la afectación a infraestructuras clave.
- El aumento de las temperaturas extremas, agravado por el efecto isla de calor, tendrá impactos directos en el confort térmico y la salud de la población.
- La ubicación geográfica y las características urbanas suponen diferencias en exposición y vulnerabilidad. Las ciudades costeras, por ejemplo, sufrirán la amenaza de la subida del nivel del mar.
- La dependencia urbana de recursos esenciales y la concentración de actividades socioeconómicas e infraestructuras hacen de las ciudades un nodo receptor y transmisor de impactos.
- Los riesgos climáticos en entornos urbanos requieren atención urgente ya que sus impactos se prevén muy elevados a corto plazo.
Patrimonio cultural
- El patrimonio cultural se encuentra expuesto a las inundaciones —fluviales y pluviales—, los incendios y las inundaciones costeras, entre otros factores.
- El deterioro de sitios históricos y la pérdida de tradiciones pueden reducir el atractivo turístico y afectar negativamente la economía local y nacional.
- A pesar de la importancia del patrimonio cultural para el conjunto de la sociedad, el impacto del cambio climático sobre este sector presenta lagunas de conocimiento significativas.
Energía
- Se anticipa una disminución en la eficiencia y capacidad de las redes de transporte y distribución eléctrica como consecuencia de las altas temperaturas proyectadas en los escenarios futuros.
- Las altas temperaturas también afectan al almacenamiento de energía debido a la reducción del rendimiento de las baterías eléctricas.
- El aumento de las temperaturas medias y la mayor frecuencia de olas de calor podrían incrementar notablemente la demanda eléctrica.
- En España este sector presenta una fuerte interdependencia con el recurso hídrico (nexo agua-energía), lo que acentúa su vulnerabilidad frente al cambio climático.
Movilidad y transporte
- Este sector desempeña un papel clave en la economía nacional (3,9% del PIB en 2021), por lo que su afección podría tener importantes repercusiones económicas.
- El cambio climático incrementa significativamente los riesgos asociados a eventos extremos, que afectan de forma diferenciada a los distintos modos de transporte (carretera, ferroviario, aéreo y marítimo) según sus características.
- Los impactos del cambio climático sobre las infraestructuras dificultan su funcionamiento, afectan a la movilidad de personas y mercancías, y comprometen la continuidad del sistema.
- Las interrupciones en las cadenas logísticas pueden provocar efectos en cascada sobre sectores estratégicos (alimentación, energía, industria o sanidad).
Industria y servicios
- Los eventos extremos como inundaciones, olas de calor, sequías o tormentas, ya están afectando a infraestructuras y procesos productivos del sector.
- El 86,8% de los siniestros tramitados entre 2017 y 2022 por el Consorcio de Compensación de Seguros —que incluye entre otros, industria, comercios y oficinas—, se debieron a inundaciones y tempestades ciclónicas atípicas.
- Su dependencia del suministro de materias primas le convierte en un sector altamente expuesto a impactos en cascada provenientes del sector primario.
- El 99,8% del tejido empresarial español está formado por pymes. Aunque destacan por su flexibilidad ante nuevos mercados, su limitada capacidad financiera reduce sus posibilidades de adaptación.
Turismo
- El turismo aporta más del 12% del PIB nacional, pero es uno de los sectores más vulnerables al cambio climático.
- Depende fuertemente de recursos naturales expuestos y de condiciones climáticas que influyen directamente en el confort del visitante y en el atractivo del destino.
- Los impactos del cambio climático aún no son del todo visibles en el sector, sin embargo, se espera que los impulsores de los riesgos sigan creciendo en los próximos años.
- La información disponible es limitada, por lo que es necesario un esfuerzo significativo en el seguimiento y generación de datos relevantes para una mejor comprensión de los riesgos que afronta el sector.
- La pérdida de atractivo de los destinos por la degradación o desaparición de recursos naturales puede desencadenar efectos en cadena en múltiples sectores económicos.
Sistema financiero y actividad aseguradora
- El sistema financiero y la actividad aseguradora pueden actuar como catalizadores de la adaptación, detectando oportunidades de inversión e incentivos para la prevención de riesgos.
- Este sector presenta múltiples interrelaciones con otros ámbitos económicos, y es receptor de impactos y generador de efectos en cascada con amplias repercusiones socioeconómicas.
- Existe un déficit importante de información y una escasa divulgación por parte de las entidades implicadas que hace difícil realizar un análisis completo de los riesgos del sector.
Paz, seguridad y cohesión social
- El reparto desigual —social y territorial— de los impactos climáticos puede provocar desplazamientos y conflictos, afectando a la cohesión social y generando tensiones tanto a nivel nacional como internacional.
- Este ámbito es receptor de impactos de numerosos sectores, y a su vez es generador y amplificador de muchos de ellos.
- El análisis de riesgos en este ámbito enfrenta importantes limitaciones, debido a su elevada complejidad y a la escasez de información específica disponible.
- Es necesario avanzar en la comprensión de los impactos climáticos en este sector ya que pueden desencadenar desequilibrios sociales profundos y prolongados.
Con información de EFE.





El glifosato, sustancia comercializada bajo el nombre RoundUp desde los años 70 por el gigante agroquímico Monsanto, que Bayer compró en 2016, está prohibido en Austria y en varias regiones de Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña o Suiza, entre otras. Además, su uso está limitado en una veintena de países.
En 2019, un juzgado federal estadounidense declaró que el herbicida “fue un factor sustancial que causó el cáncer de Edwin Hardeman”, un agricultor californiano que alegaba que su exposición al herbicida glifosato le causó desarrollar linfoma no Hodgkin (LNH), un cáncer que afecta el sistema inmunológico. El juez dictaminó que Bayer-Monsanto debía pagar 80 millones de dólares al afectado.
La Unión Europea pretende multiplicar por 4.000 el glifosato permitido en aguas
Según Ecologistas en Acción, supondría permitir legalmente una grave contaminación de las aguas que pondría en mayor riesgo la biodiversidad y la salud.
La Directiva de Sustancias Prioritarias europea, que marca las normas de calidad ambiental para diversos contaminantes en aguas superficiales y subterráneas, pretende ser revisada y aumentar el nivel del herbicida glifosato en las aguas superficiales. El actual límite es de 0,1 microgramos de glifosato por litro de agua. La nueva revisión pretende aumentar ese máximo hasta los 398,6 microgramos por litro de agua, lo que supondría multiplicar por 4.000 el límite permitido actual.
La reacción de las organizaciones ecologistas no se ha hecho esperar. Desde Ecologistas en Acción alertan que aprobar dicho límite máximo “supondría permitir legalmente una contaminación muy elevada que pondría aún en mayor riesgo a las aguas españolas”. Además, señalan, “podría suponer un grave peligro para la salud pública y aumentar el coste de potabilización si acaba contaminando zonas de abastecimiento de agua potable”.
El actual límite se ha aplicado en territorio español según lo que indica la Guía para la evaluación de estado de las aguas superficiales y subterráneas, documento utilizado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD) para el control de la contaminación del agua. Aprobar esta nueva limitación “puede ser tentador”, explican desde Ecologistas, ya que muchas aguas consideradas contaminadas con el actual máximo aparecerían como legalmente limpias, pero permitiría una contaminación muy elevada que pondría en peligro la salud pública.
La revisión de la Directiva parece que seguirá su curso y será aprobada a finales de año, ya que fue adoptada por el Trílogo de la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo. Pero desde la organización ecologista recuerdan al MITERD que España no tiene la obligación de adoptar los límites propuestos en el texto que finalmente se apruebe. El Ministerio y el Gobierno de España, dicen, “debe mantener el límite actual para el herbicida glifosato, más protector de la naturaleza y la salud”.