La ONU y la Organización Meteorológica Mundial reclaman más esfuerzos en adaptación frente a eventos extremos como la DANA

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente publica un informe donde concluye que las acciones de adaptación no están a la altura del reto que supone el cambio climático. Mientras, la Organización Meteorológica Mundial publica otro informe poniendo en valor los servicios climáticos, fundamentales para predecir eventos extremos.
La ONU y la Organización Meteorológica Mundial reclaman más esfuerzos en adaptación frente a eventos extremos como la DANA
Calle de Paiporta tras el paso de la DANA. Foto: EFE / Manuel Bruque.

Si algo ha demostrado la tragedia provocada por la DANA que ha afectado a España es que los países y sus habitantes no están bien preparados para afrontar unos eventos extremos cada vez más intensos, habituales e impredecibles en un contexto de cambio climático.

«Las personas, sus medios de vida y la naturaleza de la que dependen están en peligro real por las consecuencias del cambio climático. Sin acción, esto es un anticipo de lo que nos depara el futuro y de por qué simplemente no hay excusa para que el mundo no se tome en serio la adaptación, ahora», reclama por enésima vez Inger Andersen, directora ejecutiva de ONU Medio Ambiente (PNUMA), con motivo de la presentación del informe anual sobre la brecha de adaptación, que ha coincidido con el anuncio de Copernicus de que 2024 será el año más caluroso desde que hay registros.

En esta nueva edición del documento, la rama medioambiental de la ONU concluye que los países deben incrementar de forma drástica sus esfuerzos de adaptación al cambio climático. Ese esfuerzo significa, sobre todo, proporcionar más dinero para financiar los planes necesarios, especialmente en países con menos recursos. Porque si en España, un país desarrollado y con recursos amplios, unas lluvias torrenciales e inundaciones han matado a 211 personas y ha dejado barrios e infraestructuras destruidas, en países mucho más pobres y con menos capacidad, este tipo de eventos sería muchísimo más catastrófico y difícil de superar posteriormente.

Acorde al informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, si bien los flujos de financiación pública internacional para la adaptación a los países en desarrollo aumentaron de 22.000 millones de dólares en 2021 a 28.000 millones de dólares en 2022 –el mayor incremento interanual absoluto y relativo desde el Acuerdo de París–, siguen estando lejos de la cifra necesaria: entre 187.000 y 359.000 millones de dólares al año. Incluso alcanzando el objetivo del Pacto Climático de Glasgow –acordado en la COP26– de duplicar la financiación de la adaptación hasta al menos 38.000 millones de dólares para 2025, sólo se reduciría el déficit de financiación para la adaptación en aproximadamente un 5%, avisa la ONU.

A medida que los países en desarrollo experimentan pérdidas y daños cada vez mayores tienen que hacer frente a una carga de la deuda cada vez más grande. En este sentido, la ONU considera que “una adaptación eficaz y adecuada, que incorpore la justicia y la equidad”, es “más urgente que nunca”. Y un buen momento para redoblar esfuerzos, defiende el PNUMA, es la cumbre del clima (COP29) que alberga Bakú (Azerbaiyán) entre el 11 y el 22 de noviembre. En este sentido, el organismo reclama a los países un nuevo objetivo colectivo cuantificado sobre financiación climática que incluya “componentes de adaptación más sólidos en su próxima ronda de compromisos climáticos”.

En otro informe publicado hace unas semanas, ONU Medio Ambiente alertaba de que el mundo se encamina hacia un aumento de la temperatura medio global de entre 2,6 y 3,1 ºC para este siglo si no se reducen de inmediato y de forma importante las emisiones de gases de efecto invernadero. Actualmente, estamos viendo las consecuencias devastadoras fruto de un planeta que se ha calentado cerca de 1,5 ºC.

Más allá de la falta de dinero, Naciones Unidas ha detectado en su análisis que 171 países cuentan con algún tipo de instrumento nacional de adaptación, ya sea una política, una estrategia o un plan. En cambio, 26 países (el 14%) no tienen ningún tipo de herramienta sobre adaptación. De esos, el informe señala que 10 (de los cuales 7 son Estados frágiles o afectados por conflictos) no muestran indicios de tener un plan. El nombre de estos países no aparece en el informe, y PNUMA, tras la petición de Climática, tampoco los ha facilitado.

«Nuestros corazones están con las poblaciones y los pueblos de España que han sufrido» los impactos de las lluvias extremas e inundaciones por la DANA, se solidariza Inger Andersen en respuesta a una pregunta de Climática. «200 vidas son demasiadas. Cuando vemos que se sucede una catástrofe tras otra, está claro que algo va mal«, señala la economista danesa, que insta a todos los países, «independientemente de su riqueza relativa», a invertir en «medidas de gestión de inundaciones, en alerta temprana, así como en medidas contra la sequía».

En este punto, Andersen apela a la solidaridad a la que apunta el informe: «Tenemos que tener claro que si los países más ricos se ven afectados de esta manera, pensemos por un momento en los países que no tienen la riqueza suficiente para hacerlo lo mejor que puedan en términos de inversión. (…) Tenemos que animar a todos los países a que den un paso al frente en su hogar, pero también a que den un paso al frente en solidaridad y cumplan los compromisos que ya han asumido en virtud de los acuerdos sobre el clima».

Importancia de los servicios climáticos

Este mismo jueves, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado su informe anual sobre el estado de los servicios climáticos, un trabajo que se realiza desde hace cinco años tras una petición de los países en la COP24 de Katowice (Polonia).

A medida que los efectos del cambio climático no dejan de intensificarse, el máximo organismo en materia de tiempo, clima y agua ha querido destacar los servicios climáticos que ofrecen las agencias meteorológicas a nivel mundial: “Nunca habían sido tan necesarios como ahora”. 

Durante el último lustro se ha avanzado mucho en este campo, si bien desde la OMM consideran que “siguen existiendo grandes carencias”, por lo que reclaman mucha más inversión en la materia. Según datos del informe, un tercio de los servicios meteorológicos e hidrológicos nacionales (en el caso de España es la AEMET) prestaron servicios climáticos «esenciales», y casi un tercio, servicios «avanzados» o «completos». Los países de Asia y África son los que más han incrementado su capacidad de prestación de ese tipo de servicios gracias a la financiación destinada específicamente a fines de adaptación.

«En una coyuntura de retos medioambientales sin precedentes, nunca antes había sido tan crucial elaborar, difundir y utilizar la información climática para facilitar la adopción de medidas relacionadas con el clima», señala Celeste Saulo, secretaria general de la OMM. En unas declaraciones facilitadas a Climática, la mandataria argentina ha querido mostrar «la profundad solidaridad y pesar a nuestros hermanos y hermanas de España» por «un acontecimiento más que se suma a los vivimos día a día en distintos lugares del mundo y que nuevamente nos llama a reflexionar sobre cómo estamos afrontando la triple crisis planetaria [cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad] en la que estamos inmersos».

Entre 2020 y mediados de 2024, las crecidas han sido el evento extremo más frecuente. Sin embargo, los riesgos relacionados con el calor se convirtieron en la primera causa de mortalidad, al ocasionar el 57% de todas las muertes vinculadas con el tiempo, el agua y el clima en todo el mundo. Las tormentas causaron las pérdidas económicas más cuantiosas, al contribuir al 59% del total de las pérdidas, según datos de la Base de Datos Internacional sobre Desastres EM-DAT citados en el informe.

A pesar de la importancia de contar con buenos servicios meteorológicos y climáticos, así como sistemas de alerta temprana eficaces, de los 63.000 millones de dólares que se han dedicado a nivel global a adaptación climática, tan solo una pequeña parte (estimada entre 4.000 y 5.000 millones de dólares) se dedica específicamente a servicios climáticos y actividades de alerta temprana, lamenta el informe.

«Tenemos que realizar las inversiones necesarias para lograr un futuro sostenible. El coste de la inacción supera con creces el coste de la acción. Es esencial redoblar el apoyo dado a los servicios meteorológicos para que puedan comprender mejor el sistema Tierra y sus cambios, prestar servicios climáticos adecuados a los fines previstos en apoyo de los procesos decisorios y concebir sistemas de alerta temprana para proteger a las comunidades de los crecientes peligros naturales», explica Celeste Saulo.

En el caso de España, los profesionales de AEMET llevan años reclamando mejoras tanto de personal como de recursos. En una entrevista reciente con Rubén del Campo, portavoz de la agencia, confirmaba que afrontan “una situación de escasez de recursos humanos importante”, si bien se está intentando revertir. 

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  1. «España un país desarrollado y con recursos amplios»…pero sometido al capital al que sólo importan sus ganancias, no el bienestar social.
    Un país, como decía Machado, que de 10 cabezas nueve embisten y una piensa.
    Un país actualmente en plena involución, porque el capitalismo ha colonizado las cabezas y la España que describe Machado ahí sigue bien viva.
    Se prescinde de organismos sociales, como la Unidad Valenciana de Emergencias. El presupuesto que preveía el gobierno autonómico para la Unidad Valenciana de Emergencias rondaba los nueve millones de euros, según figura en la propia web de la Generalitat. El importe contrasta con los cerca de 40 millones que se calcula que cuestan los festejos populares taurinos a las arcas públicas valencianas cada año.
    Tres de cada diez viviendas afectadas por la DANA en Valencia se construyeron en zona inundable durante la burbuja.
    No dudo de las buenas intenciones de la ONU; pero el capitalismo (especialmente los amos del mundo) se las pasa por el forro.
    “Nuestros corazones están con las poblaciones y los pueblos de España que han sufrido” son solo palabras huecas. Por otro lado, altos cargos de organismos gubernamentales europeos e internacionales están pidiendo a las personas mayores que nos demos prisa en morirnos que este sistema genocida (liderado por bimultimillonarios) no nos puede mantener.
    CUBA, huracán Rafael: Graves daños, 250.000 personas evacuadas… pero ninguna fallecida. Un país admirable que sabe resistir al monstruo capitalista, a sus castigos y embargos.
    https://insurgente.org/cuba-huracan-rafael-graves-danos-250-000-personas-evacuadas-pero-ninguna-fallecida/

    DENTRO DEL SISTEMA CAPITALISTA NO HAY SALVACION POSIBLE, NI PARA EL PLANETA NI PARA SUS CRIATURAS.
    (Muy buena la viñeta de Atxe al respecto. Todas sus viñetas no tienen desperdicio. Lo dicen todo)

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