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Ir, ver, preguntar y contar. El recién publicado Mapa de la crisis ambiental en España (Icaria, 2024) recupera las esencias del periodista pausado para realizar una fotografía de los grandes asuntos que preocupan, o deberían preocupar, a nivel medioambiental. En total, 16 autores para 19 capítulos en los que asuntos tan diversos como la situación en Doñana y el Mar Menor, la adaptación al cambio climático, el derecho al aire limpio, las sequías, los parques eólicos, las macrogranjas, las obras costeras, los residuos tóxicos y la convivencia con el oso y el lobo se dan la mano para ayudarnos a pensar que un mundo más concienciado y respetuoso con la naturaleza es posible.
A lo largo del análisis y el estudio pormenorizado de las casi dos decenas de puntos críticos ligados con lo medioambiental que se abordan en la publicación, los autores y autoras muestran sin ambages la encrucijada a la que ha llevado el modelo de desarrollo español. A caballo entre el ensayo y el reportaje en profundidad, los textos muestran los síntomas que aparecen una vez superadas ciertas líneas rojas, tal y como expresa Antonio Cerrillo, coordinador del libro y periodista ambiental en La Vanguardia. Pero no solo. En cada capítulo, también aparecen ejemplos de buenas prácticas con la idea de generar una ilusión en torno al desarrollo de una verdadera prosperidad que respete lo derechos medioambientales, de la fauna y los recursos naturales.
Aunque cada uno de los capítulos trate realidades diversas repartidas por toda la geografía española, uno de sus denominadores comunes se halla en la demostración de que la legislación del derecho ambiental “todavía tiene un gran camino por recorrer”, apunta el propio Cerrillo. Así lo explica: “En España, gran parte de la regulación ambiental se nutre del derecho europeo, lo que crea contradicciones muy evidentes”.
Se refiere, por ejemplo, al conflicto que existe con muchos agricultores. “Mientras entienden perfectamente que reciban subvenciones europeas, no muestran la misma comprensión cuando desde Europa se les dice que la agricultura debe ser compatible con la biodiversidad, y que se debe respetar el derecho al aire y aguas limpios, un suelo descontaminado y un litoral en condiciones”, añade el experto.
De esta forma, Cerrillo considera que “desde España seguimos necesitando, por desgracia, una tutela por parte de Europa. Son muy abundantes los litigios y recursos todavía, sobre todo cuando las propias administraciones públicas son a veces las principales causantes de la destrucción del medio ambiente”.
Por otro lado, los autores coinciden en reclamar una mayor contribución desde la judicatura en la defensa del medio ambiente al ver cómo un desarrollo insostenible exacerbado y un derecho ambiental que se muestra débil se unen y acompañan a aquellos que piensan que pueden saltarse las normas, parafraseando al coordinador de la publicación.
Agua, macrogranjas y parques eólicos
Uno de los grandes puntos que recorre el libro es la cuestión del agua. Doñana, el Mar Menor, el delta del Ebro, el delta del Llobregat, sequías y el trasvase del río Tajo son los factores esenciales en lo que sale a relucir una realidad tan preocupante como acuciante. “Vemos una sobreexplotación de los recursos del agua con los pozos ilegales de Doñana, pero también en el Mar Mejor, donde su contaminación excesiva por materia orgánica genera episodios de falta de oxígeno que eleva la mortandad de los peces”, ilustra Cerrillo.
El boom de las macrogranjas de cerdos también tiene su espacio en este Mapa de la crisis ambiental en España. Aunque en un primer momento se encontraban concentradas en Catalunya, esta industria pronto se ha extendido por el resto del país. “Somos una potencia industrial. No fabricamos tornillos, pero sí cerdos. Este tipo de industria genera unos nitratos en el subsuelo que hacen que no podamos consumir esas aguas o las tengamos que potabilizar con unos costos altísimos”, enfatiza el periodista.
Los diferentes autores de la monografía siempre tienen presentes en sus textos las diversas realidades que una misma cuestión puede auspiciar. Esa mirada polivalente se hace patente, por ejemplo, en el capítulo dedicado a los parques eólicos que, cada vez con mayor frecuencia, se erigen en España. Según comenta Cerrillo, “una de las recetas fundamentales contra el cambio climático es el modelo energético, es decir, la transformación hacia un modelo de energías limpias”.
De esta manera, aunque la energía eólica parece ajustarse a ese objetivo, SEO Birdlife ya ha encontrado grandes colisiones entre su implementación y las consecuencias que provocan en las aves. “Debe hacerse la transformación, pero debe hacerse bien, mediante un modelo descentralizado y con mayor participación de la sociedad”, reivindica el periodista de La Vanguardia.
La adaptación al cambio climático de las ciudades es otro de los aspectos desarrollados en esta suerte de mapa. “Esto supone realizar cambios ligados al urbanismo, a la edificación. Todavía se pueden hacer muchísimas acciones que, en su conjunto, suponen renaturalizar las ciudades, hacerlas más compatibles con el medio natural y, así, conseguir rebajar las temperaturas”, desarrolla el mismo Cerrillo.
Triple unión: ciudadanía, medios y ciencia
Sabedor este periodista de que los informadores deben comunicar, valorar, interpretar y criticar, defiende que otra de sus funciones debe ser alarmar. “Este libro nace del impulso de sus autores para mostrar esa alarma, de la necesidad de que existiera y se diera a conocer de esta forma”, defiende su coordinador. A fin de cuentas, no deja de ser un eslabón más en esa cadena que empuja hacia un mayor respeto al medio ambiente formada por la triple unión de la ciudadanía más inquieta y preocupada, la ciencia y los medios de comunicación.
Según concluye Cerrillo, Mapa de la crisis ambiental en España es “una especie de autohomenaje de los periodistas ambientales al papel que pueden desempeñar y como punto de referencia para centrar muchos debates en diversos campos”.