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Las empresas de carne y lácteos emiten tanto metano como las de petróleo y gas, según Greenpeace

Un estudio de la organización ecologista señala que cambiar la producción de alimentos y la dieta puede “reducir drásticamente el calentamiento global”.
Las empresas de carne y lácteos emiten tanto metano como las de petróleo y gas, según Greenpeace
Foto: AP Photo/Rodrigo Abd

Las grandes empresas de carne y lácteos expulsan tanto metano como las petroleras y gasísticas, según un estudio de la organización ecologista Greenpeace, que sostiene que cambiar la producción de alimentos y la dieta puede «reducir drásticamente el calentamiento global».

«Los cambios sistemáticos en la producción y el consumo en los países de ingresos altos y medios podrían proporcionar un efecto de enfriamiento significativo para 2050, con algunos resultados positivos ya para 2030», señala Greenpeace, tras analizar 29 empresas de carne y lácteos y comparar sus emisiones de metano con las 100 mayores compañías de combustibles fósiles del mundo.

Según las estimaciones de esa ONG, esas 29 empresas de carne y lácteos «emiten 20 millones de toneladas de metano al año, lo que representa una quinta parte de las emisiones globales totales de metano provenientes del ganado», según los registros de la ONU.

El informe «Bajar la temperatura: frenando la emergencia climática causada por las grandes empresas de carne y lácteos» arroja, por ejemplo, que las cinco mayores empresas de carne y lácteos del mundo (JBS, Marfrig, Minerva, Cargill y Dairy Farmers of America) emiten conjuntamente más metano que el reportado para las energéticas BP, Shell, ExxonMobil, TotalEnergies y Chevron combinadas.

No obstante, la organización ecologista precisa que «la falta de transparencia endémica en la industria implica que muchas corporaciones de carne y lácteos no publican cifras sobre la producción ganadera o el procesamiento de leche, ni informan sobre sus emisiones de CO2 y metano, y mucho menos las verifican de manera independiente».

«Las emisiones estimadas de metano de los tres principales procesadores de lácteos -Dairy Farmers of America, Lactalis de Francia y Fonterra de Nueva Zelanda- combinadas superarían a algunas de las mayores compañías de combustibles fósiles, como Exxon», agrega Greenpeace.

Metano y dieta

El metano, el principal componente del gas natural, es un gas de efecto invernadero que ha recibido menos interés histórico que el dióxido de carbono y que en los últimos años ha irrumpido con fuerza en el debate climático, especialmente desde que en la cumbre climática COP26, celebrada en 2021 en Glasgow (Reino Unido), un centenar de países se comprometiera a reducir un 30 % las emisiones de CH4.

Naciones Unidas señala que ese gas tiene un potencial de calentamiento mundial más de 80 veces mayor que el del dióxido de carbono durante los 20 años después de su liberación a la atmósfera, y agrega que mantener el aumento de las temperaturas por debajo de 1,5 grados a final de siglo no será posible «si no se reducen las emisiones de metano entre un 40% y un 45% de aquí a 2030».

«En contraste, si no se regulan, se proyecta que solo el sector de la carne y los lácteos calentará el planeta en 0,32 °C adicionales para 2050», subraya Greenpeace, que basa sus proyecciones en datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Greenpeace agrega que sus recomendaciones para reducir la producción y el consumo de carne y lácteos están «en línea» con la llamada «dieta planetaria», diseñada por la Comisión EAT-Lancet, publicada por la revista científica The Lancet en 2019, en colaboración con académicos y especialistas.

Esas directrices estipulan que para alimentar a 10.000 millones de personas en 2050 de manera sostenible, el régimen debería ser esencialmente vegetal, para «salvaguardar el planeta y mejorar la salud de millones de personas».

Los autores de ese manual advierten de que «la transformación a dietas saludables en 2050 requerirá grandes cambios dietéticos» y sugieren, por ejemplo, que una persona debería consumir de media diaria no más de 14 gramos de carne roja, 29 gramos de pollo y otras aves, 28 gramos de pescado, 250 gramos de lácteos, 232 gramos de granos enteros como arroz integral, trigo o maíz, 300 gramos de verduras o 200 gramos de fruta.

 El informe de Greenpeace proyecta un efecto de enfriamiento de 0,12 °C para 2050 con un cambio en la sobreproducción y sobreconsumo de carne y lácteos, lo que supondría un 37 % de reducción del calentamiento anticipado de 0,32 grados a mediados de siglo, debido exclusivamente a carne y lácteos respecto a un escenario de continuidad de producción y consumo.

«Durante mucho tiempo, hemos evitado confrontar a las grandes empresas de carne y lácteos y su crecimiento desmedido, como si estuvieran exentas de realizar los cambios drásticos que se exigen a todos los demás en este planeta», declaró la responsable de Greenpeace Shefali Sharma.

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COMENTARIOS

  1. A VUELTAS CON DANISH CROWN.

    El metano es uno de los gases de efecto invernadero más dañinos para el clima. Visto a lo largo de 20 años, el gas metano actúa 80 veces más fuerte que el CO2 y, por lo tanto, una reducción significativa de las emisiones globales de gas metano es un freno eficaz a los numerosos desastres climáticos que está experimentando el mundo.
    Como sociedad, no podemos permitir que DANISH CROWN continúe siendo uno de los mayores emisores del mundo de este gas de efecto invernadero hiperpotente que representa un tercio del calentamiento global. Sabemos que DANISH CROWN hace todo lo posible para evitar una acción climática real. Su objetivo declarado es mantener la producción danesa de cerdos para el matadero. No tienen ninguna estrategia para pasar a una producción más basada en plantas. Y han sido condenados por lavado verde.
    Danish Crown es uno de los mayores productores de cerdos del mundo y también tiene una gran cantidad de ganado vacuno en el mercado mundial. De hecho, la empresa es responsable de una emisión de metano que corresponde al 83 por ciento de las emisiones totales de metano de Dinamarca procedentes de la producción animal agrícola.

    El clima mundial se está volviendo cada vez más extremo y Danish Crown y el resto de la industria cárnica y láctea son en gran medida responsables de ello. Si logramos reducir rápidamente las emisiones de metano, podemos reducir significativamente el aumento de la temperatura global. También conocemos la solución: una agricultura que produzca alimentos directamente para las personas, en lugar de piensos para los animales.
    Debemos acabar con la gran industria animal y crear una agricultura verde y viable.
    Pide a los líderes políticos que regulen las emisiones de metano de las grandes corporaciones cárnicas y lácteas. Pídeles que detengan ahora el crecimiento desenfrenado de las granjas industriales y que creen una agricultura viable.
    https://www.greenpeace.org/denmark/vaer-med/goer-op-med-den-store-dyreindustri-og-skab-et-levedygtigt-landbrug/?utm_medium=e

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