Refugio climático como reclamo turístico: un mensaje desacertado

Los impactos del cambio climático son cada vez más evidentes y severos, con la DANA de octubre de 2024 como el recuerdo más reciente, o las miles de vidas que cada año se cobran las olas de calor. En este escenario, el concepto de refugio climático se hace más relevante. Espacios o zonas donde las personas, especialmente las más vulnerables, pueden encontrar refugio de estos impactos. Se asocia principalmente con temperaturas extremas pero, en sus casos más dramáticos, podemos asociarlo también a la migración de personas que se ven desplazadas por inundaciones, subidas del nivel del mar, sequías, etc. Refugio climático está ligado a salvar vidas. 

Sin embargo, a pesar de este marco de emergencia climática y de sus graves consecuencias, se escucha con frecuencia una aproximación frívola a los refugios climáticos, especialmente asociados al turismo. El shock más reciente fue en FITUR (Feria Internacional de Turismo), en donde la Xunta de Galicia mostraba con orgullo su campaña promocional GALICIA REFUXIO CLIMÁTICO. El mensaje implícito es sencillo. Mientras en otros destinos las altas temperaturas y las olas de calor van en aumento, “en Galicia hace más fresquito, ven a pasar aquí tus vacaciones, somos tu refugio climático”. 

Aunque en una primera lectura a muchas personas les pueda parecer un reclamo inocente, se trata de un mensaje y una campaña inapropiada y cuestionable desde distintos ángulos.  

En primer lugar, por el uso que se le da al propio término «refugio climático», que en esta campaña se aleja totalmente de su contexto de protección vital de las personas, para convertirlo en algo frívolo, asociado al ocio. Buscar hacer negocio utilizando los impactos del cambio climático, que están costando ya tantas pérdidas humanas y daños es más que cuestionable e incluso inmoral.

En segundo lugar, simplifica con total ignorancia que el cambio climático solo supone temperaturas elevadas. Además de las olas de calor, otros eventos extremos como las tormentas y temporales, inundaciones, sequías e incendios serán cada vez más frecuentes e intensos. Galicia no se escapa a esta realidad. ¿Es también un refugio climático para estos impactos? Claramente no. 

Por otro lado, si hay algo que caracteriza a las consecuencias del cambio climático es su impacto en todo tipo de ámbitos. Hacer un uso promocional de una supuesta ventaja de lo que es una crisis global es egoísta e insolidario, con el propio sector turístico, donde hay destinos que se enfrentan a grandes retos para adaptarse a la realidad climática, y es aún más insolidario con otros sectores económicos. Por ejemplo, a nivel local, la pesca artesanal gallega está ya sufriendo los impactos del cambio climático en la distribución y disponibilidad de las especies en los bancos marisqueros y caladeros de bajura, con el consecuente impacto socioeconómico. O el sector de la agricultura, dependiente de un tiempo cada vez más impredecible. Para las personas que dependen de estos y otros sectores, Galicia no es un refugio climático. 

Por último, es una mensaje que llama a la inacción climática. Está comunicando que el cambio climático es algo positivo que le está dando una ventaja al sector turístico. Si nos va a traer negocio, mejor no hacer nada para combatirlo. Teniendo en cuenta que la campaña viene de un organismo público, es especialmente grave esta falta de visión transversal. De mirar solo un sector sin tener en cuenta otros, y sin tener en cuenta los desafíos y compromisos que tiene como región en la acción climática. La mitigación y adaptación al cambio climático son un desafío global que llama a la acción en todos los niveles y ámbitos de competencias. Para que cada municipio y región sean refugios climáticos para todas las personas. 

Elvira Jiménez Navarro es doctorando en turismo y cambio climático.