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Si tienes que ir a hacer la compra, ¿tardarías menos de un cuarto de hora en llegar si vas a pie o en bici? ¿Y si quieres hacer deporte, cuánto tardas? Y si tienes que ir al médico o quieres ir al gimnasio, ¿puedes llegar rápido sin necesidad de coger el coche? De acuerdo a estas cuestiones, un grupo de especialistas ha lanzado una plataforma web de libre acceso para mostrar cómo de cerca están diversos servicios esenciales dentro de una ciudad.
En un momento en el que los entornos urbanos son cada vez más hostiles y todo gira en torno al vehículo privado, en los últimos años ha ganado popularidad el concepto de ciudad de 15 minutos, es decir, que la ciudadanía pueda satisfacer sus necesidades personales (desde trabajar hasta ir a hacer deporte) desplazándose a no más de 15 minutos de su casa en bicicleta o a pie. Sin embargo, sólo una pequeña parte de las urbes del mundo cumplen actualmente con esa idea, según han plasmado los autores en un artículo publicado en la revista científica Nature Cities.
Tras analizar 10.000 urbes, el investigador Matteo Bruno y sus colegas constataron enormes diferencias entre ellas, no solo entre países y continentes, sino también dentro de una misma ciudad.
Zurich (3 minutos de media), Basilea (3 minutos), Salamanca (4 minutos) o Ginebra (4 minutos) son algunos ejemplos de ciudades relativamente pequeñas donde se puede hacer vida caminando escasos minutos. Y en cuanto a ciudades grandes bien distribuidas destacan Milán, Berlín, París y Munich, con cuatro minutos de media; Barcelona, Minsk y Tokio, con cinco minutos; o Seúl y Madrid, con seis minutos de media caminando.
Según el mapa, Europa central (sobre todo Alemania) es la que más se aproxima a la idea de ciudad de 15 minutos. En cambio, América (tanto Estados Unidos como Suramérica) es todo lo contrario, con casos donde el tiempo para llegar a determinados servicios esenciales supera la media hora a pie y en bicicleta.
A la hora de plantear el análisis, el equipo de especialistas clasificó los servicios básicos para la ciudadanía en nueve categorías: actividades al aire libre (parques, paseos, picnics…); aprendizaje (escuelas, universidades…); abastecimiento (supermercados, tiendas de comestibles…); restauración; movilidad (estaciones de autobús y tren, taxis…); actividades culturales (museos, teatros, cines…); ejercicio físico (gimnasios, centros deportivos…); servicios básicos (oficinas, bancos, correos, ayuntamientos…); y sanidad (hospitales, médicos, farmacias…).
Tener cerca estos lugares en el día a día permitiría disminuir las emisiones que impulsan el cambio climático, descongestionar las calles y el transporte público, y aumentar la salud de los habitantes de la ciudad.
Problema compartido, soluciones diferenciadas
La plataforma web habilitada (https://whatif.sonycsl.it/15mincity/) permite explorar y comparar por separado el tiempo que tardarías en llegar a estos lugares tanto a pie como en bicicleta. Si el tiempo medio de desplazamiento de una persona es superior a 15 minutos se resalta con tonos rojos. Por contra, si es inferior al cuarto de hora, la zona aparecerá en azul. Asimismo, también se puede ver el ideal de ciudad según los autores. También es posible ver el tiempo medio por servicios básicos.
Francesc Baró, investigador del grupo Cosmopolis Center for Urban Research ajeno a este trabajo, pone en valor la visualización cartográfica y los análisis que se pueden hacer a partir de ella. Aun así, considera que sus autores “no tienen en cuenta las diferencias socioeconómicas de las poblaciones urbanas, es decir, la equidad social”.
Para el también profesor del Departamento de Geografía de la Universidad Libre de Bruselas (VUB), muchos barrios ricos tienen pocos servicios básicos de proximidad, debido a su baja densidad, “pero obviamente esto no supone el mismo problema de accesibilidad para sus habitantes que para los de barrios desfavorecidos periféricos”.
En el caso de la gente con pocos recursos cercanos, ¿la solución pasa por construirlos a pocos minutos de sus casas? Baró (y los propios autores de la investigación) creen que no: “Muchos de estos servicios básicos (parques, hospitales) son muy difíciles de redistribuir en ciudades ya construidas, y tampoco sería sostenible económicamente implantar el modelo de 15 minutos en urbanizaciones de baja densidad”, apunta Francesc Baró en declaraciones recogidas por el Science Media Center (SMC) de España.
En una línea similar expone para SMC Natalie Mueller, profesora asistente de investigación en el área de planificación urbana, contaminación atmosférica y medio ambiente y salud del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal): “No existe un enfoque universal para todas las ciudades. Cada ciudad debe realizar estudios adaptados que consideren sus características únicas y desarrollar soluciones personalizadas para lograr resultados óptimos en calidad ambiental, salud y huella de carbono”.
Respecto a Matteo Bruno y el resto de investigadores, afirman que la transición de una zona urbana a una ciudad de 15 minutos es una perspectiva difícil, la cual requiere de una planificación urbana eficiente, una reforma del transporte y un compromiso con los servicios y recursos esenciales de alta calidad.
Sobre el mapa, señalan que basarse en datos abiertos para su herramienta y análisis puede introducir ciertos sesgos, como la exclusión de zonas sin suficiente información. En este sentido, aseguran que futuras investigaciones sobre el estado actual de las ciudades de 15 minutos deben incluir también las variaciones climáticas y las diferencias culturales entre ciudades a la hora de calibrar la distancia efectiva entre la ciudadanía y los puntos de interés.