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Consumir es un acto político. No puedes decidir quién suministra el agua que sale por tus grifos (eso es competencia del Ayuntamiento), pero sí puedes decidir con qué energía calentar tu hogar o poner a funcionar tus dispositivos. El petróleo y el gas siguen siendo el motor de las mayores compañías energéticas, la porción más grande en su volumen de inversiones. Esos combustibles dañinos para el clima y la vida dotan a estas multinacionales de beneficios millonarios cada año, mientras el planeta sigue encarrilado en un peligroso calentamiento global. Si quieres que tu electricidad provenga de fuentes de energía renovables, puedes comprársela a una cooperativa energética.
¿Todo el mundo puede comprar su energía a una cooperativa energética? Sí, cualquier persona o empresa que ya recibe un suministro eléctrico puede cambiar su comercializadora actual por una cooperativa energética sin hacer ningún cambio en su instalación. “Las cooperativas sumamos más de 120.000 personas socias en España y algunas tienen más de 100 años de antigüedad, somos un modelo muy consolidado”, explica Erika Martínez, presidenta de Goiener, cooperativa vasca con más de 18.300 socios y 22.000 contratos.
«Cualquier persona, de cualquier parte del Estado, se puede asociar a una de estas cooperativas y consumir su energía. Eso sí, solemos recomendar que te adhieras a una que tengas cerca”, indica Martínez. El único requisito para beneficiarse de los servicios de Goiener es realizar una aportación de 100 euros a la cooperativa que se devuelve en caso de finalizar el contrato.
Ecooo, Som Energia, Solabria Renovables, Sapiens Energia, Energía EnVerde Extremadura, Candela… En la web de Unión Renovables se puede consultar un mapa para ver dónde se encuentran la mayoría de las cooperativas energéticas que operan en España y cómo formar parte de ellas. Estas entidades adquieren la electricidad con Certificado de Origen, y contribuyen a que el mix energético español se descarbonice cada vez más.
Las renovables no son caras
Desde las cooperativas energéticas destacan que la factura de la luz no será más cara si compramos electricidad 100% renovable. «En Som Energia los precios no son ni más caros ni más baratos, estamos en la media del mercado. Los certificados de garantía de origen de la energía pueden implicar un precio añadido pero en realidad repercute de manera insignificante en el precio del mercado», asegura Càrol Coll, miembro del equipo de fomento de autoproducción de Som Energia. “Una energía que proviene de fuentes renovables no implica que sea más cara”, subraya. La cooperativa catalana cuenta con 84.000 socios y 117.000 contratos, y ofrece la posibilidad de formar parte de ella con una aportación de 100€ o simplemente comprarle la energía sin entrar a ser socio.
Las grandes compañías energéticas a veces captan a sus clientes a través de ofertas con fecha de caducidad que pueden provocar que se lleven una sorpresa luego en la factura. “Nosotros tenemos una tarifa que depende del precio de mercado y otra que depende del precio del periodo (franja horaria). Dentro de un mercado voraz donde si no coges una buena promoción igual te la cuelan, en Som Energia intentamos ser mucho más transparentes”, señala Coll.
“El gran reto que tuvimos que superar cuando nacimos fue desmentir que las renovables son caras. El otro gran miedo que tenía la gente, por desconocimiento, era quedarse sin luz en casa”, cuenta la presidenta de Goiener, quien sostiene que tienen “los precios más ajustados posibles”.
A excepción de algunas cooperativas valencianas centenarias, que cuentan con su propia distribución, como ciudadanía solo hay dos partes de la energía en la que podemos participar: la generación y la comercialización. Estas sociedades están centradas en buscar proyectos para generar electricidad de fuentes renovables como la fotovoltaica, eólica o biomasa, en fomentar el autoconsumo y en ofrecer esta energía a quienes no pueden instalar placas solares en sus hogares o formar parte de una comunidad energética con sus vecinos.
En caso de avería, el consumidor deberá contactar con la distribuidora correspondiente a su zona, cuyo teléfono suele aparecer en la primera página de la factura de la luz.
Además de la sostenibilidad, uno de los puntos fuertes de las cooperativas energéticas es la transparencia. Al no tener ánimo de lucro, asesoran a sus socios sobre cómo reducir su consumo y mejorar la eficiencia energética de sus hogares.
“Mucha gente nos dice que no sabe si está pagando lo que debería, que no saben si tienen la potencia contratada que deberían. Además, reciben llamadas de comercializadoras ofreciéndoles descuentos que no entienden”, asevera Martínez. “Antes la gente ni se planteaba que su compañía de la luz les pudiese estar engañando, ahora saben que puede que no les estén ofreciendo las mejores condiciones”, añade.
“Hay mucho desconocimiento sobre el sector energético porque se ha fomentado que así sea”, afirma Martínez. “La primera vulnerabilidad en el mercado eléctrico es la indefensión por la falta de sensibilización y de formación que tenemos respecto a él”, coincide Rosario Alcantarilla, arquitecta especializada en gestión social del hábitat y socia de la cooperativa Diecisiete S.C.A.
Participar en una cooperativa energética puede facilitar el ahorro energético. Desde Goiener aconsejan revisar la eficiencia energética de nuestro hogar “porque es posible que si realizamos alguna pequeña medida no tengamos que sobredimensionar la instalación”. “Nuestro objetivo es que nuestros socios ahorren. Cuanto más les podamos hacer ahorrar, más gana toda la cooperativa. Hay una total transparencia en la factura y sobre cuál es la potencia que les conviene contratar”, aseguran desde Som Energia.
Formar parte de una cooperativa energética permite, además, democratizar el sector energético, ya que cualquier socio puede participar en sus asambleas y en la toma de decisiones para mejorar el modelo. “El movimiento cooperativo energético ha surgido en los últimos años en toda Europa como respuesta a la defensa del suministro energético como un bien básico libre de especulaciones, además del incentivo y promoción del uso de energías renovables”, señalan desde Unión Renovables.
Las cooperativas destacan que están enfocadas a promover la energía sostenible para el bien común. “Somos entidades sin ánimo de lucro. Nuestros beneficios no van a los empresarios o a los consejos directivos, van a la transformación del modelo energético”, concluye Càrol Coll.