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Las fuertes lluvias de la DANA que ha provocado más de 200 muertes en España en la última semana de octubre estaban dopadas por el cambio climático. Así lo constató un primer análisis del World Weather Attribution (WWA) publicado el jueves pasado y lo reafirma ahora un segundo estudio elaborado por un equipo de científicos de ClimaMeter, proyecto de investigación financiado por la Unión Europea y el Centro Nacional de Investigación Científica francés (CNRS).
La DANA responsable de las precipitaciones extremas y posteriores inundaciones que afectaron a la Comunitat Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía la semana pasada se vieron impulsadas “por unas condiciones meteorológicas muy excepcionales” al no haber en los registros históricos “ningún acontecimiento que reúna las características de este evento”, explican desde ClimaMeter.
Las depresiones similares a la DANA, argumentan, son hasta un 15% (7 mm/día) más húmedas en la costa mediterránea de España en el clima actual que en el pasado. Además, el mar Mediterráneo está casi 4 °C más cálido en la actualidad, lo que favorece la formación de tormentas sobre esta cuenca durante los eventos de DANA.
Así, el equipo de especialistas de ClimaMeter atribuye el aumento de precipitaciones de esta DANA histórica al cambio climático provocado por la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas. En este sentido, dejan claro que “la variabilidad natural del clima no puede explicar por sí sola la cantidad de precipitaciones registrada”.
Estas conclusiones están en línea con los hallazgos del WWA, grupo de referencia en estudiar la contribución del cambio climático en un evento extremo. Según el análisis rápido publicado por el World Weather Attribution el jueves 31 de octubre, el cambio climático hizo un 12% más intensas y el doble de probables las lluvias de esta DANA.
Importancia de las alertas
El estudio de ClimaMeter tiene entre sus firmantes a las españolas Mireia Ginesta, investigadora del Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medio Ambiente (LSCE), dependiente del CNRS, y Carmen Álvarez-Castro, investigadora en la Universidad Pablo de Olavide.
“Esta DANA es un recordatorio de que el cambio climático no es sólo un problema lejano: nos está afectando aquí y ahora”, señala la climatóloga Álvarez-Castro. Más allá del papel del cambio climático, la científica habla de la importancia de la prevención: “Una gestión eficaz de las alertas tempranas a la población es esencial para reducir el impacto de fenómenos excepcionales como esta DANA”. De forma similar habla Mireia Ginesta: “La intensificación de tales fenómenos subraya la urgente necesidad de que las autoridades reconozcan la importancia de los servicios meteorológicos a la hora de emitir avisos. Es esencial actuar de inmediato para mitigar el calentamiento global y adaptarse a nuestro clima cambiante».
También insiste en la idea de la protección Davide Faranda, coautor del estudio y director de Investigación Climatológica en el LSCE: «Las devastadoras inundaciones en España demuestran la gravedad del cambio climático y lo poco preparados que estamos. Las alertas de inundación en nuestro clima más cálido deben tomarse en serio: pueden salvar vidas”.
La DANA más mortífera del siglo en Europa también será recordada por batir el récord de lluvia en una hora de España, concretamente en Turís (Valencia): 179,4 litros por metro cuadrado, batiendo en 20 litros el anterior récord de España (Vinaròs, Castellón, en 2018). En tres horas llovió en Turís lo que cae en un año completo y a lo largo del día se acumularon en esa zona más de 618 litros/m2, una cifra provisional a falta de contabilizar los datos de una hora.
El estudio rápido de atribución de ClimaMater se llevó a cabo usando un método (revisado por pares, es decir, avalado por especialistas ajenos al estudio) que se basa en información meteorológica histórica de los últimos 40 años. El equipo de especialistas comparó cómo eran los sistemas de bajas presiones a finales del siglo XX (1979-2001) y cómo son ahora (2002-2023), cuando el efecto del cambio climático se ha hecho más evidente.
El análisis también evalúa la contribución de distintos fenómenos naturales como El Niño, la Oscilación Decadal del Pacífico y la Oscilación Multidecenal del Atlántico. Asimismo, sus autores aclaran que, si bien las conclusiones son fiables, analizar en detalle esta DANA presenta ahora mismo muchas limitaciones debido a que el evento es muy excepcional en el registro de datos.