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La agricultura intensiva y las macrogranjas contaminan el agua que consumen más de 200.000 personas en España

Un estudio de Ecologistas en Acción señala que el 11% de las aguas superficiales (y el 37% de las subterráneas) están contaminadas por nitratos. Calculan que 214.851 personas consumieron agua en mal estado en 2022.
La agricultura intensiva y las macrogranjas contaminan el agua que consumen más de 200.000 personas en España
Macrogranja de cerdos. Foto: Environmental Protection Agency

Más de 200.000 personas consumen agua contaminada por nitratos, según el informe La contaminación por nitratos y su impacto en el medio ambiente y el agua de consumo humano, elaborado por Ecologistas en Acción. El origen de esta problemática se debe, señalan, al «uso masivo de abonos nitrogenados en la agricultura de regadío intensiva, así como en las macrogranjas de ganadería intensiva».

Y dado que ambas actividades económicas «siguen creciendo en nuestro país, es previsible que también lo haga al mismo ritmo esta contaminación, que daña acuíferos y aguas superficiales, en muchos casos de forma casi irreversible, y supone un grave riesgo para la salud humana», comentan.

El 37% de las aguas subterráneas estaban contaminadas en 2022

En 2022, detalla la investigación, el 11% de las aguas superficiales estaban contaminadas por nitratos, en concentraciones superiores a la norma de calidad ambiental. Esta cifra aumenta al 37% en el caso de las aguas subterráneas, según datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Las zonas con aguas subterráneas más contaminadas son las Islas Baleares, las cuencas internas de Catalunya y las demarcaciones hidrográficas del Guadiana y el Segura. Allí, los valores de contaminación son superiores a la media nacional. En el caso de las dos últimas demarcaciones, el porcentaje de valores por encima de la norma de calidad es superior al 50%.

Esto ha llevado a que 171 municipios españoles, responsables del suministro de agua potable, detectaran, en alguna de sus redes de distribución, valores de nitratos por encima de los 50 mg/l permitidos por la normativa. Esto afectó a 214.851 habitantes, según información extraída de los reportes del Ministerio de Sanidad por Ecologistas en Acción.

Macrogranjas y agricultura intensiva

El cruce de los datos correspondientes a 2021 sobre contaminación del agua de consumo humano del Ministerio de Sanidad con los del censo de los animales de granja en los municipios afectados por contaminación por nitratos apunta «directamente a que el origen de este tipo de contaminación fue la ganadería industrial«. A esto «habría que sumar la contaminación difusa agraria generada por el uso masivo de fertilizantes en la agricultura, especialmente en el regadío, sin que sea posible concluir cuál de las dos fuentes de contaminación tiene más peso en el deterioro de la calidad del agua de consumo humano», explica el informe.

Los municipios afectados se suelen caracterizar por albergar una elevada cabaña ganadera, mayoritariamente en intensivo. Los municipios responsables de las zonas de abastecimiento en los que se detectaron en 2021 valores superiores a lo permitido, albergaron ese mismo año un total de 1.188.762 cabezas censadas de ganado porcino, bovino, ovino y caprino, a lo que hay que añadir 4.546.935 aves de corral censadas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que revela una relación directa entre la existencia de granjas de ganadería intensiva y la presencia de niveles elevados de nitratos en el agua de abastecimiento urbano.

Además, añaden, estudios recientes concluyen que el valor límite máximo permitido por la legislación europea y española, de 50 miligramos de nitratos por litro de agua potable, «no es suficiente para proteger a la población, especialmente frente a enfermedades como el cáncer colorrectal». Asimismo, denuncian que «los controles realizados por las administraciones son insuficientes, como han demostrado los análisis realizados por voluntarias y voluntarios de Ecologistas en Acción, especialmente en los casos de fuentes públicas no tratadas y manantiales utilizados por la población».

Se pueden salvar vidas y dinero con menos nitratos en el agua

Ecologistas en Acción menciona un estudio publicado en octubre de 2023 en la revista Science of the Total Environment en el que se subraya que «el nitrato en el agua de consumo humano es un contaminante que puede afectar a la salud humana y ha sido asociado con el incremento del riesgo de, entre otras enfermedades, el cáncer colorrectal».

El estudio científico, que se basa en datos epidemiológicos de Dinamarca, «demuestra que la población expuesta a concentraciones de nitrato superiores a 9,25 mg/l tienen un 15% más de riesgo de desarrollar cáncer colorrectal que aquella expuesta a menos de 1,3 mg/l».

El incremento del riesgo de padecer este tipo de cánceres es notable a concentraciones de nitrato superiores a 4 mg/l. Los autores concluyen que una reducción del valor límite a un máximo de 9 mg/l, causaría una reducción anual de 72 casos de cáncer colorrectal de un total estimado de 127 casos y un ahorro en gastos médicos de 179 millones de dólares.

Si se redujese el valor límite máximo aún más, hasta aproximadamente 4 mg/L, se podrían evitar otros 55 casos, y se ahorrarían 138 millones de dólares adicionales.

“Los nitratos en el agua de consumo podrían ser un factor de riesgo de cáncer de próstata”

En paralelo, informan, los datos del Ministerio de Sanidad indican que aproximadamente sólo el 39% de las analíticas de nitrato realizadas en 2022 tenían una concentración inferior a 4 mg/l, por lo que «parece posible inferir que una elevada parte de la población española se ve expuesta a unos niveles de nitratos superiores a los que los investigadores del estudio danés consideran como precautorios para la salud humana».

Por añadidura, «un estudio del Instituto de Salud Global Barcelona (ISGlobal), de marzo de 2023, concluye que los nitratos en el agua de consumo podrían ser un factor de riesgo de cáncer de próstata a largo plazo. Los investigadores de este trabajo esperan que pueda contribuir a que se revisen los niveles permitidos de nitrato en el agua de modo que garanticen que no implican un riesgo para la salud humana», subrayan.

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    Asesoramiento, formación, acompañamiento y apoyo para la desintensificación de las explotaciones industriales hacia una agricultura y ganadería agroecológica con un presupuesto eficiente que redistribuya las ayudas de la PAC para apoyar esta transición.
    Apoyar y fomentar modelos de agricultura y ganadería con baja huella hídrica, como el secano tradicional o la ganadería extensiva, frenando la expansión irracional del regadío.
    Adaptar la normativa higiénico sanitaria a las producciones a pequeña escala.
    Compra Pública (escuelas, hospitales…) de producciones locales, prioritariamente pequeñas, familiares, realizada con criterios ecológicos y sociales.
    El manifiesto es fruto de un proceso de participación y de construcción conjunta a lo largo de dos años, recogiendo propuestas clave de políticas agrarias y alimentarias especialmente dirigidas a administraciones públicas tanto a nivel de Navarra como local. El punto de partida fue la elaboración de una Radiografía de la Soberanía Alimentaria, donde se analizaba, entre otros indicadores, la evolución y pérdida de recursos naturales en Navarra (como el suelo), cultivos, ganadería o la desaparición de las personas productoras.
    Ante las movilizaciones que se están produciendo en el sector agrario por la falta de rentabilidad, como denominador común en todos los países, denunciamos desde hace años que esta situación es fruto de las políticas neoliberales, de libre comercio y globalización económica aplicada durante las últimas décadas en todo el mundo. También éstas son las responsables de que se hayan dejado de producir alimentos para las poblaciones locales, por mercancías destinadas a un mercado global especulativo controlado por el agro-negocio, provocando la continua desaparición del campesinado en todo el mundo y la destrucción de los recursos naturales que hacen posible la vida (y la agricultura vinculada a la tierra), tanto aquí como en otras partes del planeta.
    Ahora, más que nunca, es necesario cambiar el rumbo de las políticas agrarias y alimentarias, y apostar por un modelo basado en la soberanía alimentaria y en la creación de sistemas agroalimentarios justos, sostenibles y locales que frenen la crisis agrícola, rural, social, ambiental y climática que vivimos y pongan la vida en el centro. Estas políticas deben estar acompañadas por políticas comerciales coherentes, paralizando todos los acuerdos de libre comercio (Mercosur, con Nueva Zelanda, etc…) y regulando los mercados con el objeto de que las personas productoras puedan cobrar unos precios justos y se prohíba vender por debajo de los costes de producción.
    Ahora, más que nunca, es necesario construir alianzas campo-ciudad, entre el sector productor que cuida la tierra, las personas consumidoras y toda la sociedad para hacer la transición agroecológica que necesitamos, porque estamos hablando de alimentación y esto nos interpela a todas.
    8 de febrero de 2024.
    Movimiento por la Soberanía Alimentaria de Navarra.

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