El modelo regenerativo o cómo adaptar el sistema agroalimentario

“El modelo regenerativo es el futuro a nivel agroalimentario. Incluso aumentará la rentabilidad económica de las fincas y favorecerá la creación de empleo”. Javier Retana, catedrático de Ecología de la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador del CREAF, lo tiene claro, y así lo demuestra en su ponencia durante La Uni Climática V, dedicada a la adaptación del sistema agroalimentario al cambio climático.

Para argumentar los beneficios del modelo regenerativo, el experto lo compara con el convencional, que, explica, “se caracteriza básicamente por una especialización de la producción como monocultivos, mecanización, etcétera. También por la utilización de fertilizantes, de pesticidas…”.

La principal ventaja de este modelo, afirma Retana, “es que permitió alimentar a mucha gente durante décadas. Entre las desventajas: el uso de energía externa para maquinaria, la utilización de fertilizantes… Y todo ello provoca que haya una contaminación importante del suelo y del agua”.

Por el contrario, continúa el investigador, “en el modelo regenerativo, el suelo es la base de todo. Se utiliza poca maquinaria y, por tanto, no hay agroquímicos. El sistema puede actuar de manera autónoma y permite que todo el engranaje funcione de manera adecuada, y que se puede aplicar tanto a la ganadería como a la agricultura”.

En el caso de la ganadería, comenta Javier Retana, “los excrementos de los animales quedan dentro del prado, y es éste mismo el que recupera estos nutrientes”. Por ende, “no requiere de aporte externo de ningún tipo de nutrientes, sea orgánico o no”.

Respecto a la agricultura, “a diferencia de la convencional, en la que hay que labrar el suelo cada vez para sembrar el huerto, en el modelo regenerativo esto no es necesario”, enfatiza el catedrático.

Retana agrega que el modelo regenerativo también puede redundar de manera positiva desde el punto de vista de la rentabilidad económica de las fincas. Actualmente, apunta, “gran parte de las fincas están teniendo que cerrar, porque el coste tanto de fertilizantes, como de pesticidas, es inasumible. Con este modelo, esto prácticamente no sería necesario. Estamos comprobando que la rentabilidad de estas fincas puede ser mucho más elevada, lo que facilitará, a su vez, la creación de empleo”.

Si quieres disfrutar de la ponencia íntegra de Javier Retana en La Uni Climática V, matricúlate antes del 31 de agosto y disfruta de una suscripción gratuita de dos meses a Filmin.